Para el acto inaugural de este viernes del evento deportivo internacional, la organización francesa sólo invitó a presidentes y embajadores. En su afán de figurar en la foto junto a su hermano, Macron y otros referentes de la casata política mundial, la secretaria general de la Presidencia le quitó la entrada a Ian Selecki, el embajador en París. Ni los medios amigos del Gobierno salen de su asombro.
Miércoles 24 de julio 10:15
Foto Ernesto Pagés | Noticias
El viernes a la noche el presidente argentino Javier Milei asistirá a la inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024 . Según se informó, horas antes se vería en privado con su par francés, Emmanuel Macron, en una reunión bilateral “obtenida a último momento”, tal como consignan algunos medios con llegada directa a la Casa Rosada.
Fuentes del gobierno francés dijeron a la periodista Luisa Corradini de La Nación que recién este martes Macron aceptó reunirse un rato con Milei el viernes, lo que demuestra la urgencia e improvisación de las gestiones libertarianas para hacer pasar el viaje presidencial como un relevante punto de su “agenda de Estado”.
El encuentro entre mandatarios se produciría el viernes cerca del mediodía (mañana en Argentina), antes de la recepción en el Palacio del Elíseo organizada por el gobierno local para jefes de Estado, previa al acto de inauguración oficial de los Juegos Olímpicos a orillas del Río Sena.
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Lo que se preguntan en Francia es si la hermana presidencial estará presente en la reunión con Macron y también en la fiesta inaugural de París 2024. “Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores francés siguen aún asombrados por la ‘inexplicable’ anunciada presencia de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, en los actos de inauguración de los Juegos el viernes por la noche”, dice Corradini en un artículo publicado este miércoles en La Nación.
El texto del diario argentino agrega que, “según las estrictas reglas establecidas por Francia, cada delegación oficial tiene a su disposición una entrada para el Presidente o Primer Ministro y una segunda para el embajador del país. Imposible derogar. Si uno de los dos no puede estar presente, su entrada no se atribuye a nadie más. Curiosamente, la secretaria general de la Presidencia remplazará el viernes, en principio sin explicación previa, al embajador Selecki que, de este modo, se quedará sin acceder a los actos”. Es decir que, a través de una maniobra muy poco diplomática, la señora Milei se estaría colando en la exclusiva inauguración de los JJOO.
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Más “casta” no se consigue. El discurso con el que los Milei llegaron a la Casa Rosada, de supuesto combate a los privilegios de “la política”, nunca se sostuvo en la práctica. Pero, encima, cada vez se preocupan menos en maquillarlo y aparentar. A eso se agrega la cholulés de una familia acostumbrada a trepar posiciones sociales gracias al chanchullo ventajero, basado en servir a los intereses del gran poder económico.
A la gran cantidad de viajes de los Milei al exterior (con fines privados pero financiados con fondos públicos), a la utilización de dependencias estatales para acomodar amigos y parientes, y a la más grave aún adaptación de leyes y decretos para beneficiar a megamillonarios y ajustar a millones de trabajadores y pobres, el gatito mimoso del poder económico y su Jefe le agregan condimentos extra como el afán de aparecer en cuanta foto del stablishment político-empresarial puedan. Una de esas fotos, probablemente, se la saque la dupla presidencial este viernes a la noche. Resta saber en qué ocupará su tiempo ese día el embajador en París, que se quedó sin entrada.