Las familias desalojadas de este barrio de Escobar no se rinden. Mientras se encuentran en alerta ante las promesas del municipio, organizaron un merendero para seguir juntando fuerzas. Recibieron el apoyo de los obreros de Madygraf y su Comisión de Mujeres, quienes junto a otros trabajadores y docentes entregaron donaciones de una colecta organizada por la fábrica recuperada.
Sábado 14 de noviembre de 2020
Solidaridad y asamblea la toma del Barrio Stone - Escobar - 12-11-2020 - YouTube
Ninguna lucha se ganó con hambre. Esto lo saben bien las familias trabajadoras de barrio Stone que este jueves organizaron una merienda popular en uno de los predios desalojados para continuar con su lucha por tierra y vivienda digna.
En esos terrenos ubicados sobre la calle Sargento Cabral había casas construidas con mucho esfuerzo. Pero hace tres semanas el municipio dirigido por Ariel Sujarchuk (Frente de Todos), el Gobierno provincial y la Justicia pasaron topadoras para dar lugar a un barrio cerrado. Un negocio que involucra a la empresa Nuevo Maschwitz S.A y a la familia Costa, ligada a Juntos por el Cambio
Lejos del panorama desolador que generan los escombros, las familias no bajan los brazos. El merendero, además de llenar las panzas (y los corazones) de sus hijos, comienza a ser un espacio para continuar la lucha por tierra para vivir.
Los 60 vecinos del barrio Stone fueron estafados dos veces. Primero, por terceros a los cuales les compraron los terrenos donde habitaban. Segundo, por los gobiernos municipal, provincial y nacional quienes les prometieron por medio de un acta que si se retiraban pacíficamente el pasado 3 de noviembre les iban a dar subsidios para alquiler, alojamientos en hoteles para situaciones de calle, módulos de ampliación habitacional si contasen con tierra, incorporación en el Registro de Demanda de soluciones habitacionales y compensación de materiales de construcción. Esto no ocurrió y llevó a que las familias trabajadoras protesten el pasado 5 de noviembre en la puerta de la Municipalidad. Allí recibieron la promesa por parte del Estado municipal de que en 15 días se cumplirían los puntos del acta.
Este martes se termina el plazo y los vecinos se encuentran resueltos a permanecer firmes en su reclamo. De no haber respuesta, prepararán nuevas acciones de lucha.
"Somos todos de una misma clase"
Mientras los chicos juegan en una canchita armada y se prepara la chocolatada, los trabajadores de Madygraf junto a obreros de Mondelez Planta Victoria y de Siderca, ferroviarios, docentes, jóvenes de la Red de Precarizados y el Centro de Estudiantes de Ciencia y Tecnología de la UNSAM alcanzan alimentos no perecederos, ropa, y otros víveres que recolectaron esta semana a través de una colecta organizada por los obreros de esta fábrica recuperada. La Comisión de Mujeres de esta última comparte bandejas de pastafrolas y tortas fritas hechas por ella misma.
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Porque tampoco ninguna lucha se ganó sin solidaridad entre los de abajo. Rolo, uno de los vecinos, les expresa a los presentes: “Nos hacen sentir que no estamos solos. Estamos luchando porque lo merecen nuestros hijos. No bajamos los brazos. Gracias a todos los que vienen que apoyarnos. Nos ayuda a pelear”.
Los trabajadores, las mujeres y jóvenes estudiantes y precarizados, que se acercaron a la merienda, brindan sus fuerzas para que la pelea de los vecinos triunfe. Son conscientes de que si los centros de estudiantes y los sindicatos levantan la bandera de “Tierra para vivir”, el derecho a la vivienda digna para las familias del barrio Stone, las de Guernica, la Bibiana, Garrote y de todas las tomas que hay a lo largo del país se puede conquistar.
Las mujeres del barrio y sus hijos se sacaron fotos en el merendero con carteles que decían “Barrio Stone apoya las familias de Garrote y Guernica, ¡Fuerza!”
Sandro Salazar, obrero de la gestión obrera de Madygraf que viene acompañando junto a sus compañeros desde el primer día del conflicto, cuenta a los presentes que las familias son un ejemplo porque siguen en pie de lucha. “La unidad nos enseñó que no hay que hacer diferencias entre trabajadores. Somos todos de una misma clase. Eso nos hizo fuerte y nos permite sostener desde hace 6 años nuestra fábrica y seguir en pie” expresó.
Porque tampoco ninguna lucha se ganó sin organización y coordinación. El merendero popular, la colecta organizada por Madygraf y su Comisión de Mujeres, el apoyo de trabajadores y estudiantes son acciones que generan lazos para que las familias puedan conseguir un acceso a la tierra y a la vivienda digna.
En un contexto donde la salida al problema habitacional por parte de los gobiernos es la represión como ocurrió en Guernica o el intento de desalojo como ocurre en el barrio Garrote en Tigre, es importante rodear de solidaridad a todas las familias que pelean por un hogar para sus hijos. Las luchas continúan. En Guernica, en Garrote, en Moreno y Escobar no bajan los brazos y cuentan con el apoyo de trabajadores, estudiantes y mujeres. Es necesario unir todas estas fuerzas para que todos puedan acceder a condiciones habitacionales dignas.