La ida de Martino abrió el desfile de nombres para su reemplazo como DT de la selección de fútbol. El Cholo y el Loco reviven un debate que apasiona. Aire fresco ante tanto manoseo en la AFA.
Sábado 9 de julio de 2016 16:47
En todas las encuestas aparecen primeros entre las preferencias de la gente. Ambos han declarado su interés por ocupar el banco de la selección en diferentes momentos de su carrera.
El Loco ya lo hizo. El Cholo merece su oportunidad. La mayor complicación es que quieran agarrar en este momento el timón de un barco que naufraga en la inmensidad del océano y en medio de una tormenta feroz.
Pero para los que se ilusionan con poco, acostumbrados a la desidia del manejo del fútbol argento, ya palpitan este debate caliente que hace recordar al de menostistas y bilardistas y que tanto apasiona a un país donde viven la mayor cantidad de técnicos del planeta.
El filósofo y el gladiador
Marcelo el “Loco” Bielsa tiene una manera muy particular de pensar el fútbol para lo que se acostumbra en este ámbito. Se lo puede calificar como un “filósofo del fútbol”. Vale recordar muchas de sus explicaciones sobre algunos aspectos importante, como la táctica y la técnica, la estrategia o el éxito y el fracaso.
“La relación éxito-fracaso es una cuestión que ha sido central en mi vida, he pensado mucho lo que significa triunfar y fracasar. Como primera medida éxito y felicidad no son sinónimos, hay gente exitosa que no es feliz y gente que es feliz y no necesita del éxito. La obligación que tiene todo ser humano es rentabilizar sus opciones para ser feliz, entonces nosotros deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción (…) Los seres humanos de vez en cuando triunfan pero habitualmente se desarrollan, combaten, se esfuerzan…y ganan de vez en cuando, muy de vez en cuando. Yo tenía un amigo en México que una vez me habló del heroísmo del obrero (…) me dijo éste sí que es fuerte, que se levanta cuando los hijos duermen y regresa cuando los hijos duermen. La producción se mide en función de las posibilidades, no exclusivamente en función de los logros. Es una relación entre lo que posee una persona antes de empezar y a dónde llega, pero nosotros estamos acostumbrados solo a valorar a aquel que llega más arriba”. Así reflexionaba el Loco en un programa de la televisión chilena.
Cultor del fútbol ofensivo llevó la táctica del 3-4-3 a la selección bajo su conducción, entre los años 1998 y 2002, donde es recordado por no pasar la primera fase del mundial realizado en Corea y Japón y no por haber sido el técnico con mejores registros en goles a favor y en contra, en triunfos logrados y puntos obtenidos en una eliminatoria en la historia.
El Cholo es de un estilo más defensivo. Reconocido como un gran motivador y de sacarle el máximo a sus planteles. Inolvidable aquella frase que lo pinta de cuerpo entero “hay que jugar con el cuchillo entre los dientes”.
Con su estilo guerrero el Atlético Madrid ha logrado medirse con los mejores equipos en la actualidad y ha tenido las mejores producciones futbolísticas de su historia.
Les ha complicado la existencia en más de una ocasión al mejor Barcelona que se haya visto y a su clásico rival Real Madrid plagado de figuras como Cristiano Ronaldo, Bale y James Rodríguez.
Sus números en el “Aleti” son formidables. Es el técnico de mayor efectividad de su historia. Logró cinco títulos tras años de sequía y jugar dos finales de la Copa de Campeones. Cortó una racha de 14 años sin ganarle a su clásico rival y obtuvo siete victorias consecutivas contra el equipo merengue.
Así se convirtió en un emblema del equipo madrileño, donde lo aman y no quisieran que se fuera nunca.
Antagónicos
Como los presentan sus pensamientos y su visión del fútbol son dos exponentes antagónicos de cómo obtener resultados y de qué es jugar bien. Pero ambos son virtuosos técnicos. Los números hablan por sí mismos.
Para los que gustan ver y opinar sobre este maravilloso deporte, sus estilos dividen aguas. Más de una vez se discutirá en esta sección sobre el tema en cuestión. Diversas son las posturas y bienvenido sea el debate.