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Red Internacional
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FÚTBOL. Boca campeón en una definición con sabor a revancha

El equipo de Miguel Ángel Russo derrotó al Gimnasia de Maradona por 1 a 0 con gol de Tévez. A River se le escapó en Tucumán y el club de la Ribera conquista una nueva estrella.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Sábado 7 de marzo de 2020 23:30

En una definición casi mano a mano con River Plate, el Club Atlético Boca Juniors sacó ventaja en el capítulo final: como en las carreras de caballos, dominó la pista durante casi todo el campeonato el equipo de Gallardo (el más goleador del torneo), pero acelerando desde atrás fue el Xeneize el que “cruzó el disco” y se quedó con el título. Pero en La Boca no hubo revistas Palermo Rosa sino fuegos artificiales y un desborde de alegría por este título arrebatado a River.

El club de Núñez patinó la semana pasada en el Monumental ante Defensa y Justicia y perdió la ventaja que lo dejaba tranquilo. En Tucumán, ante el duro Atlético de Zielinski (que llegó a jugar la Copa Libertadores), River no pudo. Lo asedió durante gran parte del encuentro, pero Atlético supo defenderse. Los de Gallardo se podían haber puesto en ventaja con un gol de Santos Borré a los 10 minutos, pero el delantero estaba en una posición muy difícil de determinar: en primera instancia parecía adelantado, pero en la repetición se aprecia que estaba habilitado. Mal anulado. Casi 10 minutos después, facturó Javier Toledo de cabeza para el Decano tras un córner cerrado. Antes del cierre de la primera etapa Matías Suárez alcanzó el empate. Pero no le alcanzó a River. En la semana se hablará de la “maldición” de Ricardo Zielinski (fue el DT que dirigiendo a Belgrano condenó a River al descenso), de algún posible penal a favor no cobrado por Lousteau (el agarrón a Suárez) y de la poca fortuna de Marcelo Gallardo en los campeonatos regulares, en contraste con su marca histórica para las copas. Pero de nada sirven presunciones, cábalas y análisis: River lo tenía y se le escapó de las manos.

En la Bombonera -luego del correspondiente homenaje a Diego Armando Maradona- hubo un partido, que dominó Boca en muchos pasajes del encuentro, ante un Gimnasia prolijo y que se está empezando a hacer la idea de que el descenso no es una fatalidad inevitable. Tuvo también el obstáculo de buenas reacciones del arquero del Lobo, “Fatura” Brown, y de buscar poco el remate al arco. Pero a los 27 minutos del segundo tiempo, llegó el gol del campeonato: justamente, cuando Tévez se animó a disparar y venció las manos del arquero. Ahí estalló el delirio azul y oro y la sensación de que, esta vez, a Boca se le daba.

En un primer tramo de este campeonato semi-corto de 23 fechas, Boca -dirigido por Gustavo Alfaro- era un equipo apesadumbrado. A veces efectivo pero que competía más de lo que jugaba en el sentido estricto del término. Es un factor a tener en cuenta el cambio de signo político en la dirigencia del club: aunque Amor Ameal fue parte de la era Macri-Angelici (con lo cual quedaban elementos de continuidad) fue la llegada del ídolo máximo, Juan Román Riquelme, el que cambió el ánimo de todo el mundo Boca, aportando su filosofía de pensar en Boca sin compararse con River para renacer. Las miradas se posaron sobre Román, aliviaron presión al plantel y la llegada de un experimentado como Russo terminó de aportar el envión. Se recuperaron varios jugadores, empezando por Tévez que pasó de ser un casi exfutbolista que pululaba lento, fastidioso y pesado, a un jugador liberado y con ganas, bien calibrado físicamente. Algo parecido se puede decir de otros como Villa, Wanchope Ábila o Buffarini. Salvio se transformó en una pieza clave luego de su llegada accidentada por las lesiones. Y así Boca resurgió.

El trauma de la final perdida ante River en la Libertadores 2018 parecía imposible de superar: Boca estaba avergonzado y no había campeonato que le levantara la autoestima. Pero Román y la “dinámica de lo impensado” que puso al Xeneize a pelearle el campeonato a River en la última fecha ayudaron a comenzar: esta estrella tiene sabor a revancha. Y por eso Boca, hoy está feliz.