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Red Internacional
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Bariloche: choferes autoconvocados profundizan la lucha por su salario

El conflicto en la empresa de transporte urbano Mi Bus de Bariloche se profundiza. El proceso de autoconvocados local llevó a la renuncia de los tres delegados obreros de UTA que representaban a los trabajadores ante la empresa. Desde La Izquierda Diario dialogamos con Cesar Alonso, vocero oficial de los autoconvocados del transporte público de Bariloche.

Lunes 27 de julio de 2020 17:44

Con la experiencia de la empresa Santa Fe, anterior licitataria del transporte urbano de pasajeros (TUP) que se retiró sin abonar los salarios, los autoconvocados temen que la historia se repita. Cesar también relata como de los 450 empleados que aquel entonces formaban el personal de las dos empresas del TUP, Las Grutas y Santa Fe, hoy sólo quedan 245 en una única empresa monopólica del transporte con la consecuente sobrecarga laboral en una ciudad como Bariloche en plena expansión demográfica y un ejido de 38 km de largo.

Las persecuciones y hostigamiento laboral a través de cámaras de seguridad en las unidades, pedidas como medida de seguridad por parte de los propios choferes, terminaron funcionando como método para desafectar personal y aplicar todo tipo de sanciones

La bronca por abajo se venía acumulando desde hace rato en la empresa debido a las pésimas condiciones laborales, las reiteradas faltas al convenio, los atrasos salariales, falta de aportes previsionales desde mediados del 2019 y un sinnúmero de problemas que la UTA ha dejado pasar una y otra vez.

«“En los cuatro años que Mi Bus lleva a cargo del servicio, la UTA ha convocado a 2 asambleas, siendo que las asambleas debieran ser mensuales, porque son la herramienta con la que cuentan los trabajadores para que sus representantes conozcan sus reclamos”,» destaca Cesar.

Con la caída de la actividad y la recaudación como consecuencia de la pandemia, sin medidas elementales de seguridad e higiene ante los crecientes contagios en la ciudad y cada vez mayores atrasos en el pago de haberes de parte de una patronal que descaradamente sigue pidiendo, y recibiendo, subsidios millonarios. Hace pocas semanas, Pedro Ponte, dueño de la empresa Amancay, solicitaba $30 millones de subsidio estatal para sostener el servicio.

Los trabajadores iniciaron el paro total el 1 de julio con el respaldo de UTA. El viernes 10 de julio, a diez días de iniciada la huelga, la UTA ofició como vocera de la empresa proponiendo a los trabajadores el pago del 50% del salario de junio si levantaban la medida de fuerza. “Si estaba el dinero ¿porque no lo depositaron? Claramente era una extorsión para que levantáramos la medida, y por suerte mis compañeros no se dejaron engañar” recuerda Cesar.

Así se llegó a la marcha del pasado 13 de Julio, donde irrumpió en escena el movimiento de conductores autoconvocados del TUP marchando por las calles de la ciudad. Conocida esta convocatoria, el dia domingo 12 la empresa anunció que retomaban el servicio. “Fue la empresa, y no el sindicato, quien puso fin al paro” se indigna Cesar. Ese mismo 13 de julio al mediodía el intendente Gennuso (JSRN) anunció la entrega de $7 millones de subsidio a la empresa a fin de retoamr el servicio. Hoy la empresa adeuda cerca de $13 millones entre salarios y aguinaldos.

«“El impacto de autoconvocados en el país, y en Bariloche ha sido muy fuerte, pero es el resultado de la inacción de quienes debieran tomar en sus manos el reclamo de los trabajadores que es el sindicato. Tenemos que hacer lo que otros no hacen” » cuenta Cesar.

Empresa, burocracia sindical y municipio: un tridente antiobrero

El movimiento de choferes autoconvocados de Bariloche ha logrado constituirse como un factor desequilibrante en el esquema de connivencia entre la empresa Amancay SA (concesionaria del TUP a través de Mi Bus), la UTA y el municipio encabezado por Gustavo Gennuso.

De hecho, Gennuso rápido en responder al pedido de prestadores turísticos, se niega a dialogar con los autoconvocados tildándolos de “inadaptados” “grupito disidente” entre otros adjetivos, luego de la marcha del 13 de julio, planteando que la representación natural de los choferes es la UTA. “Al escuchar estas palabras, no sabemos si estamos hablando con nuestro intendente o con nuestro empleador. Debiera ver como intendente cuales son los puntos del contrato de licitación que no se cumplen en lugar de atacarnos”,«» contesta Cesar. “A nosotros no nos trajo el viento de San Juan, no vinimos soldados a la empresa. Somos trabajadores de Bariloche.«”»

El titular de la UTA local, Marcelo Iarlori, se encuentra de licencia médica hace varios meses, quedando a cargo el adjunto Pablo Figueroa. El pasado 23 de julio, luego de que autoconvocados realizaran una protesta en la empresa a las 5 de la mañana, renunciaron los tres delegados obreros, Kummel, Flores y Curilen, debido a supuestas “injurias” y “reclamos infundados” por no responder a los reclamos de sus compañeros, en la que sostienen siempre haber apelado a “los tiempos legales para cada reclamo”.

Amancay, la secretaria de transporte, y otras instituciones, fueron denunciadas penalmente por la multisectorial por el TUP de Bariloche en febrero pasado justamente por incumplir los términos de la concesión. Cesar menciona que “hoy no están en servicio la totalidad de las 100 unidades que debiera contar la empresa de acuerdo al contrato”. Desde la Multisectorial denunciaron que 25 unidades fueron llevadas a Villa La Angostura (Neuquén), donde Amancay SA ganó la licitación del TUP, y a la que renunció en junio pasado.

Al mejor estilo Laderas del Perito Moreno, la empresa sanjuanina Amancay SA tomó la concesión en Bariloche en 2016 con un capital declarado de $120.000 y ni un solo colectivo. Estos fueron adquiridos mediante el sistema de Leasing con el desvío del dinero de los subsidios nacionales, provinciales y municipales. Hoy, pretende retirarse del mercado en caso de no continuar recibiendo dicha asistencia de más de $23 millones mensuales, pero no puede abonar los salarios de choferes y empleados.

Pero esta estafa empresaria y la connivencia de la burocracia y el Estado, no es exclusiva de Bariloche, por ello es que se han levantado choferes autoconvocados en todo el país, desde la combativa Córdoba, hasta Mar del Plata y Rosario.