Binner y Bonfatti: un “socialismo buitre” para el Tío Sam

En honor a la verdad, no hay que sorprenderse. Binner, y el gobierno que encabeza Bonfatti, tienen un sólido currículum de cipayismo, documentado con creces. Recordemos que Binner ya había dicho que en “Venezuela” él hubiera votado por Capriles, el candidato de la derecha dirigido desde la sede de la embajada yanqui. Y no solamente: Binner, aunque con carpa, ha hecho una pequeña cruzada a favor de “honrar” los compromisos de una deuda fraudulenta. En junio, en ocasión del rechazo de la Corte Suprema norteamericana al recurso argentino, Binner dijo sin sonrojarse: "Esto es el producto de un desmanejo absoluto del ministerio de Relaciones Exteriores y el ministerio de Economía, que son los verdaderos responsables de haber echado a andar tantas diatribas sobre la Corte; esto lo planteamos en su momento, diciendo que es necesario cumplir con la Constitución y el sistema de la deuda externa, lo cual habla de una responsabilidad diferente que tiene que tomar Argentina". ¿Denunciar a la dictadura que estatizó deudas privadas? No. ¿Desconocer a la deuda por ilegítima, como la investigación de Olmos? Menos. Lamer las botas de los buitres, holdouts, bonistas, o como se llamen. Eso es el “respeto binnerista”.

El Partido Socialista, una escuela de cipayismo

Siendo estrictos, Binner tiene responsabilidad por su cipayismo y por su política proimperialista, pero no tiene el mérito teórico o creativo. Eso se lo debemos al padre del Partido Socialista argentino, Juan B. Justo, seguidor de las corrientes más de derecha y pro-burguesas del socialismo a nivel internacional. Justo, decía frases como éstas: "Somos un pueblo cuyo carácter nacional es ser internacional . El mismo capital establecido aquí es extranjero. Aun las empresas fundadas por extranjeros que han habitado el país o por argentinos mismos, han pasado a ser extranjeras. Se ha internacionalizado el trabajo y la explotación. Esta situación nos da una evidente superioridad”. Este no es un mero análisis teórico. Para Justo, como para sus anémicos sucesores, ser colonizado por empresas de los países centrales (imperialistas) era un honor. Para Binner, directamente una obligación.

“Breaking bad”: Bonfatti con la DEA y el imperialismo

El sucesor de Binner, el Gobernador Antonio Bonfatti, siguió con este modelo de “socialismo buitre”. Sin ir más lejos, a principio de este año, en el mes de enero, Bonfatti y Lamberto hicieron las valijas y huyeron al país del norte, donde recibieron un premio por sus políticas de gobierno y sobre seguridad. Allí, se reunieron con la OEA, con la DEA, con el BID y con el Banco Mundial. No hubo institución imperialista, prácticamente, que les haya faltado visitar y rendir pleitesía. En todas recibieron felicitaciones, como buenos alumnos chupamedias de los yanquis.

La DEA, se sabe, asesora a las fuerzas de seguridad de la provincia, que probadamente es la que gestiona, organiza y perfecciona al narcotráfico. Eso es lo que fue premiado en Washington. Lamberto, quien aparece en escuchas telefónicas como ligado a la banda narco de Los Monos (sin que esto sea investigado), y Bonfatti, fueron felicitados por su buen gobierno. Apenas días antes había cerrado la cifra de asesinatos en la ciudad de Rosario durante 2013: fueron 264, muchos de ellos en manos de los narcos y en casos de gatillo fácil policial. Desde Estados Unidos, el Gobernador dijo: “celebramos la noticia de este premio porque entendemos que es un reconocimiento al esfuerzo cotidiano por recrear un ambiente de convivencia ciudadana, y nos alienta a no bajar los brazos y a seguir trabajando junto con los gobiernos locales para mantener la paz social”. Sí, seguro. Congratulations.

De Gennaro: una corriente interna del binnerismo

Víctor De Gennaro lanzó su candidatura a presidente. Curiosamente, en su lanzamiento había corrientes que apoyaron al kirchnerismo en el conflicto agrario por la 125, y otras organizaciones que fueron parte de la “patriada sojera” convirtiendo a los Buzzi y los De Angelis en poco menos que en sucesores del Che Guevara, siendo que ahora ambos militan en las filas del macrismo. En el acto de lanzamiento estaba, además, Claudio Lozano, quien por presión de la Mesa de Enlace sojera votó en contra (en lugar de abstenerse) de la resolución K “no positiva”.

Aunque, obligado por las circunstancias, De Gennaro viene de hacer declaraciones contra la voracidad de los empresarios, hay que ser categóricos en que se trata prácticamente de una corriente interna, un lema del binnerismo. En el 10º Foro Social, Económico y Político, realizado en la ciudad de Rosario en el 2011, el Tano era muy categórico: “Hoy comienza a enhebrarse una fuerza política, social y cultural que va a gobernar la Argentina”, dijo. Y agregó: "el país necesita ser gobernado por gente decente como la que gobierna hoy Santa Fe". De Gennaro decía esta entusiasta frase al lado del titular provincial de la UCR, Hugo Marcucci, de Hermes Binner y de Luis Juez, que en su último salto, cayó en las redes de Mauricio Macri. No puede decirse, pues, que la unidad con radicales haya sido determinante para que De Gennaro se separe del PS, ya que en Santa Fe, el gobierno modelo del ex líder de la CTA, hace casi 8 años que dirige con los boinablanca.

En el lanzamiento de De Gennaro, no parece haber otro objetivo que oponer, al fortalecimiento del Frente de Izquierda y al pase a la izquierda de sectores de trabajadores y la juventud, una oposición light de centroizquierda, armada con retazos de sectores semikirchneristas y con soldados caídos de los “combates agrarios”. Se trata de un mandado que fue pedido por un amigo que De Gennaro tiene en el Vaticano. En momentos en que amplias fracciones de la clase trabajadora y de la juventud rompen con el kirchnerismo y giran hacia posiciones clasistas y de izquierda, se trata de fortalecer a una izquierda consecuente y anticapitalista, no en un remedo de progresismo anémico.