Recientemente se han publicado declaraciones de las y los artistas de efectos especiales en contra de las enormes producciones cinematográficas como Marvel, pues son terriblemente explotados.
Emilia Macías @EmiliaMacas1
Martes 19 de julio de 2022
Un poco de historia
La industria cinematográfica empezó en Paris en 1895, cundo los hermanos Auguste y Louis Lumière proyectron sus primeras películas en el Salón Indio del Gran Café de Paris el 28 de diciembre.
Georges Méliès, debido al entusiasmo que le causó, propuso importantes innovaciones para el entretenimiento cinematográfico. A diferencia de las películas de los Lumière, que eran películas de la vida real -como la salida de los obreros en Lyon- Méliès creaba historias de ficción dotadas de escenografías elaboradas, maquillajes y efectos especiales. Marcó un precedente para la producción de películas.
En 1907 llegó otra gran innovación en el mundo de los efectos especiales: El mago de Oz. Comenzaron a utilizar la técnica de la “pintura en mate” que consistía en pintar un escenario inexistente en la realidad e introducirlo perfectamente en el montaje de la película; pero la llegada del technicolor (una serie de procesos de cine en color) en 1916, cambió la evolución de los efectos especiales al punto de que esta técnica perdura -aunque de manera digital- en prácticamente todas las películas sin importar su género.
Son muchos y muchas las especialistas que han evolucionado la “magia del cine” como Eugen Shufftan, Stanley Kubrick, Steven Spielberg o Rick Baker. Fue hasta los 90’s, donde los efectos prácticos empiezan a sufrir la competencia con lo digital, como pasó con las hermanas Wachowski con la trilogía de Matrix.
Y así, poco a poco se ha profesionalizado la utilización de efectos especiales en la industria.
Pero si lleva tanto tiempo, ¿por qué a veces, en películas actuales vemos que los efectos son malos o de mala calidad? Yo cuando me lo pregunté, pensé que era por falta de presupuesto, de tecnología o a lo mejor y los artistas no eran muy buenos… pero esa no es la razón.
Desde hace unas semanas, empleados principalmente de la empresa Marvel Studios de efectos visuales han denunciado las pésimas condiciones en las que trabajan. Tan sólo con la última película de Thor, les pidieron cambios hasta dos semanas antes del estreno, trabajaron más de 100 horas en la semana y además pidieron fechas de entrega poco realistas. Incluso han llegado a actualizar una película a nivel de efectos visuales habiéndose estrenado en salas, mejorando planos o secuencias generadas por ordenador.
Fue a través de The Gamer que algunos empleados del departamento de efectos visuales se quejaron por los bajos salarios, los casos de ansiedad y estrés severos a los que son sometidos por la empresa Disney.
Los contratos con los estudios
Como ellos deciden cómo controlar los contratos, no existe una restricción de cambios. La compañía de efectos es contratada por cierta cantidad de dinero para hacer el número de tomas necesarias, pero no hay compensación por los cambios a último momento o las horas extras.
«Marvel tiene probablemente la peor metodología de producción y gestión de efectos visuales que existe. Nunca pueden arreglar el aspecto de la serie antes de que termine más de la mitad del tiempo asignado para ella. A los artistas que trabajan en las series de Marvel definitivamente no se les paga el equivalente a la cantidad de trabajo que realizan» mencionó un trabajador.
Para esto es importante tomar en cuenta que todos los demás sectores de la industria están sindicalizados, por lo que pueden exigir un salario mínimo y ciertas condiciones de trabajo, lo que implica que la industria cinematográfica aproveche las condiciones de vulnerabilidad del sector de efectos especiales, que orillan a que casi todo tenga que ser arreglado por ellos.
Hay artistas de VFX que se niegan a trabajar con Marvel por ser una empresa tan grande que puede exigir lo que quiera.
“Estoy en mi tercer proyecto de Marvel seguido y, literalmente, me desperté a las 5:30 a. m. de un sábado con el estrés de ’No quiero seguir haciendo esto’” escribió un trabajador en un hilo de Reddit.
Así como Marvel, otros estudios hollywoodenses explotan a los trabajadores por las grandes producciones cinematográficas, mientras continúan acrecentando sus ganancias. Muchos han cedido a tales condiciones porque “se han convertido en nuestro mejor pagador posible” según una publicación anónima. Son tan mal pagados en general, que es su “mejor” opción.
Pero así como en la industria del cine, en todas las demás no hay salarios que correspondan al trabajo realizado. A las empresas no les interesa cómo, o en qué condiciones trabajen, recurren a ese sistema de esclavitud moderna sólo para que esté todo listo cuando lo necesiten y así puedan generar los millones que se llevan al bolsillo con cada producción.
En el capitalismo, el cine y el entretenimiento se sostienen sobre la base de la explotación laboral.