La Ley Khomri ha tenido sus réplicas: la Ley del Trabajo Peeters, en Bélgica. Esta propuesta de Ley ha suscitado gran indignación entre los trabajadores belgas. El Gobierno reprime para imponer su ley.
Viernes 27 de mayo de 2016
80.000 manifestantes protestaron esta semana en las calles de Bruselas contra de la ley Peeters, que busca flexibilizar el empleo en Bélgica. Estableciendo el número de horas de trabajo durante el año, aumentando las horas semanales. Esto lleva a que el empleado sea más “flexible” y dependiente de su jefe. El jefe tiene, con esta ley, la facultad de decidir cuánto tiempo se trabaja, limitado a sólo 9 horas por día y 45 horas por semana de máximo.
Esto daría permiso para que las empresas hagan que sus empleados trabajen cinco meses con semanas de 45 horas, cinco meses con 31 horas semanas y dos meses a 38 horas; al final, se trabajaría 38 horas por semana en promedio, pero, de hecho, su vida social, familiar, y su salud estaría seriamente amenazada.
Además, la Ley prevé un aumento de tiempo anual de trabajo de 100 horas, con lo que el promedio pasa de 38 horas a 40 horas, con la posibilidad de ampliar a 360 horas en un acuerdo sectorial.
Por último, los trabajadores a tiempo parciales reciben más ataques. Los trabajadores podrán ser llamados a cumplir tareas con solo un día de antelación: el empleador podrá hacer y disponer de la vida de estos trabajadores, que no podrán disponer de su tiempo. Por último, en el trabajo a tiempo parcial, el pago de las horas extras y las horas extraordinarias será menor o inexistente.
80.000 manifestantes y cañonazos de agua
Las mismas leyes antisociales que en Francia, la misma represión de los movimientos sociales: 80.000 manifestantes expresaron su ira contra un gobierno de derecha que sirve a la patronal. En respuesta, la policía llegó armada con sus porras, sus gases lacrimógenos y sus cañones de agua.
Para legitimar su represión, el gobierno utiliza los mismos métodos que Bernard Cazeneuve, el ministro del interior francés: "cien matones llegaron para atacar a la policía," repiten los medios belgas que cubrieron la movilización. Ni una palabra de la precariedad y la miseria que ha creado esta ley. Los manifestantes han sido repelidos por cañones de agua y hubo heridos por golpes policiales. En total se produjeron 21 detenciones y 10 heridos es el saldo de la represión.
Después de dos meses de hablar de la convergencia de las luchas en Francia, es el momento de ver que la lucha debe ser internacional: los que defienden los intereses de nuestros oponentes actúan en todas partes al mismo tiempo, con los mismos métodos. Depende de nosotros ir más allá de las fronteras artificiales que les permiten explotarnos mejor, para unir nuestras fuerzas en una lucha internacional.
Traducción: Juan Romero
Révolution Permanente
Francia