El balance de la jornada estuvo a cargo del ministro del interior, quien centró su discurso en avalar las “protestas pacíficas” por lado y condenar “los violentistas” por el otro. Buscan dividir la unidad de los miles que salieron a las calles, y desviar toda la movilización por los canales de un proceso constituyente tramposo.
Lunes 19 de octubre de 2020
Las palabras del ministro Perez tenían como antecedente una derrota del gobierno: a pesar de todos sus esfuerzos por disuadir a la población para no manifestarse en las calles, de igual forma mas de 100.000 personas se congregaron solo en Santiago. Con ello quedo claro que el descontento y rabia que se expresaron en la revuelta siguen vigentes.
En este contexto, el gobierno no podía simplemente irse en contra de la movilización en general, de hacerlo, quedaba muy aislado con respecto al sentir popular que se expresaba en las calles. Por eso, su línea es dividir a quienes protestan, legitimando por un lado a los manifestantes “pacíficos” y criminalizando por otro a los “violentos”.
Pero tal distinción aun no logra convencer a los miles que nos manifestamos en las calles y a los miles que apoyamos las manifestaciones. Muchos sabemos que la “primera línea” es un factor necesario para poder ejercer nuestro derecho a manifestarnos. No toda violencia es legítima ni necesaria, pero cuando somos miles en las calles, defendernos de la represión estatal es una necesidad de primer orden.
Porque si alguna lección nos dejo la revuelta de octubre, es que, sin protesta, sin huelga y sin paralización (lo que el gobierno también llama violencia) es imposible avanzar en nuestras demandas.
En el fondo, el gobierno teme que las protestas y manifestaciones sigan presentes y que el proceso constituyente no logre canalizar las enormes expectativas que abrió la revuelta de octubre. Quieren evitar a toda costa un proceso constituyente convulsivo y agitado por la lucha de clases, cuestión hasta hace algunas semanas era imposible de visualizar, pero que con las ultimas movilizaciones, pareciera ser un escenario cada vez mas plausible.