Escasez de agua. Aumentan los cortes de agua en el Valle de México y el Cutzamala se seca

El Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM) informó que hasta el 15 de enero el almacenamiento en la cuenca Cutzamala con los embalses que lo componen –el Bosque, Tuxpan (en Michoacán), Valle de Bravo, Colorines, Ixtapan del Oro, Chilesdo y Villa Victoria (en Edomex)– registró 318.1 millones de m3, es decir el 40.7 % de su capacidad (un 37.8 % menos del promedio histórico).

De éstos, la presa Villa Victoria se encuentra en un estado crítico. En mayo del año pasado alcanzó su mínimo porcentaje histórico del 24 % de su capacidad, ahora cuenta con alrededor de un 30 % (poco menos de 8 metros de profundidad). En este caso, la pesca solía ser una de las principales actividades de la comunidad y ahora se encuentra en riesgo.

El director de medio ambiente del ayuntamiento de Villa Victoria, Nefty Alcántara Santana, opina que la escasez se debe al calentamiento global y a la sobreexplotación del manto acuífero durante la pandemia en 2020.

Continúa la sequía en el país

Según el Monitor de Sequía, en los primeros días de 2024, la superficie de la cuenca Cutzamala se encontraba en un porcentaje del 83 % de sequía. En el ámbito nacional, la sequía alcanzó un promedio del 54.8 %, esto, a pesar de que hubo lluvias por arriba de lo normal en la última quincena. Los estados que muestran algún grado de sequía en todo su territorio son 7: Aguascalientes, Chihuahua, la Cdmx, el Edomex, Guanajuato, Morelos y Querétaro.

La sequía trae consigo pérdidas generalizadas de cultivos o pastos, de hecho, ha afectado la producción de maíz en el país, también significa un riesgo inminente de incendios, escasez de agua en embalses, arroyos y pozos; así como falta de agua para cubrir las necesidades vitales de la población.

En 2023, la sequía alcanzó un 57.6 % del territorio, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que entre enero y el 21 de diciembre del año pasado, hubo 20.7 % menos lluvias que el promedio histórico, en lo que va de 2024 es del 100 % el déficit de lluvia, la época de estiaje se espera extensa y con pocas lluvias.

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Recortes en el Valle de México

Desde el 2022, el gobierno federal, el de la Ciudad y el del Estado de México iniciaron recortes de agua a la población que surte el sistema Cutzamala a fin de recuperar sus niveles. A partir del viernes 12 de enero, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) y la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) comenzaron a aplicar una baja en el abastecimiento de 9.023 m3/s a casi 8m3/s. La escasez ya empieza a sentirse en los hogares de los casi 20 millones de habitantes que abastece el sistema hídrico. Antes del primer recorte en octubre de 2013, el Valle de México recibía 13.2 m3/s.

Para el actual jefe de gobierno Martí Batres, el recorte de agua en la ciudad no es producto de una emergencia a pesar de que en las últimas semanas han aumentado las manifestaciones de habitantes de alcaldías como Gustavo A. Madero, Iztacalco, Xochimilco y Tlalpan.

No obstante, desde su gobierno en la Cdmx se prepara un plan de “cosecha de lluvia” con la instalación gratuita de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (SCALL), que consiste en la instalación de una tubería puesta en los techos de las casas que desciende a un tanque de almacenamiento con pastillas de cloro y un filtro para purificar el líquido. Éste se planea únicamente para las alcaldías Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, Tlalpan, Xochimilco y Venustiano Carranza.

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En el caso del Estado de México, los municipios más afectados son Ecatepec, Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza, porque dependen directamente del abasto del Sistema Cutzamala. Otros municipios afectados son: Cuautitlán Izcalli, Naucalpan, Huixquilucan, Tultitlán, Coacalco, Nezahualcóyotl, Toluca, Nicolás Romero, Acolman y Tecámac.

¿Cuándo terminará la escasez?

En México, más de 10 millones de personas carecen de acceso al agua potable, pero, significativamente, sólo las grandes empresas con concesiones de explotación otorgadas a través de la Conagua no sufren la escasez.

Por otro lado, sabemos que no es suficiente con recolectar agua de lluvia para las zonas más desfavorecidas del Valle de México, ya que los embalses seguirán secándose de continuar con la sobreexplotación.

Por esta razón, para acabar con el acaparamiento, la sobreexplotación y la contaminación del agua, las y los trabajadores debemos actuar en conjunto con la población más desfavorecida, para que el agua sea aprovechada principalmente para el consumo humano y el sistema de abastecimiento se garantice a la población que no tiene acceso a ella.

El reparto equitativo del agua es una tarea que no ha garantizado ninguno de los partidos en el poder, pero todos han demostrado que seguirán apoyando la sobreexplotación del vital líquido para beneficio de las empresas privadas y recortando el acceso para la población pobre.

Sólo la organización de las y los trabajadores, en primer lugar quienes laboran en el suministro de agua, junto con los sectores populares, con la lucha en las calles frenarán el acaparamiento del agua, no podemos seguir esperando para reclamar un alto a la sobreexplotación de este bien común vital.