Empresas emisoras de tarjetas de crédito, bancos y comercios firmaron ayer un acuerdo voluntario de rebaja de comisiones por unos 5 mil millones de pesos, pero no tendrá impacto en los precios finales al público.
Sábado 18 de marzo de 2017
El acuerdo firmado ayer con los representantes de las tarjetas de crédito y las cámaras empresarias representa una transferencia al circuito comercial de unos 5 mil millones de pesos, pero que no tendrá impacto en los precios finales al público según consignó el Ministro de Producción, Francisco Cabrera.
A partir de abril la comisión pasará de 3 % a 2,5 % en el caso de las tarjetas de crédito y a 1,2 % en las de débito.
El propósito declarado oficialmente es bajar de manera gradual en los próximos cuatro años las comisiones de los plásticos hasta ubicarse en 1,8% para crédito y 0,8 % para débito a partir de 2021. Cabrera señaló que en forma paralela se seguirá debatiendo en el Congreso nacional una reforma más amplia de la Ley de Tarjetas de crédito.
A su vez, la empresa Prisma, que controla el negocio de las operaciones con tarjetas de débito y crédito, presentó un "plan de desinversión" ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC). Prisma es propiedad de 14 bancos y es exclusiva procesadora de la tarjeta VISA. Debido a esta situación había sido cuestionada por su "posición dominante" en el mercado.
El Gobierno estima que en dos semanas definirá si aprueba o rechaza la iniciativa presentada por la compañía y luego se habilita un proceso que puede demandar unos 90 días más.
El acuerdo entre el sector financiero y el sector comercial fue firmado por Jorge Di Fiori de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y Osvaldo Cornide de CAME y por representantes de Prisma, First Data, Cabal, Tarjeta Naranja, Italcred y Tarshop. Por su parte, el secretario de Comercio, Miguel Braun ratificó la continuidad de los programas Ahora 12 y Ahora 24.
A su vez, Cabrera descartó cambios en Precios Transparentes, aunque en este caso reconoció que existe "confusión" en la población por su implementación y efectos. El consumo cerró en caída en 2016 y se estima que 8 de cada 10 hogares redujeron su consumo.