En Costa Sud de Tres Arroyos no cabía un alfiler más. Con la ilusión a cuesta luego del triunfazo ante Bahía Blanca, Punta Alta hizo historia: clasificó al Provincial de Clubes, por méritos propios.
Miércoles 12 de junio de 2019 12:00
Foto: sitio web viapais.com.ar
El básquet de Punta Alta logró por méritos propios clasificar al Provincial de Mayores, algo que ésta vez se dio en la cancha, sin invitación alguna en los papeles. El seleccionado de la ciudad marítima hizo todo bien: le ganó a su eterno rival, Bahía Blanca; y en la noche del lunes ganó de visitante en Tres Arroyos en un estadio que, como tantas veces en la propia Punta Alta, no cabía un alfiler. Este triangular zonal fue para los del grito "Pun-Pun-Talta", y ahora podrán medirse como hace algunos años no pueden hacerlo, con las mejores selecciones de la provincia.
El Provincial de básquet es uno de los torneos más viejos de este deporte: lleva más de 70 años jugándose. Si bien la profesionalización y el desarrollo de la Liga Nacional, el ascenso y el Federal dejaron en un segundo plano este clásico torneo de selecciones, para Punta Alta la cosa siempre es seria. La mística de los rojos es de larguísima data: siempre enfrentándose obligadamente en los zonales con Bahía Blanca, cada partido de esos es una verdadera final con la ciudad vecina, y eso es antes de clasificar al propio torneo. Para quien no es docto en esta materia, aclaremos algo obvio: Bahía Blanca es la capital nacional del básquet. De allí salieron Ginobili y centenares de estrellas basquetbolísticas. Cada partido en que se enfrentan estos vecinos portuarios es un microcosmos de sensaciones. Pero si La Izquierda Diario ya contara alguna vez uno de esos partidazos a estadio repleto, (¡haciendo su cobertura desde arriba de un balde de pintura!), ésta vez, una vez consumada la victoria con Bahía Blanca, este diario pudo volver a vibrar y contar esta hazaña deportiva lograda en Tres Arroyos gracias al streaming. ¡Como para no verlo estando a 500 kilómetros de distancia, si hasta desde Noruega y México había aficionados prendidos a la "tele del face" del medio periodìstico local Punta Noticias!
Primero lo primero: jugar en casa con Bahía Blanca siempre es bueno. Los rojos, si es de local, algún partidito le sacan a los bahienses. Pero como el zonal tradicionalmente es con revancha, Bahia Blanca, por rotación y calidad, siempre a la larga termina ganando la serie. Ésta vez el sano oportunismo llegó para descolocar a un seleccionado bahiense frío, desdibujado, sin hombres grandes en la pintura y un juego de menor a mayor que nunca pudieron terminar de remontar. Bahía siempre hace lo mismo: juega a media máquina, y cuando las papas queman sacan a relucir la calidad de sus jugadores para terminar ganando la serie, con un Punta Alta que termina impaciente, falto de ideas, lleno de nervios y calambres...Pero en esta ocasión los calambres de Bellozas (17 rebotes contra Bahia Blanca, el motor del equipo) no fueron excusas. Punta Alta lo ganó a estadio lleno en el Armando Traini y la mística del sacrificio, del bajo perfil pero con personalidad, nuevamente volvió.
Los partidos se juegan con la cabeza y se ganan con el alma. Sino díganle al viejo Diego Trejo, quien con sus 46 años a cuestas entró al final del partido contra la ciudad estrella. En dos minutos metió un doble de esos tan poco ortodoxos como efectivos y un par de tiros libres. Cuando las papas quemaban, el canoso tatuado puso fin a las dudas y cerró el partido.
Al término del encuentro Lucas Bianco, un histórico con pasado en Liga Nacional, anunció su retiro con la camiseta roja (aunque en Punta Alta hasta los retirados siempre juegan un poquito, adentro o afuera de la cancha, como sea). Vino a dar la cara y a dejar el legado de actitud ante las nuevas generaciones, que lustro a lustro van mamando esa mística de entrega "cien por cien". En sus palabras luego del partido dedicó ese triunfo a sus familiares y a toda la ciudad de Punta Alta, "que llena la cancha en momentos tan dificiles del país, donde cuesta juntar la plata para la entrada" (entrevista televisiva para Gente de Básquet). Sabias palabras de un viejo lobo de mar, en momentos donde a la juventud en Punta Alta cada vez le cuesta más conseguir un laburo y donde la escasez de ofertas culturales muchas veces es parte de la explicación de porqué se llenan los estadios cuando, una vez al año, se enfrentan ambas ciudades.
Mención aparte merece Bahia y los comentarios de un envidioso Hernán "el loco" Montenegro, quien salió a decir que la eliminación de Bahia era algo así como "60 años de historia tirados por la cloaca". Palabras que muestran la crisis de la Federación Bahiense de Básquet, pero también el poco reconocimiento a los méritos propios de un Punta Alta que siempre tuvo jugadores para darle pelea cara a cara. Además, hay que recordarle al famoso ex-basquetbolista-empresario, que Punta Alta tiene una historia a la cual siempre le rinde honor. Es como si la ciudad de la base naval tiene siempre presente el hecho de que Bahía Blanca la expulsó de su propia federación, luego de que los clubes de Punta Alta ganaran consecutivamente el campeonato local bahiense en los inicios de las competencias. En resumen: no hay sorpresa en ganarle a Bahia, más bien un acto de reparación histórica.
Con Tres Arroyos la cosa fue más basquetbolística: un arranque muy efectivo le permitió trabajar la rotacion del banco desde el primer cuarto. Y así pudieron verse las destrezas de cada uno: el ganchito de Agalupe (una cosa vintage), la puntería y asistencias de Pordomingo, la frialdad de Bianco, la enjundia del viejo Trejo (con triples, fajándose adentro de la pintura), la promesa Matias Jaimes, las destrezas de Arias, el buen reemplazo de la base por parte de Lucchetti, el segundo tiempo de Bellozas... Por su parte, Tres Arroyos, quien venía de darle el golpe final a Bahía Blanca, se mostró desde el inicio errático, cargándose de faltas. Pero logró ponrese a tiro al final del primer tiempo y sobre el final del partido, con un Thygesen de otro nivel (jugó Liga Nacional) y con el acompañamiento de Hollender. Pero le faltaron opciones de gol. El final quiso ser para el infarto, pero no, la ventaja de dos posesiones mantuvo a Punta Alta en terreno seguro y pudo cerrar el partido.
Así es como Punta Alta festejó el triunfo de este excepcional triangular zonal jugando a lo grande de visitante, con una barra de un centenar que viajaron a apoyar al equipo. ¿Dónde puede encontrarse algo similar en cualquier localidad, por un seleccionado? Ahora pasó al Provincial, que se jugará en Pergamino. Será cosa de postergar el retiro de algunas de las leyendas para dar todo por este tramo final del cuál ya está todo ganado, lo que viene "es gratis". La vieja gloria del seleccionado de la ciudad nuevamente se pone en juego. Que siga la mística para este seleccionado. Su esfuerzo y apego, contagia.