Los artistas callejeros Rocio Saavedra y Juan Carlos “el ruso” Ramborger recibieron una orden de inspección por tocar música en la vía pública. Después de la repercusión y solidaridad que recibieron, el municipio tuvo que pedir disculpas.
Martes 3 de marzo de 2020
En el día de ayer Roció hizo pública la orden de inspección que recibió por parte de agentes municipales cuando estaba tocando el violín, como es costumbre desde hace ya más de 6 años. Fue a través de sus redes sociales donde subió la foto del papel que le entregaron, explicando la situación: “vinieron a sacarme de mi lugar de trabajo y me hicieron firmar este papel”, una especie de multa por trabajar. “Somos ciudadanos como todos y solo vamos a ganarnos el mango del día a día. ¡Dejen que trabajemos, tenemos todo el derecho a poder hacerlo como todo el mundo!”, es la frase con la que Rocío cierra su publicación.
Desde la Izquierda Diario repudiamos el acto intimidatorio que, entendemos, se suma a otras de tantas expresiones repudiables que este gobierno ha tenido frente a las políticas de cultura y espacios públicos. Por eso nos pronunciamos a favor del arte en los espacios públicos. El arte callejero no es un delito.
Nos comunicamos con Rocío (29) quien nos contó que, en 7 años de hacer música en la calle, es la segunda vez que intentan correrla. La primera, cuando recién estaba comenzando a tocar, la fueron a correr intimidándola a tal punto de decirle que le iban a secuestrar su violín o mejor dicho con sus palabras “me amenazaron con quitarme el instrumento”
Ella nos cuenta cómo la realidad la empuja a salir a la calle a buscar el mango:
“empecé porque no tenía plata, necesitaba trabajar, no me llamaban de ningún lado. Viste como es todo ahora, el tema de la economía siempre fue difícil y no tenía un laburo fijo, estaba con cuestiones personales, me había emancipado y no podía estar pidiéndole plata a mi papá y por eso me pongo a tocar en la calle, con 23 años”
Como es sabido en la juventud bahiense, conseguir un laburo que alcance para vivir, es una odisea. En los últimos años los índices de desempleo y precarización de la ciudad han formado parte de los podios estadísticos más repudiables. A fines del según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC (EPH), se estimó que la tasa de informalidad alcanzó el 31% (lo que equivale a aproximadamente 31.700 personas), mientras que la tasa de precariedad se ubicó en 38% (aproximadamente 51.600 individuos. (Fuente: CREEBA)
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Con el arte a otra parte: Una política de Estado
Si bien la rápida difusión del hecho, y la solidaridad expresada, bastó para hacer retroceder al municipio, no podemos ignorar que esto es una expresión más en contra la cultura local. Esto forma parte de las políticas de recorte presupuestario en el área de cultura, el intento de derogar las ordenanzas 9.116, 12.711, 18.486, 19.038 y sus modificatorias que conformaban el Instituto Cultural de la ciudad y el Fondo Municipal de las Artes, es una clara muestra de hacía adonde apuntan.
Ya en enero el Consejo Cultural Consultivo de la ciudad rechazó el anuncio del proyecto "Cultura Abierta" del Municipio. Así mismo se expresó en las calles, con movilizaciones hasta el Concejo Deliberante.
Una de las primeras medidas de ajuste fue el cierre de más de cien talleres municipales, mientras que los docentes desarrollaban los talleres eran precarizados o despedidos. Mas de lo mismo se pudo ver con la falta de inversión en los museos de la ciudad, así como con el recorte de horas extras que afecto a quienes estaban trabajando allí, muchas veces bajo contratos precarios o pasantías. A esto también deberían sumarse el destrato y la falta de financiamiento en los corsos del carnaval, o en la fiesta de la primavera y el estudiante. Estas políticas muestran a claras cuentas que, en la mirada del gobierno de Héctor Gay, el arte y la cultura sigue siendo para unos pocos, y que fuera de ser un derecho se convierte en un privilegio al que sólo algunos pueden acceder, tanto para disfrutarlo, como para formarse y producirlo.
Por si esto fuera poco, en su reelección el intendente con el sueldo más alto de todos los intendentes del país, designó a Morena Roselló como secretaria de Cultura y Educación del municipio. Una funcionaria macrista que ocupando el cargo de subsecretaria de Educación fue una de las que impulsó el cierre por tres años de la Orquesta infato-juvenil del Barrio Miramar, presionando a sus trabajadores, como también fue quien quiso cerrar las salas maternales.
Cabe aclarar que la falta de oportunidades no responde sólo a este gobierno, sino que son años de políticas cada vez peores. Que van relegando las posibilidades a los jóvenes, precarizándolos y privándolos cada vez más de la cultura y el esparcimiento.
Desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad Apostamos a poner en pie instancias de verdadera participación y donde las decisiones se tomen entre de las organizaciones y colectivos de artistas, con presupuesto genuino en base a impuestos a las grandes empresas. No queremos vaciamiento de la cultura como con Gay y Cambiemos ni maquillaje de las empresas contaminantes del Polo como tuvimos los ciclos de "cultura profertil" con los gobiernos peronistas de Breitenstein y Bevilacqua.
De una vez por todas hay que dar vuelta las prioridades
Poner los recursos naturales, sociales y estructurales para crear trabajo genuino y garantizar el acceso a la educación y el libre esparcimiento, contemplando al arte y el deporte como cuestiones básicas del desarrollo de una sociedad, y no para pagar ilegítimas y odiosas deudas a especuladores financieros amigos de los gobiernos.
La deuda es con el pueblo trabajador, con las mujeres y la juventud.
Basta de persecución, el arte callejero no es delito.