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Red Internacional
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Megaproyectos. Bienvenida Constellation Brands en Nayarit: gobernador

Tras ganar el “No” a la cervecera en Mexicali, gobierno de Nayarit invita a Constellation Brands a invertir en la entidad.

Miércoles 25 de marzo de 2020

Hace unos días fuimos testigos de una contundente respuesta popular contra la construcción de la cervecera de Constellation Brands en Mexicali, Baja California. Tras una consulta donde participaron más de 36 mil personas en plena pandemia de COVID19, más del 70% de los participantes dijeron NO a la cervecera porque el agua de Mexicali se defiende.

Al igual que con otros megaproyectos, las ganancias de los empresarios están basadas en la expoliación de los recursos naturales a los cuales mexicanos y mexicanas no podemos acceder. Cerveceras y refresqueras, así como la industria minera –particularmente Grupo México- se han adueñado de los recursos hídricos, manantiales, cuencas y ríos, afectando a millones de personas y despojando a pueblos enteros de sus territorios, bajo el amparo de los gobiernos estatales y federal.

Hoy, el gobernador de Nayarit, Antonio Echavarría García, invita a Constellation Brands a asentarse en el estado e invertir, tras el rechazo ciudadano a la cervecera en Mexicali, argumentando que hay agua suficiente y legislación que protegerá sus inversiones.

Es evidente que con esta declaración y los fallos a favor de megaproyectos a nivel nacional, la ley está del lado de los empresarios y contra los pueblos en defensa del territorio y los bienes comunes. Contra la “hospitalidad” empresarial del gobernador nayarita, la pregunta es por qué, en plena crisis sanitaria, los recursos tienen que seguir yendo a parar a los bolsillos de los empresarios.

Con millones de habitantes privados del líquido vital –sólo en la CDMX se calcula 15% de la población sin acceso al agua-, siendo indispensable para mantener las medidas de seguridad e higiene frente al riesgo de contagio del COVID19, resulta escandaloso que el gobernador de Nayarit ignore esta realidad y ofrezca los recursos de la nación a una cervecera que producirá alcohol para exportar a EEUU –de ahí que buscara establecerse en la frontera- y acabará por agotar el agua.

Antes que cerveza, necesitamos insumos médicos y agua

Frente a la pandemia que aún está por llegar a su peor punto en México, proponemos la reconversión urgente del sistema productivo y el control obrero del conjunto de la producción y la economía.

La base de la crisis sanitaria internacional se encuentra en el progresivo desmantelamiento de la salud pública y en las políticas neoliberales que precarizaron las condiciones de trabajo y vida de la población pobre y trabajadora.

La industria en México no está planeada centralizadamente en función de las necesidades sociales, se encuentra al servicio de las ganancias de los grandes empresarios, como demuestra la industria automotriz que produce autos irracionalmente cuando bien podría producir camas médicas y respiradores tan necesarios y escasos frente a la pandemia.

Sólo reconvirtiendo la producción podrían garantizarse a través de la industria textil y de calzado, cubre bocas diarios para la población y ropa médica para evitar contagios para el personal del sector salud. O alcohol en gel, producida por pequeños talleres. No se diga la infraestructura necesaria para nuevos hospitales que podría fabricar la industria acerera mexicana. O el abastecimiento de alimentos que podría garantizar fácilmente la industria agroalimentaria, que exporta millones de dólares anuales a EEUU.

Pero esta reconversión productiva podrá ser puesta al servicio de las necesidades sociales sin generar lucro para algunos pocos, garantizando óptimas condiciones de salubridad durante la producción, sólo si la misma está controlada por los propios trabajadores. Sólo el control obrero de la producción y la planificación centralizada de la economía podrá responder a las necesidades de las grandes mayorías, prohibir los despidos y garantizar licencias para gente en riesgo de contagio o contagiados totalmente pagadas con un salario de cuarentena.

Implementar impuestos a las grandes fortunas de los magnates empresarios y dejar de pagar la deuda externa son medidas extraordinarias urgentes para financiar todas las modificaciones necesarias de la industria y el costo de los insumos médicos y sanitarios, como los test masivos.

No queremos más cerveceras ni refresqueras, ni mineras ni hidroeléctricas. Queremos respeto a nuestros territorios y recursos, y que la riqueza que producimos y nos roban los parásitos capitalistas sea puesta al servicio de las necesidades de las mayorías pobres y trabajadoras del país.