Se trata de tres profesoras de la carrera de Artes Electrónicas. Denuncian salarios adeudados, precarización laboral y amenazas de la gestión frente a los reclamos. Las clases comienzan el 15 de marzo.
Sábado 13 de febrero de 2021
Reproducimos comunicado de las docentes de Pensamiento Tecnocientífico de la Carrera de Artes Electrónicas de la Universidad de Tres de Febrero Marina Rieznik, Carla Lois y Laura Esteras difundido en redes sociales.
Hola, esperamos que anden bien. Les escribimos para contarles que el coordinador de la carrera, Mariano Sardón, ha decidido reemplazarnos en el área de pensamiento tecnocientífico. Una decisión inconsulta, sin previo aviso y en medio de una situación nacional, y mundial, en la que dejar a alguien sin trabajo tendría que ser una situación excepcional, cuyos motivos estuvieran, por lo menos, explicitados. Dada la situación, decidimos abrir la información a toda la comunidad de la UNTREF. Hasta donde nosotras sabemos, esto no responde a un descontento salido de colegas docentes, con quienes estuvimos todo el año reuniéndonos e intercambiando materiales e ideas. El descontento tampoco creemos que haya salido de las aulas, no sólo por lo que vimos allí y en las encuestas, sino porque más de una vez nos han contactado estudiantes para compartir trabajos, pedir algún tipo de asesoramiento, intercambiar ideas y materiales o solicitar la tutoría de tesis. Lamentamos que el coordinador nos haga perder esos espacios de intercambio que valoramos mucho y en los que aprendimos un montón.
Desde el 2019 tres mujeres fuimos convocadas a trabajar en la carrera y hacernos cargo del área de pensamiento tecnocientífico (Marina Rieznik, Laura Esteras y Carla Lois). No vale la pena contarles todo el esfuerzo que pusimos en el armado de la materia y en los intentos de articulación con los requerimientos del nuevo plan y de las demás materias, porque ya lo saben todas las personas con las que compartimos reuniones docentes y aulas en modalidad presencial y virtual. Si vale la pena contarles las últimas reuniones con el coordinador que es el único antecedente que tenemos para entender semejante situación. En julio del 2020, le pedimos en una reunión si se nos podía pagar el mes que íbamos a trabajar gratis de más, por la situación de pandemia, ya que no estaba estipulado en el contrato. Además, pedimos si se podía considerar ganar un poco más los meses ya acordados. Todavía no habíamos cobrado nada, aún hacia fines del cuatrimestre y, bajo la modalidad de contrato, iríamos a ganar la mitad que lo que ganaba un docente con nombramiento. Nos explicó el coordinador que eso no dependía de él sino de las autoridades de la UNTREF.
Ante nuestra idea de hacer un petitorio para solicitar lo reclamado a las autoridades, se lo comentamos al coordinador, creyendo que era nuestro aliado y no nuestro enemigo. No obstante, fuimos amenazadas, nos dijo que eso terminaría con abogados de por medio, que no haría falta ni que las autoridades levantaran el teléfono, se encargaría el propio coordinador de despedirnos. Con nuestros meses adeudados de salarios como rehenes de la situación, y sintiendo el compromiso con quienes participaron en nuestras clases, resolvimos trabajar el mes siguiente restante de manera gratuita, pasar las notas y terminar el largo cuatrimestre virtual.
No logramos cobrar ese mes trabajado por la situación de pandemia, pero si los meses acordados. Consultamos también en una reunión con el coordinador por qué no se nos estaba contratando para el segundo cuatrimestre, dado que a principios de 2020 nos habían dicho que no sólo daríamos una materia en el primer cuatrimestre, sino que nuestras tareas se ampliarían y daríamos dos materias más durante el resto del año: ustedes tienen que pensar en el largo plazo, nos decía. Se adujeron entonces motivos de descalabro general producidos por la pandemia y de ningún modo algún tipo de descontento con nuestras tareas. Desde la coordinación durante el segundo cuatrimestre continuaron mandándonos mensajes para que cumpliéramos con tareas docentes, como fue con la toma de exámenes finales, seguimos el intercambio con anuncios en los canales de la carrera de nuestras actividades, se nos pidió completar grillas con nuestra experiencia en la virtualidad, etc. El coordinador nos invitaba a sus eventos y el tono era más que amistoso en las conversaciones, como si las amenazas nunca hubiesen existido. Nada hacía suponer que no nos llamarían para volver a dar la materia en el primer cuatrimestre 2021.
Por otro lado, este año empezamos a discutir nuestra condición salarial con el resto de quienes están contratados y en la misma situación de indefensión que nosotras. Una cuestión más nos había advertido el coordinador: no podíamos decir cuánto ganábamos a quienes eran docentes de la UNTREF. Este último pedido, que sólo apuntaba a mantener la discrecionalidad de la asignación de sueldo a cada docente bajo régimen de contrato, no lo cumplimos en el ámbito gremial, como muchos de ustedes sabrán. Nos parece un derecho laboral básico el de la información abierta para que sirva a la defensa de nuestros salarios. Para solicitar equiparar nuestro sueldo al de quienes tenían nombramientos, esos números tenían que ser puestos sobre la mesa (ni siquiera estábamos considerando los aportes jubilatorios, obra social y vacaciones!).
Hoy a la tarde, después de no respondernos los mensajes desde la semana pasada, Mariano Sardón nos dedicó dos líneas para confirmarnos que efectivamente no nos iban a contratar, aludiendo como único motivo "hemos redefinido lo que estamos necesitando". Lamentablemente, detrás de todo el discurso de horizontalidad que expone el coordinador públicamente acerca de la carrera, reina el más absoluto maltrato a las mujeres, además de la información discrecional y la falta de reconocimiento del trabajo de construcción práctica y teórica que llevan adelante docentes y estudiantes. Sabemos que no somos las primeras en terminar de manera imprevista el trabajo en la carrera, pero nos costó mucho encontrar información sobre casos anteriores cuando estábamos en medio del conflicto. Esperamos que hacer pública esta situación sirva a colegas que siguen trabajando, creemos que el camino es abrir la información y organizarnos para que no sea tan fácil desecharnos como si fuéramos variables de ajuste de caprichos ajenos. Esperamos volver a encontrarnos con ustedes en espacios más horizontales.
Marina Rieznik, Carla Lois y Laura Esteras