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Red Internacional
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Zona Norte del GBA. Berni los eligió de enemigos: habla la nueva generación de la Panamericana

La Izquierda Diario entrevistó a seis militantes obreros del Partido de Trabajadores Socialistas, para conocer desde adentro el surgimiento de la nueva vanguardia obrera en el 2014, los ataques y resistencias en los conflictos de los últimos meses, y el debate sobre cómo construir una izquierda de los trabajadores.

Sábado 1ro de noviembre de 2014

SEGUNDA PARTE - LA IZQUIERDA Y LA VANGUARDIA OBRERA

ID: Todas estas batallas que nos están contando, le han dado un protagonismo a la izquierda y los luchadores obreros superior a otras etapas.

Eduardo (Donnelley): Yo creo que sí. Desde el PTS hemos tomado la lucha de Lear como una gran batalla de clase. Creemos que con esta perspectiva debería tomarla toda la izquierda, si quiere ser una alternativa real a la burocracia sindical y el peronismo en el movimiento obrero, y no sólo aspirar a aprovechar las oportunidades electorales. La bandera de "familias en la calle nunca más" es levantada por un sector de la vanguardia obrera y la izquierda, y eso tiene una simpatía de masas. La lucha de Lear conquistó una solidaridad enorme que se expresa en los artistas y periodistas que apoyan y en lo que se recauda para el fondo de lucha, que ya llegó a un millón de pesos, es histórico. Así, como parte de la lucha de clases, un sector de la izquierda clasista es vista por millones con una bandera que el kirchernismo abandona. Y en esto no fue toda la izquierda sino el PTS que puso realmente el cuerpo a la lucha de Lear con sus diputados a la cabeza.
Nosotros estamos luchando en común con sectores obreros combativos. Levantamos un programa de lucha y estamos juntos en la Panamericana. Yo creo esa ruta es un buen lugar para avanzar en la fusión de la vanguardia obrera y la izquierda. La fusión se da en la lucha de clases. El PO piensa que puede fusionarse con la vanguardia obrera en un acto. Eso es infantil. No hay fusión que no parta de la lucha de clases porque como se dice “en la cancha se ven los pingos” y ahí la vanguardia obrera aprende a distinguir quien es quien y lamentablemente el resto de los grupos de izquierda no quieren tomar las luchas obreras como luchas propias, aportan lo mínimo, aparecen y se van, no son parte.

Pero somos concientes que no podemos limitarnos a esta lucha en común con sectores de la vanguardia obrera. Esa tiene que ser la base para construir un partido mucho más fuerte. Es algo que necesitamos estratégicamente para vencer a los capitalistas, pero también hace a la relación de fuerzas en esta etapa con las patronales, la burocracia y el peronismo que gobierna. Por el papel que jugamos en la lucha de clases y el que queremos jugar, el desarrollo y crecimiento de nuestro partido no es sólo una cuestión para el futuro sino que hace a la fortaleza de los sectores combativos.

Gabriela (SUTEBA Tigre): Si, vos pensá que además del relato de que son los creadores de los 5 millones de puestos de trabajo y el fin de hiperdesocupación, también el kirchnerismo era el abanderado de la "no represión a la protesta social", aunque durante su gestión hubo muertos en protestas. Que Sergio Berni, un ex carapintada, esté al mando de la Gendarmería y sea el hombre del gobierno para “resolver los conflictos” es toda una definición. Las luchas de Lear y Donnelley son vistas con mucha simpatía entre los docentes, y entre las familias trabajadoras, que los ven como una barrera contra los despidos, porque lo que están diciendo es que si van a empezar a echar, hay gente que se va a plantar, no va a ser fácil. Y cada vez más trabajadores y jóvenesven al gobierno como aliado a empresas buitres que dejan familias en la calle y a burocracias mafiosas que parecen gerentes de empresas más que dirigentes sindicales.

Esta situación cruza a la clase trabajadora más allá de la situación de cada fábrica, de cada escuela, poniendo a la izquierda obrera como una alternativa frente a la burocracia y el gobierno.

Lorena (Kraft): porque además esto se da en el marco de una recesión que se profundiza, donde las posibilidades de lograr conquistas en forma evolutiva van desapareciendo. Aunque el empleo no cae mucho, la inestabilidad laboral sube. Es cierto que eso muchas veces da lugar a posiciones conservadoras entre muchos trabajadores. Sobre eso se apoya la burocracia. Pero en ese marco de recesión es que llega este renovado protagonismo de la izquierda como quien se opone con lucha a los despidos y suspensiones. Y que además cuenta con una representación parlamentaria y una organización militante al servicio de esas peleas. La simpatía hacia la izquierda y a estas luchas tiene un alcance que supera muchísimo a los luchadores, que llega a miles y miles, y es una base para que la izquierda revolucionaria se convierta en una alternativa para enfrentar la crisis que se viene.

Quiero decir también que las mujeres trabajadoras fueron un gran actor en estos meses de lucha. En Lear las obreras juegan un gran papel. Además están las Comisiones de Mujeres de Donnelley y Lear que son indispensables para llevar adelante esas luchas. Con ellas fuimos al ENM de Salta con la delegación de Pan y Rosas de más de 1000 compañeras. De Kraft fuimos unas 20 compañeras también. Y esto sucede en un momento muy importante, porque en las últimas semanas el drama de los femicidios estaba muy presente, y el gobierno acababa de aprobar el proyecto del nuevo Código Civil, que es reaccionario y antiobrero. El desarrollo de un movimiento de mujeres es una tarea de primer orden para nosotras. El kirchnerismo no abandonó solo las banderas por el empleo y contra la represión sino también la lucha por los derechos de las mujeres como el derecho al aborto por su relación con la Iglesia. Esa es una de las banderas que también está tomando la izquierda clasista como lo demostramos en Salta. Esa pelea política la damos todos los años en los encuentros junto a Pan y Rosas, y que ahora nos proponemos la continuidad de ese movimiento por la conquista en las calles de esos derechos. Por eso la relevancia no solo de las comisiones de mujeres para la defensa de los puestos de trabajo y todos nuestros derechos, sino también para ponerse al frente de la lucha por la emancipación de las mujeres.

Gabriela (SUTEBA): las docentes también somos parte de ese movimiento que cuenta Lorena. En el SUTEBA Tigre organizamos la Secretaría de la Mujer y gracias a esa militancia logramos que una delegación de 50 compañeras sea parte del ENM. La lucha por nuestros derechos, por el derecho al aborto, contra la violencia de género y por las reivindicaciones de las trabajadoras que sufren una doble jornada, la opresión dentro de las fábricas y reciben un salario inferior por el mismo trabajo, tiene que ser tomada en nuestras manos y organizar a miles de compañeras.

ID: ¿Y qué conclusiones podemos sacar de estos meses de ataques y respuestas?

Ruben (Lear): bueno, una de las cosas que charlamos con militantes del PTS que trabajan en fábricas del gremio, es el papel abiertamente reaccionario de la burocracia del SMATA, siempre atacando al activismo, hace imposible la existencia de delegados no verdes que al mismo tiempo no se identifiquen con la izquierda ni tengan una base de izquierda y combativa. En este gremio se da una polarización entre quienes apoyan la heroica lucha de Lear y ven con desprecio a una burocracia pro patronal y quienes consideran que es mejor "hacerse amigo del burócrata" o convivir con ellos que supuestamente garantizan que no echen masivamente a costa de aceptar suspensiones, aumento de los ritmos y alguna que otra patoteada a los "díscolos". Este sector se come en parte el verso de que la izquierda trae los despidos. Para el otro, la izquierda se la juega realmente contra los despidos. Esos compañeros saben que hay despidos pero donde dirige Pignanelli pasan sin pena ni gloria y por eso ven nuestra lucha con una enorme simpatía. Sobre esa base nosotros nos planteamos organizar una fuerte corriente en este sindicato estratégico. Por todo esto, en este gremio los sectores que se podrían llamar de "centro" tienden a reducirse cada vez más.

La burocracia de la lista Verde, pese a imponerse en lo formal, ganar las elecciones de VW y conseguir nuestra destitución en Lear está pasando por el peor año de su historia reciente. Quedó totalmente expuesta por sus tareas sucias, repudiada por amplios sectores porque se sostiene gracias a convertirse en buchona de la empresa, y no puede impedir que surja una corriente de oposición, aunque todavía no esté firmemente organizada. El desarrollo de esta corriente depende de nuestra determinación para expresar este nuevo proceso, ser orgullosa de la lucha de Lear y saber que no es posible tener delegados independientessin una base combativa que no sean atacados.

Lorena (Kraft): lo central que yo rescato es que se terminó la etapa en donde los trabajadores nos votaban a nosotros como delegados porque del otro lado había una burocracia impresentable porque en todos estos años no se renovó en lo más mínimo y al mismo tiempo votaban al gobierno al que consideraban en su mayoría suyo. Nosotros hicimos pie en estas fábricas pero teníamos esa contradicción de la cual siempre fuimos conscientes. Entonces podíamos tener una gran influencia sindical porque somos luchadores consecuentes pero en lo político éramos una minoría absoluta. Era una fuerte presión para tener una actividad muy sindicalista. A ese fenómeno se lo llamó sindicalismo de base porque la clave nuestra era la democracia, el respeto por las asambleas y la lucha consecuente.Hoy eso cambió. Con la recesión y los ataques el gobierno le mostró a decenas de miles lo que es, un gobierno anti obrero. Y la izquierda y el PTS también mostró qué es en los sectores más avanzados. Somos los que defendemos con la lucha los puestos de trabajo, los que tenemos diputados que se la juegan en las calles, los que construimos un movimiento estudiantil pro obrero que se la banca en la Panamericana, los que organizamos a las compañeras para defender sus derechos, los que peleamos para que la crisis la paguen los grandes empresarios. Esto lo ven decenas de miles, lo ven por la televisión en cada corte y esto hace que ya no sea necesario contar con un fuerte trabajo sindical previo para poder discutir de política. Lo podemos hacer directamente y con el Izquierda Diario y el periódico la Verdad Obrera que distribuimos de forma masiva en las fábricas; podemos construir una fuerte corriente política en el movimiento obrero. Ahora podemos llegar a miles políticamente con nuestras ideas, con las respuestas de la izquierda a todos los problemas y agravios que sufre el pueblo.

No estamos hablando que todos los trabajadores ven así a la izquierda. Es obvio, la mayoría aún va votar por variantes de derecha como Scioli, Massa y en menor medida incluso algunos votarán por Macri. Pero la vanguardia que nos apoya en las fábricas, los activistas y los sectores más conscientes y una parte minoritaria de la base ve a la izquierda como una alternativa política, no solo como buenos delegados que los defienden. Por eso tenemos que dejar atrás una etapa que nos dio grandes frutos pero que no tiene más base en la realidad y pasar a otra que puede ser mucho más interesante.

Roberto (Gestamp): Yo agregaría que en este marco de ataques patronales, los sectores más débiles y menos organizados del activismo sufren derrotas importantes y arrastran a la marginalidad y la crisis abierta a las corrientes que los influenciaron. Es el caso de Gestamp y de Paty. En la primera no existía un activismo sólido porque el MAS que dirigía a su interna nunca quiso desarrollar un activismo fuerte y politizado. Allí y en Paty fueron derrotas totales y las corrientes mayoritarias de esas fábricas como el MAS y DO quedaron fueran de juego en la lucha por la vanguardia obrera de la Zona Norte.

ID: ¿Y el Partido Obrero?

Roberto (Gestamp): El PO fue siempre una corriente secundaria en Norte pero habían logrado influencia en algunas internas. Hoy con esta ofensiva son parte de los grupos que salen más golpeados.Ellos tenían influencia en las internas de Impresores, Avon, Sealy y Amodil. Eran esas cuatro. En su lógica el PO las mantuvo siempre ocultas en el colmo de la división entre el trabajo político y el sindical. Ellos siempre dicen que están en contra del sindicalismo pero en las posiciones que conquistaron nunca trataron de hacer luchas políticas y grandes batallas de clases. Contradictoriamente son los que más separan lo sindical de lo político.

Las internas de AVON y Amodil se perdieron por fraude (en la primera los delegados fueron expulsados del Sindicato) mientras en la colchonera Sealy el activismo sigue resistiendo un fraude escandaloso y en Impresores la Interna fue ganada por la burocracia luego de una derrota en la lucha donde el PO tuvo una enorme preocupación para que las internas de la Zona Norte no tengan contacto con los obreros de Impresores, aunque esto les quitara apoyo y solidaridad. A pesar de la predisposición del activismo de esas fábricas - como los de Sealy que salieron a defender a su interna a la calle y con acciones dentro de la fábrica - el PO las mantuvo separadas del resto de la vanguardia de Norte con el único objetivo que nadie se meta en sus feudos. Incluso en los plenarios del SUTNA nunca se discutió la solidaridad con esas luchas para que sean tomadas por toda la vanguardia de Norte. Así sufrieron duros golpes. De esta forma el Partido Obrero quedó frustrado en su intento de entrar a la Zona Norte limitado en su relación con los dirigentes del SUTNA, que en su mayoría no se reivindican de la izquierda clasista. Algo similar le había pasado años atrás en Alba.

Victor (Fate): Es como dice Roby. En esta etapa de enfrentamiento más duro en la lucha de clases, el reagrupamiento impulsado por el SUTNA San Fernando desapareció por un motivo fundamental: eran reuniones sin base donde se organizaban marchas de propaganda que no tenían sentido alguno cuando empezaron los combates reales. Nosotros lo planteamos en las reuniones que participamos, y planteamos coordinar a los distintos agrupamientos existentes, y tener una política hacia los miles de trabajadores de la zona que todavía no están organizados. Los dirigentes del SUTNA se refugiaron en la Corriente Sindical Clasista del PO para cubrir el resultado de su política de reagrupamiento que no superó un par de luchas más o menos duras. Se trata igualmente de una posición fuerte de la izquierda, porque no es un solo una interna sino una Seccional y hay un Cuerpo de Delegados extendido, del que soy parte. Pero la política de la seccional es peligrosa, porque dejó pasar las suspensiones sin al menos fuertes acciones fuera de la fábrica y estamos sufriendo despidos por goteo sin una seria resistencia.

Eduardo (Donnelley): y entonces los sectores mejor organizados logran una resistencia de 5 meses como Lear, que pese a sufrir los mil ataques posibles cuenta con dos de los delegados adentro que luchan contra su destitución por parte del SMATA y por reorganizar la fábrica. Tienen además relaciones con decenas de activistas del gremio en la Zona y en el país con personalidad propia para organizar una corriente de oposición. De más está decir que se sufrió la pérdida de una gran parte de la base de la interna opositora y del activismo, pero la opción de una derrota total como en Gestamp está fuera del horizonte inmediato al conquistar una posición por parte de los delegados depuestos dentro de la fábrica y la reinstalación de 61 trabajadores como producto de la lucha. Este resultado provisorio hace posible pensar en una pelea de largo aliento dentro de uno de los Sindicatos más importantes del país, quizá el más poderoso por su relación con las terminales automotrices.

En el caso de Donnelley el proceso que hemos hecho estos años, la fortaleza que mostramos en el momento más difícil, y la realidad de tener una fábrica bajo gestión obrera, creo que nos ubican como la fábrica de vanguardia más sólida, y el desafío de intentar organizar a la vanguardia obrera de la zona.

Gabriela (SUTEBA Tigre): Los docentes, luego de la gran lucha por las paritarias, nos fortalecimos y estamos llamados a jugar un papel importante. Podemos aprovechar las conquistas que tenemos y la estabilidad en nuestro trabajo. Por ejemplo, está en nuestras manos organizar un gran movimiento de mujeres trabajadoras y ser un factor de unidad entre los obreros industriales y los sectores populares. El peso conquistado se mostró por ejemplo en la movilización en Tigre contra las agresiones a docentes, donde un frente único entre todas las corrientes de izquierda y el activismo logró que una marcha así no tuviera las típicas características reaccionarias sino que apuntara al gobierno y sus políticas de ajuste. O cuando impulsamos con los obreros de Donnelley la impresión de 10.000 cuadernos en MadyGraf, que serán donados a las escuelas públicas de los barrios populares de la Zona Norte.

Lorena (Kraft): hay sectores de vanguardia que no sufrieron ataques este año, como el Rioplatense, mientras el SUTEBA de Tigre se convirtió en una institución de importancia para la vanguardia de la zona. Hay internas que consiguieron conquistas como la de Unilever aunque luego no jugó un papel en las luchas de Lear y Donnelley, es como que se replegaron sobre sí mismos. Los compañeros de WordColor que son independientes pero de la Bordó gráfica mantienen su posición.

Como decía antes, en el gremio de la Alimentación Daer busca un lugar más "de centro", tomando los reclamos históricos de sectores de masas para de esa manera evitar que la izquierda siga ganando peso en nuevas fábricas. Una política de exigencia tiene que cobrar cada vez más fuerza en esos sindicatos. Esta ubicación de Daer debilitó a las agrupaciones que en la Alimentación se presentaban como algo intermedio entre la izquierda y la burocracia, como un “centro” como la UDT en Kraft, o la lista "ni Verde ni Bordo" de Stani, que contra todos los pronósticos salió última. La UDT también salió última mientras su principal dirigente se fue de la fábrica. Al mismo tiempo el ejemplo de "centro" la lista de Egildo González en STANI se hizo abiertamente de la Verde gracias a este giro de Daer.

Las internas de la Alimentación que están en manos de la oposición clasista y nos mantenemos firmes, como Kraft y Pepsico, tenemos planteada la pelea ofensiva por recuperar el STIA.

Eduardo (Donnelley): Como decía antes, además de gestionar la producción y pelear para poner la fábrica al servicio de la comunidad, queremos convertir MadyGraf en un centro de organización de todos estos sectores combativos y clasistas que estuvimos charlando. Nosotros lo demostramos en la práctica. La semana pasada fuimos al corte de Lear como si fuese nuestra propia lucha lo que nos valió tener varios compañeros de Donnelley heridos. Fuimos 30 compañeros al corte como si fuese nuestro y sufrimos la represión brutal de la Gendarmería.

Por otro lado imprimimos un cuaderno para los chicos que lo entregamos junto con el SUTEBA de Tigre. Hicimos 10.000 con el objetivo de mostrar con este ejemplo para qué queremos la fábrica. La queremos para que sea del pueblo, que sea útil para las familias obreras y populares y no sólo para nosotros. Hace pocos días organizamos un torneo de fútbol donde participaron más de 30 equipos de las más importantes fábricas y barrios obreros de la zona, en una jornada espectacular de deporte pero también de solidaridad y política. Queremos recuperar las mejores tradiciones del movimiento obrero también en ese punto, que también organizaba actividades sociales, culturales y deportivas amplias, no para repetir lo que hace la burguesía, sino para llegar a sectores muchos más amplios.

Tuvimos que formar una cooperativa pero nuestro objetivo es la estatización y la gestión obrera para poner la fábrica al servicio de las necesidades del pueblo. Ahora que estamos sin patrón, vamos a seguir apoyando las luchas, pero sobre todo queremos usar nuestra fuerza para extender la influencia de la izquierda y el sindicalismo combativo a toda la zona norte, un lugar estratégico del capitalismo en nuestro país. Por eso queremos insistir con la propuesta de empezar a coordinar a todos estos sectores. Es una tarea urgente.

Por último, volviendo a una cosa que decía al principio, quería compartir una reflexión que venimos haciendo con otros compañeros, en este año de luchas y activismo obrero, y qué tiene que ver con nuestros objetivos como militantes revolucionarios. Este año fue y sigue siendo muy duro en cuanto la lucha de clases en la que participamos. En el conflicto de Lear hubo casi 90 heridos de distinta magnitud, prácticamente todos militantes del PTS, 23 detenidos de los cuales 21 son militantes nuestros. Fuimos la parte fundamental de los conflictos de Donnelley y Lear donde se cortó la Pana ya 12 veces. Ahora hay ataques en Printpack y a nuestro compañero Victor Ottoboni lo llevan a juicio oral en una causa penal y en PepsiCo estamos enfrentando el intento de vaciar parcialmente la fábrica.

O sea, estamos en muchas batallas, cada uno de distinta intensidad. Nosotros ponemos todas nuestras fuerzas en cada pelea que nos toca, pero como decía tenemos claro que no podemos quedarnos en eso. Toda la experiencia común que venimos haciendo con sectores combativos de la Zona Norte tiene que servir para construir un partido mucho más fuerte. Lo necesitamos porque sabemos que sin partido no hay revolución capaz de triunfar y lo necesitamos hoy para las batallas que estamos llevando adelante y para las que vendrán. O sea, tiene que ver con el futuro pero también con el presente inmediato. En función de como actuamos nosotros en la lucha de clases es evidente que el crecimiento del PTS es un factor que hace a la fortaleza de las luchas que se den, a la relación de fuerzas con las patronales y la burocracia.

Berrni y la Generación de la panamericana Parte I