El paro del 6A y el mundo obrero: opinan periodistas gremiales. Tomás de Perfil: las internas en la CGT, las oportunidades y límites de la izquierda, quién “capitaliza el descontento”.
Miércoles 5 de abril de 2017
El paro ya llega pero parece que tuvo un costo. Acto accidentado, debates “internos” y también “cuestionamientos" en sectores de base, algunos hablan de “crisis la autoridad” del triunvirato. ¿Cómo se llegó a esta situación y cómo te parece que sigue?
El problema de la CGT es coordinar un plan de acción entre posiciones que van desde el oficialismo solapado hasta la oposición del “resistiendo con aguante”
Sectores críticos y la izquierda dicen que no puede ser un “paro dominguero”. ¿Cómo ves esa jornada; qué efectos puede tener?, ¿qué estrategia opinás que va a seguir la conducción cegetista luego del 6A?
Creo que la izquierda aprovecha la oportunidad de una manera inteligente, como un equipo de fútbol que se sabe en situación de inferioridad numérica y juega a embarrar la cancha.
En base a mi experiencia en la cobertura de anteriores paros, creo que el tema va a incomodar a la CGT y va a permitir dar visibilidad a las consignas de la izquierda. Sin embargo, para la central peronista hacer un paro con los trabajadores en su casa les permite dejar la amenaza latente de una nueva medida de fuerza que conjugue una movilización con la paralización de las actividades.
Creo que el tema va a incomodar a la CGT y va a permitir dar visibilidad a las consignas de la izquierda
Esta situación de recesión, dureza del gobierno, descontento social y algunos cuestionamientos a la CGT intenta ser capitalizada por distintas corrientes, desde variantes peronistas hasta de izquierda. ¿Cómo ves que pueden desenvolverse las adhesiones sindicales y políticas de los trabajadores en los próximos meses?
Más allá de una situación objetiva acuciante para todos los asalariados, no hay un liderazgo o una corriente capaz de capitalizar ese descontento
Para la izquierda, esta podría ser una oportunidad, porque se trata de una elección legislativa de medio término, el peronismo está debilitado y el gobierno conservador es un objeto ideal para impulsar una campaña. Sin embargo, hay dos factores que, creo, limitarán su capacidad de acción: por un lado las diferencias internas del Frente de Izquierda que ya son un clásico pero que son difíciles de digerir para el electorado no “iniciado”. Por el otro, el nivel de desempleo alto es un fuerte disciplinador social. Como bien saben quienes trabajan en las bases, cuando los trabajadores temen perder su fuente de ingreso es difícil convencerlos de radicalizar sus posturas.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario