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Red Internacional
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EDUCACIÓN. Autoritarismo, acoso y hostigamiento a estudiantes en la Universidad Católica de Temuco

Hoy día, cada vez las acusaciones de acoso, autoritarismo e inclusive sumarios de estudiantes en las universidades, se hacen más recurrente.

Martes 17 de abril de 2018

En la universidad Católica de Temuco, el día sábado en una ceremonia de titulación, de la facultad de Ciencias Sociales, estudiantes que participaban de dicha ceremonia, denunciaron públicamente los hostigamientos y acoso académico que venían pasando desde el año 2015, las cuales manifestaron que inclusive muchas estudiantes de la universidad y en especial de la carrera de Ciencia Política se fueron de la universidad o se cambiaron de carrera, por los mismos hechos que pasaron y aun siguen pasando.

La universidad Católica de Temuco, constantemente ha mantenido por años una política contra quienes se movilicen e inclusive, abierta a muchas veces ejercer la represión en todos sus niveles; se han realizado despidos de docentes por denunciar el hostigamiento laboral, donde se llega acuerdos económicos para que solo quede en cuatro paredes, también el amedrentamiento constante a estudiantes que se movilizan donde generan acuerdos para que el o la estudiante no pueda meterse en ningún espacio de organización estudiantil que exista en la universidad, pero ¿vamos a seguir esperando que ocurran más casaos para poder organizarnos y acabemos con el autoritarismo, el acoso tanto a estudiantes y trabajadores?.

¿Qué política debemos tener para organizarnos en la universidad, frente a los hostigamientos, acoso y autoritarismo?

El 2011 se cuestiono uno de los pilares fundamentales de la herencia de la dictadura, la educación gratuita; demanda que se exigía en las calles y que se puso el debate al centro, que hasta hoy inclusive se viene sosteniendo. Pero no tan solo se cuestiono el endeudamiento de miles de estudiantes, si no que se impulsaron distintas discusiones al interior de las universidades del país, como la educación no sexista, la democratización y la unidad con otros sectores, que después del 2011 vienen saliendo a las calles.

¡Organización estudiantil por un protocolo contra la violencia de género e institucional!

Creemos firmemente que los protocolos deben existir, que son necesarios y urgentes, pero no deben ser la única medida a tomar. Levantemos protocolos que permitan enfrentar el machismo de forma transversal, cuestionando la estructura en que se sustenta el sexismo en las universidades (en mallas curriculares, precariedad laboral, acceso, feminización, etc). Y que no funcionen como un simple manual de sanciones aplicables, potenciando el punitivismo y sin enfocarse en la necesidad de prevenir estos actos.

Para esto es necesaria la creación de un “Organismo Triestamental” que funcione con independencia de las autoridades y que esté conformado por personas elegidas democráticamente, no a puertas cerradas, no al azar, garantizando imparcialidad, funcionando de forma abierta a las organizaciones de mujeres y la organización de los estamentos, fomentando la participación de real injerencia de los estudiantes en cuanto a la toma de decisiones, mostrando una nueva forma de entender el rol de las universidades, considerando como actores de este proceso a estudiantes, académicos y funcionarios.

De lo contrario los protocolos, terminarán siendo una armónica manifestación “Pro-igualdad entre géneros”, pero que en la práctica se traducen en letra muerta, más aún, si no son fruto de la participación triestamental, para entender la problemática del machismo como algo transversal que permea todos los sectores de la sociedad como también las universidades.

Queremos democratizar la universidad.

Muchas veces en la UCT nos golpearon la mesa diciendo “cogobierno aquí NO” , pero este debate debemos retomarlo, ya que va de la mano con la existencia de un protocolo contra la violencia de genero e institucional, donde así seremos las y los estudiantes, funcionarias/os y académicas/os quienes elijamos a nuestros propios representantes, en donde se potencie también en esto la representación y la participación de las mujeres en espacios directivos, etc.

La existencia del cogobierno implica ponerle fin al autoritarismo universitario, pero a su vez implica que cada uno de las y los integrantes de la universidad cuestionen el rumbo de la casa de estudios en la que se encuentran, es decir, la función de sus carreras, de sus facultades, de cómo son enseñadas estas y que rol juega la institución dentro de la sociedad entre otras cosas.