Alejandro Curino, ex Concejal por el kirchnerismo, y actualmente científico del CONICET, manifestó en una entrevista radial su deseo de que Mauricio Macri sea reelecto Presidente para que sea a él a quien le estalle la crisis. De frenar hoy sus planes de ajuste, saqueo y hambre, ni hablar.
Martes 25 de diciembre de 2018
Curino, quien fuera Concejal por el Frente Para la Victoria hasta hasta 2013, y funcionario del Gobierno de Bevilaqua hasta 2014, tuvo un rapto de sincericidio en una entrevista al portal "La Brújula": Planteó sin vueltas que "Ojalá gane Macri para que el estallido que viene no le explote al kirchnerismo".
Estas declaraciones, que bien podrían sonar a un comentario jocoso en la mesa navideña, o a un simple exabrupto por exceso de confianza, en realidad no tienen por qué sorprendernos, dado que la colaboración constante del conjunto de la oposición peronista (sea en su rama "federal" , "kirchnerista", o sindical) a los planes de ajuste a los sectores populares y transferencia de ingresos en favor de los grandes capitalistas y terratenientes, tienen su gran cuota de responsabilidad en una situación social alarmante, y un deterioro económico muy peligroso, de cuyos efectos ya parecen querer atajarse.
Resulta toda una cínica declaración de principios, que mientras millones de trabajadores, jubilados, y pobres urbanos padecen día a día el deterioro de sus condiciones de vida, las grandes multinacionales exportadoras se benefician de una devaluación sin freno, los especuladores financieros desangran las finanzas públicas en perjuicio de la educación, la salud, y la ciencia, la principal oposición llame a "aguantar" hasta 2019, y hasta haya que escuchar a cuadros que han sido parte del gobierno anterior afirmando que lo mejor sería que siga Macri para no afectar sus cálculos políticos.
En otra de sus frases, el edil con mandato cumplido manifestó que "Hace un par de años dije que este gobierno iba a estrellar el país y sólo está sobreviviendo gracias a una decisión política internacional del FMI que le gira dinero". Parece obviar que, justamente, el gobierno de los ricos "sobrevive" gracias al inestimable apoyo que tiene por parte del PJ y el Kirchnerismo en ambas cámaras legislativas, donde Cambiemos es minoría, y la rotunda negativa de las burocracias sindicales peronistas a poner en pie un plan de lucha de los trabajadores para frenar los ataques. Así el gobierno de Macri pudo llevar adelante el pago a los Fondos Buitres, la Reforma Previsional que empobrece a los jubilados, entre otras medidas contra el pueblo trabajador, llegando al extremo de, en casos como el de la Provincia de Buenos Aires, apoyar con sus votos el endeudamiento provincial a cambio de cargos en el Bapro.
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Es un lugar común del Peronismo/Kirchnerismo, acusar falsamente a la izquierda de sostener la teoría del "cuanto peor mejor", pero en tres años de gobierno de Cambiemos, se ve claramente que es el Frente de Izquierda, con sus agrupaciones, quienes venimos peleando en primera fila, e todos los lugares de trabajo, de estudio, en los movimientos de mujeres y juveniles, por organizar la fuerza social que pueda poner en jaque los planes que los grandes capitalistas y su gobierno tienen para enriquecerse aún mas a costa del hambre y la miseria de millones. Mientras tanto, el rol de este sector viene siendo el de desmoralizar, planteando que a este gobierno no se le puede ganar en la calle, que no sirve hacer medidas de fuerza, que sólo con el voto se podrá revertir este saqueo, y , en casos extremos como este, que ni siquiera estaría bien que deje de gobernar Macri en 2019.
Esto se ha podido ver en el discurso de Cristina Fernández de Kirchner en el Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico organizado por CLACSO, así como varios reportajes concedidos por Axel Kicillof a distintos medios, donde afirmó que ellos jamás dejarían de pagar al FMI y que no se consideran enemigos de los mercados. En general, buscan convencer al pueblo trabajador de que puede revertirse la actual situación sin millones en las calles que impongan el no pago de la deuda y terminar con la sumisión al FMI, como parte de un programa de conjunto para que la crisis la paguen los capitalistas.
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El saqueo que estamos viviendo solo puede ser derrotado con millones en las calles. Como ha demostrado la historia, y los impactantes hechos en Francia con la rebelión de los “chalecos amarillos” vuelven a reafirmarlo, es el lenguaje de la lucha de clases el único que entienden las clases dominantes.
La propuesta que hacemos desde el PTS de abrir la discusión para poner en pie un partido unificado de la izquierda revolucionaria apunta justamente a construir la herramienta para que la clase trabajadora supere su fragmentación interna y logre ofrecer una salida independiente para imponer que los capitalistas paguen la crisis: Dejar de pagar la deuda y nacionalizar la banca para cortar la fuga de capitales, avanzar en cambiar la estructura económica dependiente y desindustrializada del país con un plan estatal que se base en la expropiación de los 4000 terratenientes que tienen la mitad de la tierra cultivable y la nacionalización del comercio exterior, asimismo como la nacionalización del sistema energético y los servicios.
