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Red Internacional
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Hambre y saqueos. ¡Aumento de salarios, jubilaciones y programas sociales, IFE para todos! 10 medidas de emergencia ante la crisis

Ante la voracidad empresaria y la complicidad del Gobierno, la clase trabajadora debe intervenir independientemente. Asambleas para imponer un plan de lucha a la CGT, las CTA y las conducciones de organizaciones sociales. Que los ingresos no pierdan con la inflación. Retroceso de los tarifazos. Ingreso de Emergencia para informales y monotributistas. Aumento de planes sociales y alimento a comedores. Freno inmediato a la especulación de alimenticias y supermercados.

Miércoles 23 de agosto de 2023 09:51

Foto archivo Perfil

Foto archivo Perfil

Como se detalló en otra nota, desde este martes se produjeron situaciones de saqueo en diversos puntos del país, haciendo evidente ante los ojos del mundo la crisis económica y social que se profundiza. Una crisis agravada desde la semana pasada por el Gobierno de Unión por la Patria, que mediante una devaluación del 22 % decidida por Sergio Massa a pedido del FMI, descargó un nuevo ajuste que encarece alimentos y productos esenciales.

Es urgente que la clase trabajadora intervenga organizada y de forma independiente, planteando una salida propia e imponiendo sin dilaciones a las conducciones de la CGT, las CTA y las organizaciones sociales que convoquen a un plan de lucha nacional.

Eso implica pelear, también, tanto contra la demagogia de quienes piden “orden” (represión a los sectores populares) como contra las operaciones de fake news y los usos electorales que hacen de esta crisis las fuerzas políticas patronales.

Diez medidas de emergencia

No es posible cambiar esta situación crítica sin tomar medidas de emergencia y elementales.

  •  Organizar asambleas en lugares de trabajo y centros de actividad para debatir cuáles son las necesidades de la población trabajadora y plantear propuestas para satisfacerlas.
  •  Que esas asambleas le impongan a las conducciones de la CGT, las CTA y las organizaciones sociales un urgente plan de lucha y un paro nacional para enfrentar esta crisis social.
  •  Garantizar que los ingresos no sigan perdiendo frente a la inflación, mediante un aumento de emergencia para salarios, jubilaciones y programas sociales. Salarios, como mínimo, iguales a la canasta familiar, indexados mensualmente de acuerdo a la inflación.
  •  Inmediata implementación de un Ingreso de Emergencia para las trabajadoras y los trabajadores informales y monotributistas de las categorías más bajas.
  •  Que no se recorten los programas sociales y los alimentos a los comedores. Por el contrario, deben aumentar en el camino de una salida de fondo al problema del trabajo.
  •  Trabajo con derechos para todas y todos. Trabajar seis horas por día, cinco días a la semana, con un salario para todas y todos que cubra la canasta familiar.
  •  Terminar con las maniobras especulativas de los grandes grupos empresarios formadores de precios. Privilegiando sus ganancias, las grandes alimenticias y cadenas de supermercados especulan con el hambre del pueblo e imponen una situación caótica a millones de personas.
  •  Apertura inmediata de los registros contables de esas grandes empresas para desbaratar los “secretos comerciales” tras los que esconden sus maniobras saqueadoras de los bolsillos populres.
  •  Expropiar a las grandes empresas que especulen con el hambre del pueblo. Que esas empresas no queden en manos de burócratas estatales sino que sean administradas por sus trabajadores y comités de consumidores organizados en los barrios.
  •  Marcha atrás con los tarifazos (electricidad, gas, combustibles, transporte, etc.) que golpean fuertemente al pueblo trabajador y a los pequeños comerciantes. Reducción de impuestos para esos mismos pequeños comerciantes que son asfixiados por la crisis y el ajuste.

    A su vez, ante la acuciante situación de millones de familias que alquilan, es necesario gravar con impuestos progresivos a las viviendas vacías para desalentar la especulación inmobiliaria y que esos inmuebles se vuelquen a la oferta. Poner un tope al precio inicial de los contratos y a las actualizaciones, de acuerdo a la evolución de los salarios formales e informales. Limitar los alquileres temporarios a quienes excedan los 300 mts2 sin contar la vivienda propia y prohibir los precios en dólares. Todo ello en el camino de dar respuestas estructurales al acceso a la vivienda, como créditos baratos y con tasa subsidiada y un plan de obras públicas (controlado y planificado por las y los trabajadores) que cree las viviendas necesarias, urbanice los barrios.

    La gran mayoría de las y los políticos de las coaliciones gobernantes (lo que incluye, obviamente, a Javier Milei) son millonarios que gobiernan para los poderosos. Están tan alejados de la vida de las mayorías populares que esta crisis no les afecta. Como es parte del programa del Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad, también es indispensable terminar con los privilegios de todos los funcionarios políticos y judiciales, que ganen lo mismo que una trabajadora o un trabajador.

    Tal como lo plantó el FITU ante la reciente devaluación impuesta por Sergio Massa, “todas estas reivindicaciones inmediatas deberán ser parte un plan económico obrero y popular (...) que parta del desconocimiento total y no pago de la deuda externa y la ruptura con el FMI, junto a medidas de autodefensa nacional como la nacionalización de la banca y del comercio exterior, creando una banca única que evite las fugas, garantice créditos baratos y resguarde los ahorros de los pequeños ahorristas. Desde el Frente de Izquierda Unidad sostenemos que la organización y la lucha de la clase trabajadora es la única herramienta eficaz para derrotar al mayor ajuste del gobierno y el FMI que también apoyan el ultraderechista Milei y Patricia Bullrich”.


  • Redacción

    Redacción central La Izquierda Diario