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MUSICA // ANIVERSARIO. Black Amaya, uno de los bateristas de la primera hora

El 20 de agosto de 1950 nacía Juan Carlos Amaya, fue integrante de tres de las más importantes bandas argentinas, como Pappo’s Blues, Pescado Rabioso y Billy Bond y La Pesada.

Ernesto Zippo Trabajador de Correo Argentino | MAC Rio Gallegos - Sta Cruz

Sábado 20 de agosto de 2016

El 20 de agosto de 1950 nacía Juan Carlos Amaya, quien desde niño quería ser un músico de rock armando su primera batería con latas de durazo y dulce de batata. A finales de los años sesenta sería uno de los protagonistas de los inicios del rock en Argentina.

Fue integrante de tres de las más importantes bandas argentinas, como Pappo´s Blues, Pescado Rabioso y Billy Bond y La Pesada. Donde dejó su particular manera de tocar la batería, muy identificada con el clásico Rock and Roll, Blues y Jazz. Influenciado por los Rolling Stones en sus principios ya a los 17 años era un músico profesional. Lo que no implica que para poder trabajar como músico le haya costado enormes esfuerzos, en aquellos difíciles años setentas donde el rock aún estaba muy lejos de ser un negocio en Argentina.

Una anécdota cuenta que la fundación de Pescado Rabioso en 1972 fue ideada por El Flaco, que convoca primero a Black para que toque los parches. Como festejo del nuevo proyecto hubo una sidra, porque es lo que el dinero podía alcanzar. Sin embargo ni para Black Amaya, ni para aquellos geniales músicos sería un impedimento atreverse a desarrollar ese sonido que cuestionaría a la buena moral católica y en plena dictadura militar.

Quien no conozca la trayectoria de Black Amaya dando duro a la bata, puede escuchar la introducción de “El Tren de las 16” en Pappo’s Blues Volumen 2, o “Solitario Juan” del mismo disco. No se puede dejar tampoco de mencionar a su aporte extraordinario en Pescado Rabioso con “Blues de Cris”, “El monstruo de la laguna” “Despiértate nena”,“Credulidad”, o sin duda la salvaje “Post-Crucifixión”. Es que según Black Amaya, considera que Pappo y Spinetta fueron sus dos pilares y hermanos para que desarrolle enormemente su virtud, que aunque no sabía leer música, pudo estar a la altura para poder abrir paso y ser uno de los más honestos músicos del rock.

Con Billy Bond y La Pesada grabaría muy pocas canciones, y solo tocaba en recitales en vivo. Luego y ya a mediados de los setentas fundaría La Banda Paraíso que incluía piano y saxo al clásico blues, pero por aquella época no supo ser entendida por el resto del público: dura muy poco. Parte luego a España a probar mejor suerte durante cinco años con el resto de los rockeros exiliados por la dictadura.

A finales de los años 90 funda Los Robertones, que tuvo cierta popularidad en el rock under, pero la crisis económica perjudicó mucho para que esta banda de puro rock y blues tenga una corta vida. Y en el año 2006 surge la banda Black Amaya Quinteto con dos discos mas volcados al blues, Ritmo y Blues y algo de jazz. Es en esta banda donde se anima a escribir sus primeras letras, pero según Black no es lo que mejor sabe hacer, si embargo el quinteto es genial.

Por estos días esta radicado en San Luis, en Concarán ya hace varios años, y suele dar clínicas de batería, tocar con amigos y trata de enseñar los secretos de la percusión a los jóvenes.

Últimamente esta muy crítico del rock argentino, porque considera que muchos músicos solo quieren ser estrellas, mostrar una falsa postura autodestructiva del rock, y por sobre todo es crítico de todo el negocio que muchos empresarios montaron con la colaboración de muchos artistas en el rock. Siempre detestó que algunos solo quieran hacer música para hacerse millonarios, mientras a la mayoría de los músicos les cuesta encontrar un espacio donde poder tocar y vivir del arte.

Black es un artista de origen proletario, que junto otros grandes bateristas como Pomo Lorenzo, Oscar Moro, Javier Martínez, Isa Portugueis, Ruben Basoalto y Rodolfo García abrieron la escena rockera frente a bandas tremendas, naufragando en el Buenos Aires bohemio, muchas veces eran detenidos y caratulados de subversivos.

Personalmente fue un sueño hecho realidad ver a Pescado Rabioso en aquel memorable recital que Spinetta y Las Bandas Eternas hizo en el estadio de Vélez en diciembre del 2009. Allí Black dio lo mejor de sí, junto a David Lebón, Carlos Cutaia, Bocón Franccino, acompañando Al Flaco. Fue apabullante esa bola de sonido que un grupo de amigos muy queridos se reunían para quienes nunca lo habíamos visto y es preciso reivindicar todo su legado. Y retornar a ese rock crudo y desafiante de toda la parafernalia individualista de las super estrellas. Los verdaderos rockeros siguen trabajando en las fábricas, en las esquinas de barrios para juntarse un inaugurar nuevos y desafiantes proyectos.