Este domingo al medio día, inició su campaña por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México Alejandra Barrales, la candidata del Frente compuesto por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el conservador Partido Acción Nacional (PAN) y el Movimiento Ciudadano (MC).
Domingo 1ro de abril de 2018
El acarreo clientelar de derechohabientes de programas sociales y de trabajadores de las distintas dependencias del gobierno de la CDMX (quienes fueron obligados a asistir sin ser avisados si quiera a qué tipo de evento se presentaban) no fue suficiente para llenar la Plaza de la República junto al Monumento a la Revolución.
Pero, ¿qué dijo Barrales en su arranque de campaña? Empezó hablando de su trayectoria política auto reivindicándose como una mujer que por años ha luchado por una mejor ciudad, explicando que a ella la impuso su trayectoria y el aprecio de la gente.
Y vino lo peor, pues su primer compromiso fue fortalecer y aumentar el número de activos en la policía de la ciudad. Además de duplicar los salarios de los mercenarios que en esta entidad son responsables de innumerables atropellos, como fue el caso más reciente: la desaparición forzada de Marco Antonio Flores, quien además fue golpeado brutalmente y aún se encuentra recuperándose de los daños físicos, emocionales y mentales que le produjeron hace más de dos meses.
Sin la menor vergüenza, aceptó la presencia del narcotráfico en la ciudad, sin mencionar por supuesto, que su fortalecimiento y establecimiento en la ciudad se dio durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera quien encabeza el actual gobierno perredista y ya tiene en puerta una candidatura como senador plurinominal que no sólo le garantizaría sus ingresos durante otro periodo sino, sobre todo, el fuero que lo protegerá después del desvió de recursos para los damnificados del 19S y otras anomalías de su gobierno.
¿Y los damnificados?
Por si fuese poco, Barrales prometió garantizar casas para las víctimas del terremoto afirmando que “no puede ser posible que haya familias viviendo en las calles” pero sin mencionar quiénes son los responsables de que a más de 6 meses del sismo haya damnificados en las calles aún.
Y el colmo del cinismo vino cuando prometió justicia para las madres y los padres de la Escuela Enrique Rébsamen (escuela en la que murieron 19 niñas y niños y 7 adultos), precisamente porque el desvío de recursos para la reconstrucción, la impunidad de los dueños de edificios mal construidos y las autoridades que lo permitieron, “la vuelta a la normalidad”, regresar a niñas y niños a escuelas en mal estado en gran medida son responsabilidad del gobierno perredista encabezado por Miguel Ángel Mancera.
Que salga ante unos miles, que además fueron obligados a asistir con un sol a plomo, con un discurso que señala algunos de los problemas más sentidos de la sociedad capitalina, explicando lo “indignada” que se siente pero teniendo que ocultar que es su propio partido el responsable, tuvo como resultado un público poco “entusiasmado” y más bien harto, como los miles en la ciudad que están cansados de estos discursos cínicos y vacíos.
