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Red Internacional
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POLÍTICA ECONÓMICA DE TEMER. Autonomía ’técnica’ del Banco Central, tercerización de los ataques a manos de los bancos

El ministro de Economía, Henrique Meirelles, anunció en la mañana de ayer (17) los nombres de su equipo económico, entre ellos en nuevo presidente del Banco Central, el economista Ilan Goldfajn, que ya tuvo un paso por la dirección colegiada del BC como director de Política Económica entre 2000 y 2003, durante la gestión del tucano y neoliberal, el también banquero Armínio Fraga. Ilan fue también consultor del FMI y hasta el momento actuaba como economista-jefe del Itaú-Unibanco, el mayor banco privado de Brasil.

Miércoles 18 de mayo de 2016

La indicación de un economista ligado al sector financiero y exconsultor del FMI es un nuevo símbolo de la gestión de Temer, una verdadera ceocracia, al servicio de los intereses de las ganancias de los grandes bancos y del capital internacional.

La elección de Ilan fue elogiada por Alexandre Tombini, actual presidente del Banco Central, y también por los "mercados" -las bolsas brasileras cerraron el alza y el dólar se devaluó, señal de que los grandes capitalistas aprobaron el nombramiento. La gran expectativa de los "mercados" es que un fuerte equipo económico abiertamente neoliberal y ligado a los bancos, un verdadero "dream team" del ajuste, pondrá en marcha dos grandes políticas de austeridad en este nuevo gobierno golpista: el llamado "equilibrio de las cuentas públicas" y las reformas estructurales, es decir, "devolver la confianza" a los capitalistas en relación a las rentas que podrán obtener con la especulación financiera, conl os títulos de la deuda pública y las privatizaciones en Brasil.

Autonomía "técnica" del Banco Central

Junto con el nombramiento de Ilan, Meirelles afirmó este martes que la misión del Banco Central será coordinar la ejecución de la política monetaria y cambiaria, es decir, control de metas de inflación, definición de la tasa básica de interés, nivel de crédito, entre otras. El ministro confirmó que el presidente del BC dejará de ser ministro, pero tendrá prerrogativa de fuero especial, lo que significa que solo puede ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal, a través de una Propuesta de Enmienda a la Constitución.

En esta misma PEC, Meirelles afirma que será incluida una propuesta de autonomía técnica y decisoria del Banco Central frente al gobierno. Según el ministro, esta propuesta -que sería una especie de nueva versión de la de Romero Jucá (PMDB) que define la independencia del BC- "fomalizaría" y garantizaría en la Constitución una política de relativa autonomía del BC que ya opera en la realidad económica del país, incluso durante los gobiernos de Lula y Dilma. En la práctica, esta PEC de Meirelles, que debe pasar por el Senado y por Diputados, garantizará constitucionalmente que el BC tendrá independencia en relación a un determinado programa de gobierno para adoptar las medidas de ajuste necesarias para alcanzar una determinada meta de inflación (que actualmente es de 4,5%) que en realidad solo tiene en consideración la preocupación de los técnicos del gobierno de garantizar la rentabilidad de los empresarios y especuladores, sin cualquier preocupación con el nivel de empleo, salario y consumo de los trabajadores.

Es importante recordar que Dilma señalaba en su campaña electoral el año pasado, en forma demagógica, que un BC independiente sería la institución de un "gobierno de los banquerso", lo que por lo tanto significaría mayores ataques a los derechos sociales de los trabajadores y del conjunto de la población más pobre. Sin embargo, en la práctica, como vimos a lo largo de 2015 y este año, la indicación de Levy y la serie de ajustes que comenzó a aplicar Dilma en su gobierno, muestran la demagogia de este discurso. Otra contradicción en el discurso petista en las elecciones presidenciales de 2014 es que la propia política económica de la década petista de Lula y Dilma benefició enormemente las ganancias de grandes bancos nacionales y extranjeros, en detrimento de las condiciones de trabajo de los trabajadores bancarios y en nombre de la elevación del nivel de endeudamento de la población -bajo unas de las mayores tasas de interés del mundo- y de la deuda pública brasilera.

¿Banco Central: independencia para qué?

Según Renan Calheiros, en una declaración en 2015 en ocasión de la primera tramitación de la PEC de Jucá, el BC independiente sería el "ajuste de los ajustes", una forma más directa de garantizar el apoyo y confianza de los empresarios y del capital en medio de la crisis económica mundial y la desaceleración de la economía brasilera. Sin embargo, en la práctica, el BC ya actúa para favorecer las ganancias de los empresarios y de las ganancias del capital extranjero, como se puede ver desde los ajustes neoliberales de los años 1990 que fueron sinónimo de pobreza, desempleo, privatizaciones y la profundización de la desigualdad social en el país.

La existencia de un Banco Central independiente en diversos países en algo reciente, ligado a la oleada neoliberal que atravesó toda la década de 90. Es una presión de la reforma neoliberal apoyada por el FMI, para colocar los rumbos de las economías nacionales absolutamente al servicio del imperialismo y de las ganancias de los capitalistas. De esta manera, ha sido una propuesta discutida en otros países, desde potencias capitalists y países ricos, como Estados Unidos, Japón y Zona Euro, hasta los países semicoloniales de América Latina, como Brasil, Argentina y Chile.

El hecho es que un BC independiente sería un instrumento necesario en las manos de los capitalistas para someter la economía en forma directa, sin practicamente ninguna mediación política. Sin embargo, eso ya ocurrirá en la práctica con el BC "técnicamente autónomo", que será una carta blanca para que Ilan y Meirelles apliquen las medidas necesarias para atender los intereses del capital financiero internacional, reduciendo aun más el relativo margen de maniobra del gobierno brasilero ante los especuladores y el imperialismo.

También hay que decir que el BC sometido al Ejecutivo ya es una herramienta capaz de manipular tasas de interés, inflación, emisión de moneda, al servicio de los intereses del capital extranjero de las grandes multinacionales e inversores y de bancos y empresarios en Brasil y para profundizar todas esas medidas para que estén cada vez más volcadas a los intereses de los empresarios en medio de los impactos de la crisis económica en Brasil, es necesaria una política económica que sirva para descargar de una sola vez la crisis en las espaldas de los trabajadores. O sea, una política de profunda austeridad económica, neoliberal, con cortes en los gastos sociales, en los derechos duramente conquistados por los trabajadores y privatizaciones y concesiones, además de la entrega de los recursos naturales, la reducción de salarios, el aumento del costo de vida y la desocupación.

La única respuesta a la oleada neoliberal de entrega de nuestra economía a las manos de los bancos y grandes empresarios se profundiza con el gobierno de Temer-Meirelles, está en las luchas de los secundarios de San Pablo, Rio Grande do Sul, Rio de Janeiro que muestran el camino tanto para combatir los ajustes como para enfrentar el gobierno de Temer e imponer por la fuerza de la lucha de la juventud y de los trabajadores una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, para discutir y dar una respuesta a las necesidades de los sectores oprimidos de Brasil y que pueda apuntar hacia la independencia de hecho de Brasil en relación a los intereses imperialistas.