Este jueves 24 de marzo se estrena "Azor", una coproducción suizo-argentina dirigida por Andreas Fontana
Violeta Bruck @Violeta_Bk
Miércoles 23 de marzo de 2022 11:43
La película, que aborda una época histórica muy visitada por el cine argentino, momentos de la dictadura militar instaurada en marzo de 1976, aporta un ángulo nuevo y con un particular tratamiento.
Su protagonista principal, Yvan De Wiel (interpretado por Fabrizio Rongione) es un banquero suizo que llega a Buenos Aires con su mujer a comienzos de los 80 para continuar el trabajo de su predecesor, el intrigante socio René Keys, que de un día para otro desaparece extrañamente del escenario dejando una sola pista anotada en un papel, el nombre “Lázaro”.
El trabajo de De Wiel consiste en la tarea cotidiana de ocuparse de los negocios de la banca privada y para esto debe reunirse con sus clientes, ya sean políticos, militares, empresarios o miembros de la iglesia, todos interesados en abrir cuentas y destinar -o quizá mejor esconder- sus riquezas en Ginebra. El oficio conlleva participar en los ámbitos de los sectores de poder, nadar en sus propias aguas, entablar diálogos con ellos, compartir veladas y encuentros, buscar entender las necesidades financieras de cada uno para ofrecerles así el mejor servicio.
A diferencia de otras producciones sobre la época, Azor , no tiene reconstrucciones históricas ni archivo, no expone una denuncia en datos duros, no apunta a los centros clandestinos de detención, los actos de la Junta Militar o los vuelos de la muerte. Todas estas imágenes son un fuera de campo presente, un contexto que moldea personajes que se irán oscureciendo progresivamente. Mientras las escenas se suceden en espacios exclusivos, salones de lujo, clubes de campo, embajadas, hipódromos, hoteles de categoría; breves situaciones y comentarios a veces crípticos y otras veces más claros y directos, dan cuenta de la realidad represiva.
El banquero suizo, es a la vez un burócrata que realiza su trabajo en el escenario que le toca, como también una personalidad que va descubriendo su esencia y develando sus propios secretos. En su recorrido cuenta con el apoyo de su mujer, Inés De Wiel (interpretada por Stephanie Cleau), quien cumple también un rol central, una especie de socia desde la intimidad que tiene muy bien calculado los pasos y objetivos.
La pareja tiene la discreción como estrategia, en una fiesta ella explica el significado del título de la película, en el dialecto de los banqueros suizos “azor” significa “saber mantener el silencio”. Esa es la especialidad de quienes deben mantener en secreto los orígenes de la riqueza, una cualidad más que necesaria para obtener la confianza de sus clientes.
A propósito de su personaje, el director Andreas Fontana comenta “…un banquero que viaja y se une a una dictadura es un agente encubierto que participa en una forma de colonización despiadada, voraz e insaciable. La película, de algún modo, es una invitación a pensar a los banqueros como conquistadores, cuyos privilegios de clase les permiten no ver la sangre derramada a su alrededor".
La película va creciendo en su complejidad, poco a poco se torna más oscura, y el misterio planteado desde un inicio por medio de la ausencia del predecesor y su única pista, será reservado hasta el final, no para “cerrar un caso”, sino para exponer claramente un rumbo.
Los bancos extranjeros fueron grandes beneficiarios de la dictadura genocida. Garantes de negocios para endeudar, fugar e instalar sus intereses en el país. Una presencia que no dejó de crecer hasta nuestros días. Azor retrata una historia particular, una representación entre muchas posibles, que tiene el mérito de poner en plano algunos de los tantos engranajes que desde el anonimato y la oscuridad actuaron también para instalar un proyecto de país acorde a los intereses del poder económico más concentrado, local y extranjero.
Ficha técnica:
Dirección: Andreas Fontana
Guion: Andreas Fontana en colaboración con Mariano Llinás
Productores: Eugenia Mumenthaler y David Epiney (Alina Film)
Coproductores: Nicolas Brevière (Local Films)
Violeta Bava y Rosa Martínez Rivero (Ruda Cine), RTS
Director de fotografía: Gabriel Sandru
Dirección de arte: Ana Cambre
Diseño de vestuario: Simona Martínez
Edición: Nicolas Desmaison
Sonido: Xavier Lavorel
Diseño de sonido: Etienne Curchod
Música: Paul Courlet
Violeta Bruck
Nació en La Plata en abril de 1975. Prof en Comunicación Audiovisual (egresada UNLP). Miembro de Contraimagen, realizadora de los documentales Memoria para reincidentes y La internacional del fin del mundo
