Como decían los socialistas internacionalistas que enfrentaron la carnicería imperialista que fue la primera guerra mundial, “el enemigo está en casa”. Por eso hay que oponerse aquí y ahora tanto al rearme imperialista del Estado español y la UE, como a la escalada belicista que nos lleva directos a la barbarie.
Lucía Nistal @Lucia_Nistal
Martes 5 de marzo de 2024
“Europa se pone en pie de guerra: La UE emprende una metamorfosis que busca disuadir a Putin de iniciar una nueva agresión y garantizar su autonomía en un mundo turbulento”, “Tambores de guerra: los dirigentes europeos se han convencido finalmente de que la UE debe dotarse de los medios necesarios para asumir su propia defensa”.
¿Pero qué está pasando? Estos titulares de El País y La Vanguardia representan el argumentario que justifica el militarismo y rearme de la UE como si fuera una respuesta a amenazas externas, como la supuesta intención de Putin de avanzar en Europa.
La realidad es que, con su “plan de defensa”, los distintos países de la UE se están armando para defender sus intereses imperialistas y ampliar su intervencionismo en el mundo, como evidencia el apoyo al Estado genocida de Israel, la misión en el Mar Rojo detrás de la OTAN, el impulso a la guerra en Ucrania que llevan haciendo desde el principio y que ahora podría quedar en manos de Europa ante un EEUU que se puede retirar o los pactos antimigratorios.
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Efectivamente, más armamento no significa más seguridad y más paz, como nos quieren vender, quiere decir más guerra, más muerte, expolio, destrucción, desplazamientos forzados y fronteras militarizadas. Y, por cierto, más extrema derecha.
Porque si algo alimenta el crecimiento de la extrema derecha es el militarismo que predican tanto conservadores como progresistas.
Porque no lo olvidemos, ya en la legislatura anterior, PSOE y Podemos firmaron juntos los presupuestos militares más altos de las últimas décadas sin ninguna contradicción.
Como decían los socialistas internacionalistas que enfrentaron la carnicería imperialista que fue la primera guerra mundial, “El enemigo está en casa”.
Por eso hay que oponerse aquí y ahora tanto al rearme imperialista del Estado español y la UE, como a la escalada belicista que nos lleva directos a la barbarie.
Tenemos que enfrentar la operación ideológica con la que pretende justificar este giro guerrerista y reaccionario.
Tenemos que luchar para que no se envíe ni un arma ni un soldado a Ucrania o a sus misiones imperialistas.
Tenemos extender el movimiento en solidaridad con Palestina, denunciando en primer lugar la complicidad de nuestro gobierno.
Y, sobre todo, tenemos que trabajar para poner en pie una alternativa política socialista que se construya sobre la solidaridad internacionalista de la clase trabajadora y de los pueblos.
Lucía Nistal
Madrileña, nacida en 1989. Teórica literaria y comparatista, profesora en la Universidad Autónoma de Madrid. Milita en Pan y Rosas y en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT).
