Mientras políticos, empresarios y religiosos se juntan en el Palacio de Bellas Artes, para homenajear al “apóstol de Jesucrito", millones de trabajadores, jóvenes y mujeres están cada vez más lejos de la cultura y el arte. ¿Será este evento una muestra del fin de la laicidad del estado, bajo el gobierno de AMLO?
Joss Espinosa @Joss_font
Viernes 17 de mayo de 2019
Mientras la Asociación de Profesionistas y Empresarios de México (APEM) anunció con bombo y platillo el homenaje al llamado “apóstol de Jesucristo" en su cumpleaños número 50, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) declara no haber permitido ningún evento religioso en el recinto.
Múltiples publicaciones muestran el magno evento organizado por sectores de la APEM, en el que se contó con la presencia de participantes de los tres niveles de gobierno mexicano, asistentes de 45 países, quienes al terminar disfrutaron una cena de gala, en la que se dio un reconocimiento a Naáson Joaquín.
Se destacó la presencia de algunos funcionarios y parlamentarios, principalmente del presidente del Senado, Martí Batres y del encargado de la comisión de cultura de la Cámara de Diputados, Sergio Mayer. Además del uso del principal recinto cultural del país, se dispuso de otra institución estatal, la Sinfónica de la Marina Armada de México, que interpretó varias piezas de música clásica y óperas.
Tratando de resbalar el bulto, el INBAL y la secretaria de Cultura, aclararon que el espacio fue solicitado por el Senador de la bancada del Partido Verde Ecologista de México Rogelio Zamora Guzmán. Y mencionaron que pese a que el evento fue gratuito, la sala se rento por la cuantiosa cantidad de $185, 413.
Zamora Guzmán tiene una relación particular con la Iglesia de la Luz del Mundo. Cuando asumió su cargo de senador, fue entrevistado por esta institución, a la que declaró que su investidura era el resultado del trabajo de "tres Apóstoles de Jesuscristo que hoy se concreta y que inició con la Restauración de 1926" refiriéndose a los tres líderes, abuelo-padre-hijo, que ha tenido dicha institución. También dijo que con su senaduría:
se cumplen las promesas que se hicieron al Apóstol de Jesucristo, nuestro hermano Naason" y que en próximas legislaturas del Senado, "habrán compañeros que nos habrán representar".
se cumplen las promesas que se hicieron al Apóstol de Jesucristo, nuestro hermano Naason" y que en próximas legislaturas del Senado, "habrán compañeros que nos habrán representar".
Pese a lo que se menciona en redes y por parte de los organizadores el INBAL reiteró que no se llevó acabo ningún evento religioso. Como si un evento convocado con el rostro de el líder de una iglesia no tuviera de por si una carga, mediática. política y religiosa en un país donde el laicismo gubernamental es un tema importante.
La otra realidad de los creyentes
Mientras políticos, empresarios y religiosos se juntan en el Palacio de Bellas Artes, para homenajear al “apóstol de Jesucrito", millones de trabajadores, jóvenes y mujeres están cada vez más lejos de la cultura y el arte.
No sólo resulta escandaloso que hayan utilizado ese recinto para dicho "homenaje", sino que esto se da en el marco del diálogo que el Gobierno Federal ha tenido con sectores evangélicos, pensando en darles tiempo en televisión y radio.
Mientras millones entregan su poco dinero y su vida a Iglesias como La Luz del Mundo, sus líderes celebran sus cumpleaños, nada más y nada menos que en el Palacio de Bellas Artes, con cenas de Gala e invitados de la política y del sector empresarial.
Muchas de estas iglesias han forjado sus imperios sobre la base de la fe y los escasos recursos de millones, es sobre las esperanzas de estos millones que organizan fastuosos eventos.
Mientras se comienza a cuestionar qué tan garantizada está la laicidad del Estado, la moral del conjunto de las iglesias condena a mujeres a morir por abortos clandestinos y al señalamiento de la diversidad sexual que ha permitido un discurso con el cual se justifican crímenes de odio.
Nada más descriptivo que una ceremonia a un líder religioso con participaciones de integrantes del Estado y empresarios, mientras afuera miles de maestros marcharon para defender la educación pública y gratuita y sus condiciones laborales, además de sobrellevar un día más de contingencia ambiental provocada por los intereses de los grandes empresarios y la forma caótica en la que la industria produce el grueso de la contaminación, ya sea en las fábricas o en los (por ahora imprescindibles) autos de combustión interna.
Es lamentable ver cómo al interior del recinto convivían líderes políticos y religiosos, mientras los feligreses convocados se apretujaban y se mojaban frente a una pantalla gigante que les era insuficiente. Como siempre, los empresarios ricachones y sus solícitos colaboradores sociales, tanto políticos como religiosos, cómodamente sentados apreciando el espectáculo, mientras los pobres seguidores presenciaban a la intemperie cobijados sólo con su fe.
Los de adentro deciden sobre nuestros cuerpos y nuestra miseria. Los de afuera, los que día día movemos los engranes del aparato productivo sin la seguridad de garantizarnos la comida del día siguiente tenemos que hacer algo urgentemente. hay que reventar la enorme brecha económica entre unos cuantos ricos poderosos y los millones de trabajadores del campo y la ciudad, poniendo los medios de producción al servicio de los de abajo. Para ello, una tarea primordial es hacer realidad la supuesta separación de la Iglesia y del Estado.