×
×
Red Internacional
lid bot

Entrevista. Bachilleratos populares: “Nuestros estudiantes son los perjudicados y por ellos peleamos”

Entrevistamos a Martín Aversa, docente del Bachillerato popular CCT, ubicado en Tigre e integrante de la Coordinadora de Bachilleratos Populares en lucha. Hace unos días se movilizaron al Ministerio de Educación de Nación en reclamo por las situaciones de los estudiantes y los docentes de los bachilleratos

Martes 8 de septiembre de 2020 17:36

Los Bachilleratos populares representan un tipo de educación autogestionada, con poco o nulo apoyo del estado y que llega a lugares donde el Estado decidió no llegar. Muy golpeados por la crisis, salieron a la calle para presionar a los gobiernos de Nación, Provincia y de la Ciudad de Buenos Aires . Entrevistamos a Martín Aversa, docente del Bachillerato popular CCT, ubicado en el barrio de Los troncos, Tigre. Al igual que otros, se nuclean en la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha.

Hace unos días vimos que un sector de los bachis populares decidieron movilizarse tanto en CABA como en la Plata. ¿Cuáles fueron sus reclamos? ¿A dónde lo hicieron?

"Un sector de los bachilleratos populares, aquellos que confluimos en la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha nos movilizamos el martes 25 de agosto al mismo tiempo al Ministerio de Educación Nacional y a la Dirección General de Cultura y Educación en la Plata con ciertos reclamos que vienen desde hace rato (la coordinadora tiene 15 años aproximadamente). Entre estos reclamos está el eterno pedido de reconocimiento como escuelas a lo que se suman reclamos de financiamiento integral, becas, viandas. Estos reclamos todavía no han sido conseguidos.

También nos movilizamos para exigir al Estado que, en la actual situación de pandemia, resuelva la conectividad de nuestros estudiantes: celulares, o nodos de conectividad en los barrios; para poder asegurar que ellos puedan continuar con los estudios. Además pedimos bolsones de alimentos porque la situación laboral de las familias de nuestros estudiantes se volvió preocupante y no podemos soslayar el hambre que viven nuestros estudiantes.

Vemos en esta pandemia es una desidia muy grande, o como mínimo una falta de preocupación, una falta de prioridad a lo que es la educación en los barrios populares. Se nos pide que llevemos adelante ciertos planes de contingencia en esta pandemia sin resolver la conectividad de nuestros estudiantes".

Te puede interesar: ¿Es posible desarrollar una pedagogía liberadora en la escuela actual?

¿Articularon con otros sectores en lucha?

"Siempre tratamos de articular con otros sectores en lucha porque creemos que se trata de una lucha superior, Pero tratamos de articular lo más posible con las luchas por la educación pública que llevan a cabo los Sutebas Multicolor o agrupaciones en ese marco. Quienes quieran solidarizarse con nosotros, estamos más que abiertos a confluir en la lucha, tratamos de entendernos como parte de una lucha mayor".

Te puede interesar: Educación a distancia de jóvenes y adultos: sin garantías desde el Gobierno

¿Cómo decidieron movilizarse? ¿Cómo convencieron a les docentes y familias para salir a la calle durante la pandemia?

"Nuestros estudiantes, son los primeros perjudicados de esta situación y son por los que estamos peleando. Con sólo comentarles esto, de que participen de las movidas, ellos se suman y participan porque entienden que el reclamo les compete completamente. En nuestra currícula está presente lo que pasa en el barrio y en la sociedad, así que esa gimnasia de solidarizarnos con luchas, de tratar de participar, de informar y convocar a quien quiera participar la tratamos de manejar siempre".

¿Con qué problemas tuvieron que enfrentarse en esta coyuntura y cómo los fueron resolviendo?

"Los mismos que en la educación pública: no hay conectividad. Hay familias que tienen un celular para cuatro personas al que le cargan $200 por semana para arreglárselas con el trabajo, comunicarse con familiares y la realidad es que la conectividad no alcanza para poder garantizar el estudio.

Frente a eso hicimos un montón de proyectos para tratar de sostener la educación como armar cuadernillos y repartirlos para quienes no puedan acceder a las clases. Las clases las tratamos de hacer por Whatsapp con la gente que pueda y algunas veces con Zoom o alguna plataforma de ese estilo si se puede pero la realidad es que no hay mucha disponibilidad de los aparatos y la plata que se necesita para estudiar con esas plataformas. Así que nos la tratamos de rebuscar y abarcar todas las opciones posibles para tratar que nadie quede afuera… que si quiere y si puede, tratar de seguir, tratar de estar ahí con la mayor firmeza posible.

Los problemas están muy lejos de ser resueltos, todavía estamos peleando por infraestructura. Terminó agosto y no vemos que se les caiga una idea de cómo garantizar la educación... no la vemos prioritaria para nada, entonces tratamos de resolver de la forma que podemos, consensuando y charlando cosas con las familias y con los estudiantes pero, en principio lo que nos falta es algún tipo de inversión, que entendemos que para el Estado es baja, para tratar de garantizar las condiciones para estudiar".

¿Cómo ven la situación de las familias que están en los Bachis Populares?

"La situación de las familias del Bachi es bastante complicada, la realidad los golpea muy fuertemente: tienen problemas de comida y de salud. Las familias perdieron trabajo y los que no lo perdieron tienen trabajo que es precario: changas y cayeron bastante en pandemia. Estamos atravesando una crisis económica y la plata se destina para cosas que vemos que no nos parece lo primordial. Lo primordial es la salud, el plato de comida y la educación y vemos que se financia empresas, que se acuerda con el FMI. Necesitamos que haya un cambio de destinamiento de la poca plata que tenemos como país, que se destine donde la necesitamos".

Lo que cuenta Martín se reproduce en muchísimas escuelas de la Ciudad, de la Provincia y de todo el país. Los Bachis populares en la calle, uniendo trabajadores, estudiantes y familias son un ejemplo para enfrentar a los gobiernos que, como bien dice Martín, favorecen a las patronales y hacen recaer todos los costos de la crisis sobre nuestras espaldas.

Para garantizar el derecho a la educación es necesario que nuestros alumnos y alumnas tengan conectividad y computadoras para poder acceder a las tareas. Pero también es necesario que tengan una alimentación de calidad y en cantidad y que tengan trabajo. No se puede estudiar con hambre.

Te puede interesar: Fallo obliga al Gobierno porteño a incrementar raciones de alimentos en barrios vulnerables

Desde el Frente de Izquierda venimos proponiendo desde el principio de la cuarentena que se realice un impuesto a las grandes fortunas, a los bancos privados, a los grandes terratenientes y empresas multinacionales para enfrentar la crisis sanitaria y económica, para que nuestros estudiantes y sus familias puedan hacer una cuarentena digna, con un salario de $30.000.

Te puede interesar: Que paguen los ricos: impuesto extraordinario ya a las grandes fortunas