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Red Internacional
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Deuda fraudulenta. Bancar el ajuste que trae el acuerdo con el Fondo: la única certeza tras la reunión del Pro

El espacio que conduce Ritondo se reunió este miércoles para discutir su postura frente a la votación del acuerdo con el FMI que busca aprobar el Gobierno. Sin dar nuevas definiciones reclamaron al oficialismo “más detalles” del texto y hablaron de cuestiones como “cambios de fondo” y un “plan lógico” para “ser un país normal”. Este jueves habrá reunión presencial de Juntos por el Cambio en Olivos para tratar el mismo tema junto a las otras fuerzas que lo integran y que ya informaron sus posturas.

Miércoles 9 de febrero de 2022 22:40

Foto: Infocielo

Tanto en la oposición de derecha de Juntos por el cambio como en el Frente de Todos, continúa la incertidumbre sobre el desarrollo de la votación en Diputados del proyecto que envíe el oficialismo para aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que refinanciará la deuda contraída por el gobierno de Macri.

Con la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara Baja, el escenario para la administración de Fernández se puso más sombrío. Además de las dudas sobre los apoyos que recibirá al interior de su propio bloque (La Cámpora), necesita también el apoyo desde el otro lado de la grieta.

En ese escenario, Juntos por el Cambio también muestra las distintas visiones alrededor de avanzar en la votación del acuerdo. Desde el radicalismo, con Gerardo Morales a la cabeza, dejaron en claro que acompañarán el proyecto en aras de la “responsabilidad” de “hacerse cargo” sin “poner palos en la rueda”.

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Lo propio hicieron desde la Coalición Cívica, desde la cual, luego de un plenario el último sábado, indicaron que la postura ya se tomó y está bastante clara. La defensa de la República y honrar las deudas, son sus ideas fuerza para apoyar el acuerdo que implicará un ajuste sobre las mayorías trabajadoras y una “renovación” del sometimiento por parte del Fondo y las potencias centrales al país.

A diferencia de radicales y “lilitos”, en el Pro parecen no tener una postura unificada, y con secretismo y suspenso, buscan seguir negociando con el oficialismo, aprovechando que éste necesita a la oposición de derecha para lograr la mayor cantidad de apoyos a la votación del acuerdo y evitar que éste salga con una debilidad importante, en caso de obtener una mayoría simple poco numerosa.

Al finalizar la reunión, desde el Pro se dejó en claro su apoyo a un acuerdo con el Fondo pero pidieron al Gobierno más “detalles” sobre el entendimiento. "Nadie puede decir cómo va a votar un texto que no conoce" señaló Ritondo y sostuvo que desde su espacio quieren “un país normal”. Por su lado, Luciano Laspina, uno de los que expusieron en la reunión junto el ex ministro de economía durante el macrismo, Hernán Lacunza, insistió en el mismo tema. “Todavía no conocemos la letra del acuerdo”, señaló, y recalcó que aún “no hay cambios de fondo” en la política económica luego del anuncio del entendimiento. Pero saludó que al menos se le ponga “un freno al descontrol monetario y fiscal que viene haciendo el gobierno”, en referencia a los ajustes del déficit fiscal y de tasas de interés y de cambio, que exigió el Fondo y anunció Guzmán en su conferencia de prensa junto a Manzur.

En el mismo tono, Lacunza manifestó que le parece positivo el hecho de haber evitado el default, pero que eso no alcanza, y en ese sentido pidió que el Gobierno presente “un plan lógico para que lo acompañemos". Desde el Pro y Juntos por el Cambio quieren un ajuste y entrega a los dictados del Fondo aún mayor que el ya anunciado por el Gobierno, el cual implica un fuerte ataque a las condiciones de vida de las mayorías trabajadoras, con las metas de reducción del déficit primario que implicará recortes en gastos sociales y salarios, las subas de tasas de interés que encarecerán el crédito, y la reducción de los subsidios, que se traducirán en nuevos tarifazos, entre algunas de las medidas ya anunciadas y exigidas por el organismo.

Desde el oficialismo y la oposición derechista coinciden en lo esencial de acordar con el Fondo para dejar contentos a los grandes capitales financieros, industriales y agrarios, a costa de un ajuste y empobrecimiento de las mayorías trabajadoras y populares en un contexto como el actual con indicadores sociales en niveles de extrema gravedad, como el 40 % de pobreza y el derrumbe del salario real desde 2015 en un promedio del 25 %. Ambas coaliciones acuerdan en hipotecar el país durante los próximos años.

Desde Juntos por el cambio buscan un ajuste más brutal en función de los intereses que representan y para que el “trabajo sucio” esté hecho antes de 2023, cuando asuma un nuevo gobierno. Desde el Frente de Todos continúan el camino de avanzar en un nuevo pacto de coloniaje que implicará un mayor sometimiento del país a los dictados del Fondo y de los capitales extranjeros, en pos de conseguir los dólares para pagar los vencimientos que vendrán.

Una salida totalmente opuesta es la que propone el Frente de Izquierda, de rechazar el acuerdo con el FMI y llevar adelante un desconocimiento soberano de la deuda, junto a otras medidas urgentes para proteger el ahorro nacional e invertirlo en las necesidades de las mayorías trabajadoras y populares. Las debilidades tanto del gobierno como de la oposición muestran que se puede enfrentar este acuerdo, y la enorme movilización de este martes convocada por la izquierda es el camino.

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Redacción

Redacción central La Izquierda Diario