Es posible que el simple hecho de escuchar el nombre Karl Marx o marxismo genere tensión y atención por sí mismo, a más de dos siglos de su nacimiento, ya sea para descreditarlo o reivindicar sus aportaciones, dicho nombre sigue haciendo ruido.
Domingo 5 de mayo de 2024
“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”, Karl Marx, Tesis sobre Feuerbach.
Karl Marx nace un 5 de mayo de 1818 en Tréveris, Alemania. Estudioso del derecho y la filosofía concientizó las relaciones de opresión y explotación en su contexto desarrollando posteriormente una propuesta teórico-práctica para la construcción revolucionaria mediante la emancipación de la clase oprimida, el proletariado. Proponiendo la alternativa socialista, Marx mostró una vía para la organización de las sociedades en las que las relaciones de dominación capitalista fueran superadas.
Marx vio el mundo de manera diferente al orden capitalista y sus relaciones de dominación respaldadas mediante trasfondos, económicos, políticos y culturales. A partir de esto propone una organización social humana con más justicia y equidad.
Inspiró la Revolución Rusa de 1917 influyendo en el desarrollo del leninismo como un primer intento serio de establecer un proyecto no capitalista sino socialista mediante la instauración de la URSS. Sin embargo, es bien sabido que el proyecto soviético se alejó del marxismo con la muerte de Lenin y la degeneración del naciente Estado Obrero impulsada por el estalinismo.
Con la caída del Muro de Berlín y la disolución de la URSS entre los años de 1989-1991 del pasado siglo XX, se consideró el fin del “socialismo real” y con ello, de manera justa o injusta, la refutación de la teoría marxista y toda tendencia relacionada con ésta. Dichos países autodenominados socialistas(que ensalzaban el tipo soviético de organización social, pero que en los hechos ésta había sido suprimido por el dominio de burocracias opresoras de sus propios pueblos) se decían desenvolver con esa base ideológica aunque sólo fuera mera demagogia y apariencia; lo cual, en el marco de la dominación del capitalismo a nivel mundial, llevaría a una derrota social, económica e ideológica; a una restauración capitalista.
Así, luego de tal acontecimiento histórico, se pretendió borrar al marxismo de planes de estudio en universidades, ámbitos intelectuales o sociales; esta cuestión se agudizó en los años posteriores y la década de los noventa, producto también de la imposición de la tendencia neoliberal, como la única posible para el desarrollo y estabilidad de las sociedades; confiar en el libre mercado, la iniciativa privada y los empresarios. Propuestas con las que la opresión y la precarización de la clase trabajadora siguió creciendo, incluso cuando se llegó a “sostener” que en el neoliberalismo las clases sociales se borran, pues la meritocracia individual era “un factor igualitario de desarrollo”.
Sin embargo, a más de treinta años de neoliberalismo, el desarrollo de las sociedades puede ser fácilmente cuestionado, debido a que las desigualdades sociales, la injusticia, la corrupción y la violencia se siguen agudizando.
Posterior a la crisis mundial de 2008, se hizo más evidente el fracaso de dicho orden. Entonces, ¿el capitalismo neoliberal será en realidad un sistema óptimo para la humanidad? ¿Qué pasó con el “fin de la historia”, es decir, el fin de la lucha de clases, que proclamaron entusiastamente los ideólogos del capitalismo decadente? Y es aquí cuando Marx sigue dando de qué hablar, al ser palpable la necesidad de retornar a su análisis, pues su crítica a la barbarie capitalista está más vigente que nunca.
Prueba de ello es el reanimamiento de la época de crisis, revueltas y revoluciones, con las fuertes tensiones entre las grandes potencias que por ahora ejercen la guerra y el genocidio a través de terceros como en Ucrania y Palestina. El florecimiento de los campamentos universitarios que cuestionan el genocidio israelí impulsado por las viejas potencias imperialistas y confluyen con trabajadores universitarios que se les suman a esta lucha, mientras otros sectores como los trabajadores portuarios impiden el envío de armas a Israel (así lo hacen en Gran Bretaña), como lo hicieron a su vez en tiempos de la guerra de Vietnam, hoy son un viento fresco que pone la figura de Carlos Marx y los grandes continuadores de su teoría en un primer plano.
Si bien es una teoría que no es perfecta y existen cuestiones que hay recontextualizar, el marxismo sigue siendo una gran herramienta para analizar y entender el presente. La idea de que el cambio histórico tiene raíces económicas y que la historia de la humanidad se rige por la lucha de clases, es un arma que sigue siendo poderosa para criticar y cuestionar el sistema establecido, en pro de buscar mejoras en las condiciones de vida de la clase trabajadora.
De esta forma, un aniversario más del natalicio de Marx puede ser también una invitación a reflexionar las circunstancias de vida, y por ello, las condiciones de explotación y precarización en las que injustamente todavía vivimos quienes movemos los engranes de la producción capitalista, la clase trabajadora. Así, concientizando sobre la importancia de la organización en clave revolucionaria podemos buscar pugnar por una sociedad sin explotación ni opresión reivindicando el proyecto socialista con las armas de la crítica y la propuesta de Karl Marx como una herramienta vigente.
"En todas las manifestaciones que provocan el desconcierto de la burguesía, de la aristocracia y de los pobres profetas de la regresión reconocemos a nuestro buen amigo Robin Goodfellow, al viejo topo que sabe cavar la tierra con tanta rapidez, a ese digno zapador que se llama Revolución."
Karl Marx, Discurso pronunciado en la fiesta de aniversario del People’s Paper, abril 1856.