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Red Internacional
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LE GANABA 2-1 AL REAL MADRID. Boca: a quince años de la gloria intercontinental

Hoy se cumple el quinceavo aniversario de una gesta xeneize: la conquista de su segunda Copa Intercontinental frente al club “merengue”, que era el favorito; pero en una ráfaga y de la mano de Palermo y Riquelme, Boca liquidó los pronósticos y se consagró campeón mundial.

Sábado 28 de noviembre de 2015

Este 28 de noviembre bien merecería una fiesta, con vals, salón de fiestas y todo, para la parcialidad boquense. Es que se cumplen los 15 de una de las mayores hazañas en la historia del club que ya ostenta 110 años. Aquel 28 de Noviembre del 2000, miles de hinchas de Boca madrugaban para ver al xeneize conquistar Japón, doblegando nada menos que al Real Madrid.

Ese Real Madrid parecía imbatible. Siempre parece imbatible, sobre todo en la arena internacional en la que acostumbra coleccionar conquistas. En ese Noviembre del 2000 parecía que el partido ante Boca sería otra ocasión para sumar una nueva copa a sus vitrinas. Para hacerlo contaba con Roberto Carlos, Figo, el capitán Fernando Hierro, el arquerazo Iker Casillas, el eterno Raúl… Todo parecía favorable a los merengues.

Por el lado de Boca, ya no estaban ni Walter Samuel ni el Vasco Arruabarrena, con lo que la defensa azul y oro parecía debilitada. Traverso y Matellán pasaron a ocupar sus lugares ¿Iban a poder con el Real?

No era algo habitual en ese momento para el público Xeneize levantarse a la madrugada para ver al equipo compitiendo por la gloria mundial; la última vez había sido en 1977 cuando todavía atajaba el Loco Gatti y dirigía el “Toto” Lorenzo… Era casi la prehistoria, futbolísticamente era muchísimo tiempo. Y aunque parecía una gesta difícil ¿Cómo no acompañar a Boca en esa cita con su historia?

El equipo de Bianchi sorprendió al mundo en poco más de cinco minutos de iniciado el partido. Primero, una pelota recuperada en la mitad de la cancha, jugada larga por Matellán para el Chelo Delgado, el Madrid que tira tarde el achique, el Chelo que se escapa y tira el centro para el goleador de acero, el Titán… Entró Palermo a toda máquina, como una locomotora, para empujar a la red de un Madrid anonadado. Gol, a los dos minutos. De Caminito al mundo. Ganaba Boca, sí, sí señores.

Y si alguien se demoró un rato calentando las tostadas para el desayuno habrá pensado que el segundo gol era la repetición del primero: otra vez Palermo le daba una estocada al club más ganador de Europa. Pero la jugada era muy distinta, una contra genial de un Boca concentrado y preocupado por la pelota, a la que pudo recuperar. La defensa le cede el balón a su mago sin galera, Riquelme, que con un pase largo puesto como con la mano a Palermo lo dejó de cara al arco. El Titán aguantó la pelota y a la marca del camerunés Geremi Njitap, se las ingenió para patear y de esa forma convertirse en un “Rey Midas del fútbol” porque parecía que todo lo que tocaba se transformaba en gol. Era el 2 a 0 y el Estadio Nacional de Tokio se ponía azul y oro como la esquina de Irala y Villafañe.

El Madrid se empezó a despertar de la mano de Roberto Carlos que estampó un pelotazo en el travesaño y enseguida convirtió un golazo al ángulo, con su sello, tras un despeje defectuoso del Negro Ibarra. Pero ya era tarde.

Boca contaba con Riquelme para manejar los hilos del partido y con unas ganas locas de llevarse la copa para Buenos Aires. Y así lo hizo porque aunque lo mejor del partido sucedió en sólo 12 minutos, el resto del partido fue bastante parejo

El Boca glorioso del primer año del nuevo siglo formó con el colombiano Oscar Córdoba en el arco; Ibarra, Bermúdez, Traverso y Matellán, en el fondo; Seba Battaglia, el “Chicho” Serna y el “Pepe” Basualdo en el medio; “Román” como enganche, y adelante el “Chelo” y el “Titán”.

El mundo del fútbol ya conocía a Boca Juniors pero hace 15 años empezó a tener como protagonista a este club pintoresco, de un barrio que se autopercibe como “República de La Boca”, aquel que Quinquela Martín retratara con sus puentes, su Riachuelo y sus trabajadores portuarios.

Hace 15 años, Boca conquistaba otra estrella ¿cómo no bailar un vals en esta tarde de sábado recordando aquella hazaña?