Este lunes en una intervención durante la convención sectorial del PP sobre juventud, Isabel Díaz Ayuso ha afirmado que el problema de los jóvenes hoy es que no tienen “cultura del esfuerzo” y que lo “tienen todo”. Un viejo discurso clasista para ocultar a toda una estructura social y económica que precariza cada vez más la vida, especialmente a la juventud, mientras garantiza los beneficios milmillonarios del IBEX35, la clase capitalista que defiende el PP.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 25 de octubre de 2022
Isabel Díaz Ayuso acusa a los jóvenes de no tener “cultura del esfuerzo” y de “tenerlo todo” durante la convención sectorial del PP sobre juventud. La jefa de la derecha madrileña utiliza una vez más un discurso meritocrático para atacar a la juventud y plantear un escenario donde los principales problemas que afrontan los jóvenes (como el paro, la vivienda o la salud mental) desaparecen y termina siendo responsabilidad individual suya y la razón de su infelicidad.
Díaz Ayuso, sobre los jóvenes: "Les falta esa cultura del esfuerzo que se ha ido perdiendo por numerosas cuestiones" pic.twitter.com/0vBdM1Hpxa
— El HuffPost (@ElHuffPost) October 24, 2022
Al igual que otros dirigentes del arco parlamentario, Ayuso se suma a la idea de utilizar un discurso meritocrático, esa herramienta ideológica de que gana quien más se esfuerza y quien más “talento” tiene, y que, por tanto, los ricos lo son porque se lo han ganado, para justificar las desigualdades sociales. Para la líder del PP madrileño, los problemas de los jóvenes no vienen precisamente de políticas como las de su partido o las del PSOE, que protegen a los grandes capitalistas y condenan a la pobreza a la juventud, sino de ellas y ellos mismos por ser unos “mimados” que han crecido “teniendo todo”.
Ayuso cita leyes educativas que habrían arruinado la educación al “regalar aprobados”, cuando podría quizás haber expuesto que tanto su partido como el PSOE han aprobado dichas leyes que han conllevado recortes a la educación pública y han favorecido a la privada, lo que es un grave problema para la juventud. También habla de los posibles efectos de la pandemia y de las tecnologías digitales que han podido aislar a los más jóvenes mientras se rompían algunos vínculos sociales.
Pero Ayuso no ha creído conveniente recordar que precisamente lo que más aísla a las personas en general es la misma cultura del esfuerzo que ella reivindica. Trabajar un montón de horas, para volver a casa, sobrevivir y levantarse al día siguiente a seguir trabajando sin descanso, no tener energías para ver a amistades, familiares o parejas y ver el tiempo pasar sin perspectivas de un futuro mejor. Una juventud incapaz de desarrollar proyectos de vida debido a la pobreza, a la explotación laboral y la falta de tiempo. Lejos de “tenerlo todo”, como sí tienen los cachorros del PP y otros tantos hijos de la burguesía, la juventud obrera tiene cada vez menos, mientras los grandes capitalistas les roban todo, ya hasta el propio futuro del planeta si no detenemos la crisis ecosocial.
Por ello, debemos de recordar que los parásitos y quienes no necesitan hacer nada para vivir sus vidas de lujos, es precisamente la clase burguesa a la que Ayuso representa y defiende. Un rol que la casta política asume cómodamente porque le reporta amplios beneficios personales y una verdadera vida de lujos sin mayores esfuerzos.
Roberto Bordón
Andalucía