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Red Internacional
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ELECCIONES PRIMARIAS. Baja participación en elecciones primarias expresa desconfianza a los “partidos de los 30 años” en Antofagasta

Una baja participación en las elecciones primarias fue la tónica nacional y Antofagasta no fue la excepción. La "oposición" bajo el nombre de Unidad Constituyente- Nueva Mayoría 2.0- eligió a su candidato a gobernador regional: Ricardo Díaz, quien postuló con un cupo del PRO.

Martes 1ro de diciembre de 2020

El domingo 29 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones primarias de alcaldes y gobernadores regionales para 2021, en 16 regiones y 32 comunas del país, esto a causa de que diversos partidos políticos establecieran pactos entre sí, con distintos candidatos.

La jornada a nivel nacional estuvo marcada por una baja participación, con una votación que bordeaba las 400 mil personas, cerca del 5% del padrón electoral y Antofagasta no fue la excepción. Para gobernador regional votaron solo 12.599 personas (99,68% de las mesas escrutadas), mientras que para las municipales en lo hicieron 6.675 electores (99,72% de las mesas escrutadas).

Esta baja participación de la población muestra la enorme desconfianza que existe en torno a los partidos de “la cocina” y de los 30 años, que han hecho perdurar la herencia de la dictadura y, en el caso de los cargos públicos, han administrado favoreciendo a grandes empresarios y poderosos del país, sin dar soluciones estructurales a las demandas y necesidades de las y los habitantes.

Al momento de ver los resultados para candidatos a gobernador en Antofagasta, en la contienda de “Unidad Constituyente”- que incorpora al Partido Socialista (PS), Partido Radical (PR), Partido por la Democracia (PPD), Partido Demócrata Cristiano (DC), Partido Ciudadanos, Partido Progresista (PRO) e “independientes”; o sea, una “Nueva Mayoría 2.0”-, el ganador fue Ricardo Díaz (IND-PRO) con un 36,92% (2.154 votos), seguido muy de cerca por Arturo Molina (DC) con 32,94% (1.927 votos) y tercero Valentín Volta (IND-PPD) con 30,14% (1.763 votos).

La elección a gobernador regional en Unidad Constituyente, que dio como ganador a Ricardo Díaz, un "independiente" que se tiró con un cupo del PRO, se podría entender como la expresión del apoyo de las y los votantes a alternativas que no son parte formal de los partidos de la ex Concertación y ex Nueva Mayoría, que no son militantes, esto considerando la profunda desconfianza que existe a los partidos del régimen. Si bien, Ricardo Díaz es un candidato "independiente", lo que se debe problematizar es la estrategia política que se impulsa y qué tipo de alianzas se hacen. ¿Se puede ser realmente "independiente" de las políticas, medidas y presiones de los partidos tradicionales si el camino propuesto contempla la unidad y confianza con "los mismos de siempre"? Los años y experiencias "con la cocina", con los políticos que legislan para ricos y poderosos, ya nos han enseñado que para derrotar a la derecha, para enfrentar a empresarios, para conquistar nuestras reivindicaciones, no sirven las alianzas con partidos que en los hechos han administrado la herencia de la dictadura, como hizo también la ex Concertación y ex Nueva Mayoría.

Ricardo Díaz señala que es “independiente”, contando con el apoyo incluso de la plataforma “Somos Región”, pero en los hechos postuló con un cupo del PRO, y con el respaldo y apoyo de los partidos de la ex Concertación, los partidos de los 30 años que firmaron el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”, salvando a Piñera, dejando impune las violaciones a los Derechos Humanos y en cárcel a cientos de jóvenes luchadores de la revuelta.

Son estos partidos del régimen los que impusieron un proceso constituyente lleno de trampas, donde efectivamente se le niega la participación democrática al pueblo trabajador y su derecho a decidir sin trabas, tanto por la elección de convencionales a través del modelo D’ Hont, que actualmente se utiliza para las elecciones de diputados, favoreciendo a las listas de los partidos tradicionales; como por el quórum de los ⅔, que en los hechos le otorga poder de veto a la derecha y la oposición neoliberal de la ex Concertación para poder bloquear cualquier discusión que atente contra sus intereses o los de los empresarios.

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Hay que preguntarse, entonces, ¿qué nueva voz sería Ricardo Díaz si tiene el respaldo de los partidos políticos de los 30 años que se dedicaron a administrar el legado de Pinochet?

Vayamos un poco al historial y programa del candidato de Unidad Constituyente. Ricardo ha sido activista ambiental, reconocido por el movimiento “Este polvo te mata” y no es la primera vez que postula a un cargo representativo. El 2016 fue candidato a alcalde de Antofagasta y finalmente el 2017 fue electo Consejero Regional, donde hoy preside la Comisión de Medio Ambiente y Salud. Como se puede observar Díaz pone al centro de su programa y gestión, el problema de la contaminación y el extractivismo.

Sin embargo, cuenta con el apoyo de personajes como el senador Alejandro Guillier, la diputada Marcela Hernando (Partido Radical) o Aurora Williams, quien fue ministra de Minería en el segundo gobierno de Bachelet y se ha desempeñado en altos cargos ejecutivos en empresas privadas, como ATI del grupo Luksic, entidad que fue duramente cuestionada en la región luego de las grandes movilizaciones del movimiento “Este Polvo Te Mata".

Contradictoriamente, Díaz no tiene problemas en tener el respaldo de partidos políticos de la ex Concertación, que han sido garantes de los principales monopolios de la contaminación en Antofagasta y, con ellos, también de enfermedades tan terribles como el cáncer, una temática que está dentro de su programa.

Esto sumado a que el cupo específico que ocupó Díaz es del PRO, cuyo principal líder Marco Enríquez Ominami (ME-O), está a la espera de la realización del juicio oral por el caso OAS, e imputado por fraude de subvenciones. Además, fue formalizado como facilitador de la emisión de 36 facturas ideológicamente falsas a SQM Salar y otras dos a Soquimich por cerca de $420 millones.

Ricardo Díaz hace llamado a la unidad entre los partidos de los 30 años para enfrentar a la derecha. Una estrategia probada que nos lleva a un callejón sin salida

En El Mercurio de Antofagasta, Díaz señaló que “El llamado es a la unidad… Tenemos enfrente a un adversario con mucho recurso económico…”, emplazando a los partidos de “Unidad Constituyente” a unificarse contra la derecha, en particular contra Marco Antonio Díaz (RN), quien ganó las primarias a gobernador de Chile Vamos con un 33,27%, seguido por Sacha Razmilic (Evópoli) con 28,83%, Eslayne Portilla (PRI) con 21,78% y Alejandra Oliden (UDI) con 16,12% de las preferencias.

Quien se refirió a las recientes elecciones primarias y sus resultados fue Daniel Vargas, abogado del Comité de Emergencia y Resguardo y dirigente del PTR, quien comentó en sus redes sociales:

Por ello para transformar la sociedad, imponer las demandas de la rebelión popular, como el derecho a la vivienda, educación, salud, no más AFP, ni contaminación, condiciones laborales dignas, por la libertad de los presos políticos de la rebelión y terminar con la herencia de Pinochet, hay que hacerle frente a los partidos de los 30 años, no confiar en ellos nuevamente, pues han gobernado durante años llegando a acuerdos con la derecha- como lo vemos cuando le votan leyes a Piñera, como la ley de suspensiones o el miserable aumento del sueldo mínimo-, legislando para empresarios y ricos del país.

Es urgente organizar las fuerzas de sectores de trabajadores y trabajadoras, en alianza con la juventud precarizada, con las y los estudiantes, y los sectores populares. Una voz realmente independiente de los partidos del régimen, sin ningún compromiso con políticos de los ricos y corruptos, que luche por las demandas de la rebelión popular y que de respuestas a las necesidades de la población de Antofagasta, partiendo por poner los recursos naturales- como el cobre, el litio- al servicio de las demandas de las grandes mayorías, que hoy son saqueados por grandes mineras y empresas trasnacionales, mientras la región tiene los peores índices de desempleo, ha aumentado la precariedad y miles de personas trabajan de manera informal, han aumentado los campamentos, entre otras problemáticas.