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Red Internacional
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PANDEMIA Y PRECARIZACION LABORAL. Bares Gluck: "No hay plata para pagar sueldos"

La franquicia de bares, con 8 locales en todo el país mantiene, al igual que la mayoría de rubros en gastronomía, las condiciones de precarización a los que condenan a la juventud.

Lunes 18 de mayo de 2020 16:16

La realidad de miles de jóvenes que trabajan ha sido siempre a costa de trabajos en negro y precarizados, y hoy en día vienen siendo los principales afectados. En el actual contexto de la pandemia, donde los trabajadores vienen sufriendo grandes ataques, superando los 2 millones y medio de despidos, suspensiones y rebajas salariales a lo largo de todo el país.

En este marco, la franquicia Gluck dedicada al servicio de gastronomía, con 8 locales a lo largo del país, el último recientemente inaugurado en La Plata haciendo, al igual que en las demás aperturas, una mega (y costosa) inauguración con fuegos artificiales y demás; hoy en día es una de las tantas empresas que priorizan sus ganancias por sobre la vida de los empleados.

La mayoría labura en negro, trabajando a toda máquina durante muchas horas sin parar, en algunos lugares casi sin tener francos y cobrando al día lo que cuestan dos platos de papas. Esta realidad es la que viven la gran mayoría de los que trabajan en gastronomía, y ahora se le suma que en los días de cuarentena, nadie está cobrando un peso, obligando a miles a buscar otros empleos como en Rappi o Glovo, pedaleando hasta el cansancio, sin condiciones de higiene y seguridad dignas, exponiéndose al virus para poder sobrevivir.

¿Cómo se espera que los miles que laburan en estos lugares puedan soportar la crisis que estamos atravesando en el mundo sin cobrar un peso? Muchos no solo dependen de ese dinero para mantener sus estudios, alquileres, sino que también son responsables de que esa plata vaya para sus familias.

Esta franquicia está manejada por cuatro dueños, de los cuales aparte de socios, dos son hermanos. La respuesta que dan frente a esta situación es la misma que se escucha en cientos de negocios del mismo rubro: “no hay plata para pagar sueldos”. ¿Qué tan real es esto?

Excusados en que la mayoría de los negocios de gastronomía se encuentran cerrados, los empresarios no pierden la oportunidad de “achicar gastos” para que los negocios continúen funcionando. Pero lejos de recortar sus salarios, los recortes siempre recaen sobre los mismos. Es ridículo pensar que una franquicia como esta, que tiene locales en los lugares más exitosos y caros como Palermo o las esquinas más cotizadas de La Plata (en pleno centro de la ciudad), no dispongan de plata para pagar los salarios mínimos que reciben los empleados.

No dudan un segundo en priorizar sus ganancias y esto solo pueden sostenerlo gracias a que el gobierno, junto con los sindicatos da “vía libre” para que en todo el país, estos empresarios hagan lo que quieran con la vida de los trabajadores y que sigan ocurriendo despidos como si nada. Desde que comenzó la cuarentena se firmó un decreto que prohibía los despidos y, sin embargo, pese a las denuncias de los trabajadores que sufren estos ataques, el gobierno no mueve un pelo para que se cumpla.

No solo omiten los atropellos que sufre la clase trabajadora, sino que también brindan enormes subsidios a las empresas para “afrontar la crisis” (como si a estos tipos les faltaran ingresos) y dejan a la deriva a millones que por ejemplo hoy no están pudiendo cobrar el subsidio de la IFE, siendo este el único ingreso que pueden llegar a tener en esta situación.

Podés leer: Trabajadores precarizados e informales movilizan en La Plata

Esta es la realidad que viven los jóvenes, no solo en Argentina, sino que a lo largo de todo el mundo. En un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2017 se reconoce que 70 millones de jóvenes están desocupados y 3 de cada 4 tienen trabajos “informales”. En el país casi 2 millones de pibes laburan totalmente precarizados, sin ningún tipo de estabilidad económica, e incluso en condiciones de miseria, donde no hay garantías básicas de higiene y seguridad, llevando en este contexto a exponerse a la pandemia a miles de jóvenes. Pero esta situación ¡ya no da para más!!

Es por eso que pusimos en pie la Red de Trabajadores Precarizados, para comenzar a organizarnos juntos a trabajadores de otras empresas y a lo largo de todo el país, para amplificar nuestra voz y pelear contra estos tipos que negocian con nuestras vidas.
Frente a la desidia de los sindicatos, que transan con el gobierno, y que por ejemplo hace semanas “celebraron” las reducción salarial del 25% que sufrieron los trabajadores, queremos contraponer una herramienta donde los que verdaderamente hacemos funcionar estos negocios podamos decidir nuestros reclamos de forma democrática.

Es fundamental que seamos miles construyendo esta herramienta de lucha, para enfrentar cada despido y suspensión que ocurra, como también para pelear por condiciones de trabajo dignas y un subsidio para todos los trabajadores desempleados, para que nadie quede en la calle.

Sabemos que desorganizados condenan nuestro futuro, en cambio siendo miles organizados, teniendo delegados en cada lugar de laburo y peleando en cada conflicto donde ataquen a los trabajadores; tenemos la posibilidad de pelear contra todas estas injusticias en mejores condiciones.