El River de Gallardo aguantó 35 minutos pero el mejor equipo del mundo comandado por Lio Messi fue demasiado: una vez que se puso en ventaja fue imparable. Con el 3-0 (Messi, 2 de Suárez) dejó al club de Núñez en el lugar de Sub campeón.
Martes 22 de diciembre de 2015
Foto: AP
Durante el primer tiempo el equipo argentino aguantó presionando e intentó desgastar al Barcelona. Pero es casi una misión imposible con un equipo tan aceitado como el Barca que basa su juego en la posesión de la pelota (los números son contundentes, los blaugranas tuvieron un 63 % del tiempo el balón frente a 37 % de River) y que además toca y hace lo que quiere con ella.
No ofreció demasiado en el momento de paridad el River campeón de América. Y con el gol de Messi se derrumbaron las ilusiones y los planes tácticos. Vale decir que en ese gol de apertura del marcador el brazo del crack acomodó la pelota para el remate y aunque era una jugada rápida y debió ser invalidada, la caída de la valla de Barovero no parecía que iba a tardar en llegar.
El resto fue lo que vemos cada fin de semana en la liga española: un Barcelona arrollador, esta vez con un Luis Suárez como figura indiscutida de este nuevo título.
River tuvo un momento de levantar la frente y buscar el descuento sobre el final y fue la mejor versión de los de Núñez, pero ya era muy tarde.
No volvió de Japón triunfador como en el ´86 pero no muchos equipos tienen en su haber un enfrentamiento con un equipo que ya está en la historia del fútbol y encima la sigue escribiendo (el Barcelona logró 26 títulos en 10 años). No pudo ser esta vez pero de la caída pueden estar las lecciones a tener en cuenta para el resurgimiento de un River que llegó a lo más alto; sólo faltó el último escalón.
