Boom. Basta Chicos: la vuelta de Ricardo Fort en forma de podcast

En la introducción, el programa promete recorrer "una vida de lujo, fama, amores y decepciones" así como revelar "anécdotas inéditas entre el Comandante, su familia, su entorno y diversas celebridades". El gancho perfecto para hablar de uno de los herederos de Felfort, la marca de chocolates fundada por Felipe Fort hace casi 100 años.

Damián Kuc, el encargado de ponerle magistralmente la voz a cada episodio de Basta Chicos, va desmenuzando desde el principio la vida del empresario fallecido en noviembre de 2013 y para ello realiza una serie de entrevistas a distintos personajes que constituyen el universo mediático local así como también a su hijo y a uno de los guardaespaldas que lo acompañó en su breve pero intenso raid por la fama. La propia revista Forbes lo consideró como uno de los personajes de mayor influencia en el show business de entonces.

Producido por Revista Anfibia, a lo largo de las entregas el programa pone de manifiesto no sólo la sexualidad y el machismo de Fort, hechos muy pocos cuestionados por una televisión a la que le faltaban años para la llegada de la marea verde, sino también veladamente las condiciones laborales de los trabajadores de la fábrica de chocolates, que estaban muy lejos de ser la de Willy Wonka. Rabioso defensor de la política neoliberal y del culto a la meritocracia, logró entrevistar a su máximo ídolo político, Carlos Menem, de quién expresó: "para mi primera entrevista, creo que es la persona más importante. He estado con Madonna cenando y charlando, de cholulo puede haber sido. Pero siempre digo que con la persona más importante que me sentí muy bien hablando, fue con usted, que me llamó para agradecerme por unos chocolates que le había mandado a La Rioja. La emoción que sentí al escuchar al señor Presidente hablarme por teléfono, y encima que me diga Ricky y preguntar por mis hijos, creo que nunca lo voy a olvidar". Sin comentarios.

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El primer capítulo del podcast se llama “No soy una estrella fugaz” y con Guido Süller y el periodista Luis Ventura como protagonistas estelares, desmenuza una de las grandes cuestiones que atraviesan no solamente a la farándula sino por extensión a cualquier personaje público en su ansiado salto a la fama: la construcción del personaje mediático.

Mientras Guido trata de explicar la idea poniéndose como ejemplo al mencionar que nunca será recordado por sus dotes actorales sino por el “pollo al horno con papas” de su madre, Luis Ventura da en la tecla del fenómeno. Al mismo tiempo en que mastica sonoramente su comida, devela la posta: “la gente piensa que la farándula es espectáculo y no tiene nada que ver. Son los personajes mediáticos que sin hacer nada son populares, los que salen de lo común, los distintos”. Como antítesis coloca a los “monosilábicos”, mientras que el mediático “es el que te da el valor agregado, es quien tiene en claro lo que tiene que hacer para que vos tengas el contenido que buscás”. Y por último remata: “podés tener talento o no, pero mediatizar es cuando vendés por vos mismo”.

Los personajes del mundo de la farándula, al que Fort perteneció a pesar suyo (“Ricardo quiso ser reconocido como artista pero nunca pudo lograrlo”, en palabras de Süller), tienen muy bien aprendidos los peldaños de esta mágica escalera a la fama. Pero ese nivel de exposición tan buscado por muchos también trascendió el chimento y hace bastante que empezó a ocupar terreno en otro gran universo, el de la política.

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Solamente por poner un ejemplo, el uso de la polémica fue el recurso utilizado por Victoria Tolosa Paz del Frente de Todos, quién pasó en términos relativos de ser una ignota para el gran electorado a ser la persona que dijo “garchar” en vivo. Habrá sido para seducir a un público joven, para hacerse la popular, la “cercana a la gente”, puede haber mil motivos. Pero lo cierto es que el uso de las herramientas de comunicación y el picante agregado del elemento distinto son el abc de la denominada videopolítica, utilizada con especial ahínco en época electoral para trascender. Las propuestas políticas, te las debo.

Ricardo Fort lo sabía bien y por eso a pesar de ser un empresario menemista que reinó de forma efímera en la televisión argentina, se convirtió en un personaje de culto, famoso por sus frases y su extravagante estilo de vida, casi como un viajero perdido del tiempo de la pizza con champagne pero a comienzos de la segunda década del siglo XXI. Las nuevas generaciones lo descubrieron por sus videos en YouTube y es en este marco en que se generó su revival. Misógino, machista o apreciado, lo cierto es que logró su mayor objetivo: que aún después de muerto, la gente siga hablando de él.