Trabajadoras y trabajadores de la empresa multinacional Bagley realizan medidas de fuerza y protestas, fuera y dentro de la planta, contra atropellos y ataques de la patronal. Denuncian violación a los Derechos Humanos y Laborales, como así también, persecución, hostigamiento, abuso de poder, sobrecarga laboral y mobbing desde la Gerencia de la empresa. ¡Todo el apoyo y la solidaridad a su lucha!
Miércoles 7 de diciembre de 2022 15:52
Trabajadoras y trabajadores de la empresa multinacional Bagley realizan medidas de fuerza y protestas, fuera y dentro de la planta, contra atropellos y ataques de la patronal. Denuncian violación a los Derechos Humanos y Laborales, como así también, persecución, hostigamiento, abuso de poder, sobrecarga laboral y mobbing desde la Gerencia de la empresa.
A ello se suma que la patronal viene desconociendo derechos adquiridos por las trabajadoras y los trabajadores, leyes laborales básicas y convenios colectivos de trabajo, lo que ha provocado un mal y generalizado clima laboral, que ya ha sido corroborado por el Programa de Relaciones Laborales luego de haber efectuado una inspección en la planta, a pedido del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA).
Lo que rebalsó el vaso de bronca entre las trabajadoras y los trabajadores ocurrió el pasado viernes 2 de diciembre. Durante una Audiencia Conciliadora en el Programa de Relaciones Laborales, 500 obreras y obreros recibieron Cartas Documento con amenazas de despido por no obedecer una arbitraria e ilegal directiva de la patronal, consistente en prohibirles a las y los laburantes el uso de un accesorio, la riñonera.
La riñonera acompaña a las y los laburantes de Bagley desde hace 30 años. La usan para transportar sus herramientas de trabajo, elementos de protección y los diferentes elementos de higiene femenina. La medida prohibitiva de la empresa no es funcional ni racional, ya que les exige a las trabajadoras y los trabajadores que lleven todo aquello en sus bolsillos, algo que es imposible por las pequeñas dimensiones de estos. Además, la directiva patronal es discriminatoria hacia las mujeres, ya que les causa un daño moral y atenta contra su derecho a la privacidad e intimidad.
Ayer (martes 6 de diciembre), dos obreros recibieron Telegramas de suspensión por el uso de la riñonera, lo que provocó el inmediato inicio de la medida de fuerza de no ingresar a la planta en sus tres turnos. Por el momento, la patronal multinacional se muestra reacia a dialogar y en abrir una mesa de negociación; el Programa de Relaciones Laborales (que depende del Gobierno de Alberto Rodríguez Saá) no le exige, ni le requiere o la intima a nada; y las trabajadoras y los trabajadores están firmes en su reclamo, participando de asambleas y acatando en su totalidad las decisiones que se toman, a la par con sus delegadas, delegados y el STIA.
Desde La Izquierda Diario y el Partido de Trabajadores por el Socialismo (PTS) en el Frente de Izquierda y de Trabajadores - Unidad (FIT-U), apoyamos y nos solidarizamos con la lucha de las obreras y los obreros de Bagley.