En varios partidos de la segunda división, donde juega actualmente el Betis, su barra brava profirió cantitos de aliento al delantero Rubén Castro, quien fue denunciado cuatro veces por su ex pareja por maltratos y golpes. Brutal reivindicación de la violencia de género que escandaliza al fútbol ibérico.
Viernes 27 de febrero de 2015
Foto: Manuel Gómez
“Alé Rubén, alé Rubén. No es culpa tuya, es una puta, lo hiciste bien”, cantaron -en varios partidos en el Estadio Benito Villamarín- los barras de la llamada Supporters Sur (cuya sigla es SS, ni más ni menos), una facción caracterizada por sus simpatías fascistas y la exhibición de banderas con esvásticas, cruces celtas y símbolos franquistas. La brutal expresión machista y misógina es en apoyo a su delantero Rubén Castro, sobre quien pesan varias denuncias por maltrato por parte de su ex pareja, Laura Pavón, quien en 2013 denunció haber sido apaleada por el jugador. Desde entonces, Rubén Castro tiene prohibido acercarse a su ex pareja por decisión judicial.
En videos que circularon por Youtube se oye claramente el cantito que corearon desde la tribuna sur de la barra brava, por lo menos una fracción mayoritaria de ella.
Uno de los videos en los que quedó registrado el cantito que festeja la violencia misógina
Sin embargo, las reacciones de la dirigencia del club sevillano llegaron tarde. Apenas conocidas las expresiones misóginas, el presidente del Betis –Juan Carlos Ollero- declaraba no haber escuchado nada. Pero cuando comenzó a difundirse el caso y ante la probabilidad de que su club sea sancionado, minimizó el hecho planteando que se trató de un sector minoritario de la parcialidad y que sería una injusticia que sancionaran al club. Todo indica que, en principio, la Comisión Anti-violencia de la Liga determinaría la clausura del estadio del Betis.
Tanto la dirigencia del Betis como la propia “Supporters Sur”, se desligan de los hechos y aseguran repudiar los cánticos. Pero el escándalo trascendió las fronteras de Andalucía y se constituyó en un escándalo en todo el Estado Español. El popular cocinero Karlos Arguiñano –muy conocido en nuestro país- tomó posición acusando de “maltratador” al jugador Castro. El presidente Ollero propone acompañar acciones legales contra Arguiñano, por considerar que el jugador no ha sido sentenciado y se estaría violando la “presunción de inocencia”. Hasta el momento, dirigentes y barra del Betis se han limitado a moverse corporativamente, como demuestra la sucesión de hechos.
Arguiñano habla del caso de Castro y el Betis en su programa de cocina