La inflación, la guerra, y la pandemia están golpeando muy duro, pero desigualmente. Mientras en Chile los grandes empresarios esconden sus fortunas en los patrimonios de sus hijos, o cambian sus domicilios tributarios a Europa, el pueblo más pobre se ve amenazado a mayor marginalidad, con una inflación que tiene la Canasta Básica Familiar por lo cielos, a precios que incluso para una familia de clase trabajadora ya le es difícil de sustentar
Martes 19 de julio de 2022
imagen: campamento en Lota
El informe mensual que entregó en junio recién pasado el Ministerio de Desarrollo Social habla por sí solo, la Canasta Básica de Alimentos (CBA) [ver acá] alcanzó un valor mensual de $56.386 por persona, una variación de un 17,9% en los últimos doce meses, cuando la CBA estaba a $47.811. Esto mientras no se ha visto ni un incremento de esas magnitudes en los salarios, que deberían estar ajustándose a la inflación mes a mes.
En base a esta cifra se calcula además el límite de la línea de la pobreza, y la línea de la pobreza extrema, que hoy tiene amenazadas a miles de familias con retroceder de esa frontera, que aumentó en ambas líneas en estos últimos doce meses en un 13,6%, con la línea de pobreza por persona equivalente a $201.230 y la línea de pobreza extrema por persona equivalente a $134.153.
Cifras que no dejan de expandirse y arrojar a más familias por detrás de la línea de la pobreza, e incluso por detrás de la pobreza extrema; y que continúa presionando también a las familias trabajadoras que cada vez mas tienen que gastar su sueldo en alimentación, muchos acercándose peligrosamente a la línea de la pobreza.
Pero lo que le pasa a la mayoría de la población, y su lucha cotidiana contra un escenario nacional e internacional complejo, no es lo mismo en las clases altas, allí los problemas están lejos de ser la preocupación por la alimentación, o “de llegar al mínimo de calorías necesarias”, sino que siguen buscando mantener intactas sus fortunas mientras quienes les crean la riqueza se van precarizando más y más.
Esto es lo que está pasando en varias familias de la burguesía chilena, que están traspasando parte de sus fortunas, “donando” como dicen ellos, al patrimonio de sus hijos, o cambiando de domicilio tributario para pagar impuestos en otras condiciones mejores.
Una “avalancha” de solicitudes decía un abogado tributarista al Diario Financiero [1](y de donde sacamos la siguiente información). Paquetes accionarios, propiedades fastuosas, dinero en efectivo, son las alternativas de quienes se quedan con la mayor parte de la torta para seguir repartiéndola entre su progenie.
Carlos Solari (Falabella) a sus cuatro hijas, los tres hermanos Paulmann (Censocud) a su hijos, Angelini (Corpesca, Omega 3, Abastible y Copec) a sus hijos, este último con una cifra de mas de 4 mil millones de pesos, o Yarur del BCI, que ya transfirió 1.038.951 acciones del banco y $ 7.470 millones a sus nueve hijos. Cifras por fuera de la realidad de la mayoría de la población que ve como la inflación se carcome el sueldo en comida cada vez mas rápido. Y esto solo los mas mas grandes, porque hay tiburones mas "pequeños".
El mismo Diario Financiero nos sigue dando esta info: “el empresario Claudio Engel, a mediados del año pasado, solicitó traspasar $ 176 millones a cada uno de sus cuatro hijos, totalizando un traspaso de $ 705 millones. Diego Vicuña, director y accionista de Coca-Cola Embonor, inició un trámite para donar $ 2.844.065.721 a su hijo. Lázaro Calderón, gerente general y uno de los dueños de Ripley, inició un proceso voluntario para donar anualmente (y durante cinco años) $ 242 millones a cada uno de sus cinco hijos. Un proceso similar realizó su esposa (Nurit Pollak), quien solicitó traspasar US$ 120 mil a los mismos beneficiarios durante el mismo periodo.”
O, “Gabriel Ruiz-Tagle, ex accionista mayoritario de Blanco y Negro y ex ministro de Deportes durante el primer mandato de Sebastián Piñera, con sus seis hijos. En septiembre de 2021 el empresario inició los trámites para traspasar a cada uno el 4,6% de Frutícola y Exportadora Atacama Limitada, una empresa dedicada a la exportación de uvas, cítricos y paltas. Cada porcentaje, de acuerdo a los documentos presentados ante la justicia, está valorado en $ 1.186.141.502 millones. Además, conforme a la regulación actual, Ruiz Tagle transparentó un patrimonio que excede los $ 90.000 millones.”
O propiedades, “Eliodoro Matte, que en diciembre recibió la luz verde de la justicia para donar una propiedad en Zapallar (avaluada en $ 644 millones) a su hija Pilar Matte Capdevilla.” La misma del contrabando.
Solo una pequeña fotografía de como ocultan sus capitales, es la distinta realidad que enfrentan los distintos sectores de la sociedad ante la crisis, por eso repongamos la pelea por un salario y pensiones mínimas de 650 mil así como un aumento general de salarios en torno a la inflación. La lucha por la reducción de la jornada laboral sin rebaja de salario y repartiendo el trabajo entre ocupados y desocupados. Contra el alza de precios y la especulación de grandes capitalistas, nacionalización de empresas que especulan o se coludan con los precios contra el pueblo (como el caso del Gas descubierto hace poco), impuesto por comités de control de precios desde los sindicatos y poblaciones. Por un impuesto a las grandes fortunas y a los banqueros para un ingreso de emergencia por inflación. Contra el pago de la deuda externa, por la nacionalización de los recursos estratégicos y naturales para resolver salud, educación y vivienda.
Que esta crisis la paguen ellos, no las y los trabajadores y el pueblo pobre