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Red Internacional
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PANDEMIA MILITARIZADA. Aumentan los contagios y en la costa se les da mayor poder a las fuerzas represivas

Frente al rebrote de contagios el Gobierno nacional propone desde restricciones parciales en determinadas zonas hasta un "toque de queda sanitario" a nivel nacional, que tendrá a las policías y fuerzas de "seguridad" como encargadas de "controlar". ¿Cómo actuarán frente al turismo en la costa bonaerense?

Viernes 8 de enero de 2021 16:27

La suba sostenida de los contagios alerta a cada municipio respecto a qué hacer en cuanto al cuidado y la prevención para que los casos no se disparen. Y aunque la crisis económica haya golpeado el bolsillo de millones, muchas playas y localidades de la costa atlántica se ven pobladas de familias que lograron tomarse unos días de descanso. Frente a esta situación, ¿cuáles serán las medidas sanitarias que se tomarán? 

El Gobierno, por un lado, tomó la decisión vía decreto de restringir determinadas actividades en horario nocturno. A la vez, dejó en manos de cada intendente el cuidado de su municipio. Y algo característico que ya se viene viendo en los balnearios de la costa y alrededores es el uso de las mal llamadas "fuerzas de seguridad" (que poco tienen que ver con la salud) para ejercer los cuidados "necesarios" y mantener a raya el supuesto "descontrol juvenil".

Así se vio el sábado pasado, por ejemplo, cerca del parador Boutique en Pinamar, cuando la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), grupo de elite de la Policía Bonaerense que integra el Operativo Sol, entre cuatriciclos de la misma fuerza y escopetas con balas de goma, ahuyentaron a cientos de jóvenes que se encontraron en el lugar.

Los uniformados de la UTOI desfilaban por la playa, barriendo y echando a cientos de jóvenes en un operativo que buscaba mostrar un despliegue represivo con aroma a "lección" para el conjunto de la juventud que vacaciona en la costa.

El Operativo Sol cuenta con diferentes grupos especiales, desde el Grupo Halcón hasta la propia UTOI, todos puestos a disposición del "cuidado y la prevención ciudadana frente al covid-19", según el propio discurso oficial.

Al mismo tiempo, nadie mejor que el ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Sergio Berni, para advertir la inutilidad de otras partes, no tan "especiales", de la fuerza represiva provincial frente a este tipo de situaciones.

Funcionarios de la cartera de Berni, consultados por varios medios, explicaron que eligieron la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas para el trabajo en la playa porque confían más en ella que en los agentes de las comisarías. “Queremos evitar heridos, balazos de goma, no nos interesa confrontar”, comentaron. Punto aparte.

Así, el propio Ministerio da por sentado que en las comisarías se asientan agentes de la confrontación, del gatillo fácil y de la represión. Cuestión que debe ser evitada en las tan cotizadas playas de Pinamar.

Al ver los hechos represivos en la costa bonaerense, Alberto Fernández aseguró que "las imágenes que se vieron en Pinamar fueron increíbles, me imagino que debe ser un problema de toda la costa, donde la gente se distiende, y lógicamente, cuando uno se distiende, olvida estos cuidados". A su vez llamó a extremar los cuidados y recordó que se usarían las fuerzas de seguridad en caso de que se produzcan aglomeraciones en las calles o playas.

Pero esas fuerzas no fueron creadas, educadas ni usadas para la prevención y el cuidado de bacterias o virus, sino que muy por el contrario tienen la tarea de disciplinar a los sectores de la población que se revelan contra la "autoridad" del Gobierno y los empresarios.

Esas fuerzas tienen la tarea de evitar, bajo las balas y los gases, que se luche y triunfe. Por eso resulta más que problemático que se piense que el mismo personal protagonista del gatillo fácil, las torturas, las desapariciones forzadas y la muerte de jóvenes pobres pueda estar hoy a cargo de la "prevención".

Las mismas fuerzas que detuvieron, verduguearon y se sospecha fuertemente que desaparecieron a Facundo Astudillo Castro hoy están en las playas de toda la costa, cumpliendo funciones que le siguen otorgando poder y capacidad de daño a la población.

El Gobierno de Axel Kicillof destinó este verano en Pinamar 800 agentes en el marco de estos operativos, de los cuales 550 son agentes de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas, según las propias declaraciones de Lucas Ventoso, secretario de Seguridad de Pinamar.

Bajo el discurso de la responsabilidad individual y el control por sobre el cuidado, se asientan los cordones policiales, las requisas, el hostigamiento y toda una práctica que poco tiene que ver con el virus, aunque mucho con la decisión represiva de un Gobierno impotente para garantizar salud y bienestar para todas y todos.