En momentos en que la tensión con China crece, el desequilibrio de la balanza comercial de Estados Unidos es 24% más alto que cuando asumió Trump. Wall Street muestra cierta calma a la espera de una negociación comercial, pero crece la volatilidad financiera.
Viernes 6 de abril de 2018
Mientras la tensión con China se incrementa, la balanza comercial de Estados Unidos continúa deteriorándose. El déficit en los intercambios de bienes y servicios ascendió a 57.600 millones de dólares en febrero alcanzando el nivel más alto en casi una década. La tendencia al alza va en sentido completamente opuesto a la promesa del presidente Donald Trump, que está apelando ahora al despliegue del arsenal proteccionista.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos señaló ayer que el déficit comercial subió un 1,6 por ciento en febrero con respecto a enero, alcanzando los 57.600 millones de dólares, el nivel más alto desde octubre de 2008. El saldo negativo se profundizó por seis meses consecutivos.
Hace justo un año, cuando Trump tomó posesión de la presidencia de EE UU, el déficit comercial con el resto del planeta rondaba los 45.900 millones. Desde aquel momento el valor actual representa un incremento del 24%. Si se excluye el petróleo, resulta el más alto en los registros.
El dato se conoce en momentos tensos para el comercio entre Estados Unidos y China tras el anuncio recíproco de aranceles sobre sus productos que repercutió sobre los mercados financieros.
El deterioro de la balanza con China, especialmente sensible en esta situación, asciende a 34.700 millones. Es de lejos el mayor déficit y duplica los 15.300 millones con la Unión Europea, de acuerdo con los datos del Departamento de Comercio. Este desequilibrio llevó a EE UU a identificar 1.300 productos a los que aplicaría un arancel del 25%.
El otro punto de atención es la brecha con México, a pocos días de celebrarse una nueva ronda de negociaciones para la revisión del NAFTA. El déficit con México fue de 6.600 millones. Es el tercero más alto, tras verse superado por los 6.700 millones de Alemania. Está sin embargo por encima de los 6.000 millones de Japón. Con Canadá, no llega a los 380 millones.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que la brecha comercial crecería a 56.800 millones de dólares en febrero, es decir menos de lo verificado. Parte del incremento de febrero reflejó aumentos en los precios de las materias primas.
Pese a que el dato da más argumentos a Donald Trump para justificar una política comercial dura, en Wall Street reina cierta calma ya que los “inversores” parecen apostar a una negociación. De todos modos reina el desconcierto ya que nadie tiene muy claro si Trump quiere o no embarcarse en una guerra comercial con China. Eso provocará que siga reinando la volatilidad.
Mientras tanto el deterioro del déficit comercial tendrá un efecto inmediato en el crecimiento del primer trimestre. Se espera que la expansión de la actividad económica se modere entre enero y marzo hasta colocarse por debajo del 2%. El cuarto trimestre de 2017 creció a un ritmo del 2,9%.
Pese a que acciones como la imposición de aranceles podrían ser bien recibidas entre la base de votantes de Trump, especialmente en estados golpeados por cierres de fábricas y competencia de importaciones, analistas advierten que podría minar al crecimiento económico y elevar precios tanto para consumidores como para productores.