El equipo de los mellizos Barros Schelloto jugó un partido inteligente y con gol de Lodeiro a 7’ del final consiguió el triunfo que lo dejó en la próxima fase de la copa.
Jueves 14 de abril de 2016
Foto: Festejo de Lodeiro. (Crédito: Daniel Jayo)
Para Boca no era fácil este partido. Hacía cinco que no le ganaba a Racing, cuatro de los cuales se quedó con las manos vacías, y encima se jugaba en Avellaneda donde la Academia en la copa se hace muy fuerte. Pero si a todo esto se le suma el condimento extra de que el que se quedaba con los tres puntos pasaba de ronda, tiene ribetes de triunfazo el conseguido anoche.
El Melli, vivo como cuando jugaba, planteó un partido de ajedrez. Le cerró los caminos a Romero, que no gravitó en el juego, y obligó a Racing a tirar pelotazos de lejos o centros para que el “Cata” Díaz se haga patrón del área tanto por arriba como por abajo. Cubas raspaba y recuperaba delante de los centrales y Gago jugaba limpio para los delanteros. Arriba Tevez complicaba tirándose atrás para recibir y Pavón, con mucho despliegue, se movía por todo el frente de ataque.
A los méritos del planteo de Boca hay que agregarle que el tridente ofensivo de la academia estuvo apagado. Milito recibió pocas de espalda para hacer entrar en juego a sus compañeros, Bou más allá de alguna escapada no fue el delantero peligroso de siempre y “Licha” López nunca pudo entrar en juego y entonces se alejaba mucho del área.
En fin, el tiki-tiki ofensivo de Racing ayer fue ni-ni. En cambio el Xeneixe fue tomando confianza con el correr de los minutos y se hizo del triunfo con justicia. Recién en el minuto 38’ del complemento llegaría el gol de Lodeiro que, después de un centro rasante de Pavón, solo tuvo que tocarla debajo del arco.
En lineas generales fue un partido "sucio", con mucho corte en el medio , sin jugadas claras de gol. Donde Boca se sintió mas cómodo y supo así conseguir lo que fue a buscar: volver a hacerse grande en las paradas difíciles y ya pensar en la próxima ronda de la Copa Libertadores de América.
La Academia depende de sí misma pero tendrá que mejorar para poder conseguir algún punto -en Bolivia la semana que viene ante Bolívar- que le de la tan ansiada clasificación.
