Todo lo que Avon oculta tras su cosmética fachada, de moda, belleza y fantasía.
Sábado 1ro de octubre de 2016 14:47
Por el Gran Buenos Aires, yendo para Victoria (partido de San Fernando), no todo es náutica y río en el municipio massista.
Hay un lugar cerca de acceso Tigre, y la calle Uruguay, donde se encuentra Avon; que, con sus coloridos folletos, sus artículos prometedores, cosméticos, y su red de vendedoras, esconde el ritmo brutal de explotación, donde hay que esconderse para descansar y se trabaja hasta 14 h de corrido, ni hablar si sos de agencia. Se trabaja por agencia de 3 a 6 meses y nunca te efectivizan y estás presionado por el encargado, con el terror de que te rajen.
Todos los que trabajamos ahí somos sostén de familia, convivimos en un trabajo donde la agencia y la empresa son brutales, soportamos humillantes evaluaciones escritas donde se pone en juego los apercibimientos, conducta y las faltas por enfermedad, y que con 5 puntos sos candidato a que te echen.
Esa es la realidad de Avon, la de muchas mujeres y hombre ahí adentro.
Las charlas que dan los gerentes, solo reflejan que ellos ganan y nosotros perdemos. Los jefes dicen que, el sindicato está comiendo de la mano…
Siempre que van a despedir, los delegados se toman licencia, y andan así tomando café con los jefes, como si nada.
Donde el mismo sindicato no reconoció tres de los delegados electos en las elecciones pasadas de la lista 1 naranja de perfumistas.
El mismo que discrimina entre trabajadores de agencias y planta permanente. Esa diferencia que hace alguno seamos de primera y otros de segunda.
Trabajamos desde que entramos, hasta que nos vamos, sin parar, abastecimiento, deposito o piking, todos tenemos que trabajar en estas condiciones, por eso esta realidad tiene que cambiar.