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Red Internacional
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Elecciones. Autocríticas y reclamos de cambio de rumbo: un oficialismo en crisis tras la derrota electoral

La interna dentro del Frente de Todos se volvió a tensar. Desde los sectores que se consideran a sí mismos de izquierda dentro de ese espacio hubo duras críticas. Críticas que en varios casos sostenían hace meses y no les impidieron llamar a votar "tapándose la nariz".

Lunes 13 de septiembre de 2021 15:59

“La desigualdad social ha aumentado en estos años lejos de achicarse”. “En un año solo dimos cuatro IFE. Y encima prometimos que había que terminar con el millón de planes”. “Dijimos muchas veces que era una barbaridad que el Gobierno hiciera un ajuste durante la pandemia. Y lo hizo”.

Por estas horas, el Frente de Todos es un verdadero hervidero. Las declaraciones duras son lo que sobran. En particular, desde el sector que se presenta a sí mismo como la izquierda kirchnerista, las críticas suben de tono y exigen "urgentes" cambios de gabinete y de política económica. Las frases antes transcriptas corresponden a Juan Grabois, Luis D’Elía y el periodista Roberto Navarro.

Entre las primeras en ejercer la autocrítica estuvo la misma Tolosa Paz, quien en Somos Radio habló con Daniel Tognetti y dijo que “cuando una sociedad está descontenta es que la política de quienes gobernamos, porque esa es la herramienta que tenemos hoy, no pudo transformar la vida. Me parece que hay un presidente y gobernadores que van a tener que tomar el toro por las astas y empezar a trabajar sobre la resolución de los problemas”.

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Más tarde, entrevistado en Radio Rock and Pop, le tocó el turno a Grabois, que criticó la composición del gabinete presidencial y afirmó que hay “un gobierno que tiene una política económica amarreta en un momento de estancamiento fuerte, una política redistributiva que no es peronista y una desigualdad social ha aumentado en estos años lejos de achicarse”

Sintonizando la misma frecuencia Luis D’Elía dijo en su programa de radio que “en un año solo dimos cuatro IFE, nada más. Y encima prometimos que había que terminar con el millón de planes”. En la misma tónica de Grabois, pidió un cambio de gabinete y criticó el "marketing trucho" de la moderación.

A su turno, Roberto Navarro señaló que “entre enero y julio el Gobierno recortó el gasto público en términos reales, bajando fundamentalmente el gasto en ATP y IFE. No encontré otro país que ajustara en 2021, por el contrario, la mayoría puso más plata que en 2020”.

Evadiendo responsabilidades

Sin embargo, este tipo de declaraciones funcionan como un juego para evadir responsabilidades y seguir sosteniendo el apoyo al Frente de Todos, incluso cuando se denuncia el ajuste o la tibieza ante el gran capital. Algunos de quienes hoy aparecen como duros críticos habían formulado declaraciones en la misma tónica ante de las elecciones. Y sin embargo, llamaron a votar al oficialismo "con la nariz tapada"

Un ejemplo de esto fue el del mismo Grabois, quien dos días antes de las elecciones, en medio de durísimas críticas, llamó a votar al Frente de Todos "mordiéndose los labios". Pero, además, en el mismo mensaje llamó explícitamente a no votar al Frente de Izquierda Unidad.

Sin embargo, como lo confirman las cifras de la votación, eso no ocurrió. El FITU recibió un importante apoyo de muchos militantes de organizaciones sociales y populares. Eso se vio en las urnas y también en los miles de mensajes que circulares en las redes sociales y por whatsapp.

La autodenominada izquierda kirchnerista utiliza el resultado electoral para presionar en pos de una agenda más cercana a sus ideas. Pero lo hace sosteniendo el mismo proyecto político-económico. Por eso no dudaron en llamar a votar a los candidatos del Frente de Todos a pesar de que denunciaban el ajuste que el Ministerio de Economía llevaba adelante.

Ese ajuste -que fue una decisión política y no el resultado “natural” de la pandemia- mantuvo las condiciones de vida de las mayorías populares en niveles dramáticos. El hambre creciente, la falta de vivienda, los problemas del salario ante la inflación, los despidos. Ese enorme listado de padecimientos son parte de las razones para que millones votaran masivamente un castigo.

Es lo que explica también el fortalecimiento electoral del Frente de Izquierda, que fue activo denunciante de este ajuste pero que, además, peleó codo a codo con quienes salieron a luchar por sus demandas.

La política que llevará adelante el oficialismo de cara a las elecciones generales es todavía una incógnita. No son descartables entonces medidas económicas paliativas para determinados sectores sociales golpeados por la crisis. Sin embargo, eso no constituirá ningún cambio en cuanto a políticas estructurales. Los pedidos y reclamos por “cambiar el rumbo” tienen un límite: las negociaciones con el FMI y los pagos de la deuda pública que el Gobierno, afirmó, respetará.


Redacción

Redacción central La Izquierda Diario