El golpe que sufrió el macrismo en las elecciones del 11 de Agosto, animó a diferentes sectores que compiten contra el oficialismo xeneize, a encolumnarse detrás de un único candidato. Las próximas horas serán decisivas para saber si los aspirantes a la presidencia están dispuestos a competir en una elección preliminar.
Martes 20 de agosto de 2019 21:02
Foto: sitio de Telefé Noticias.
El 2019 no es un año más en la historia Boca Juniors. Por primera vez, desde la llegada al poder del macrismo en 1995, el oficialismo xeneize tiene una parada complicada frente a las elecciones presidenciales del club. Si bien en lo económico se dice que la institución está ordenada, lo deportivo sería vital para los socios al momento de emitir su voto. Y no sólo eso: en las últimas horas se instaló la posibilidad, a propuesta del espacio Boca Somos Todos -que comanda Víctor Santa María-, de hacer unas PASO para definir cuál será el candidato que compita con Cristian Gribaudo, el elegido de Daniel Angelici y Mauricio Macri, en los comicios del próximo mes de Diciembre.
No es casualidad el movimiento electoral que busca un sector de la oposición boquense si se tienen en cuenta dos factores más que importantes. El primero está en relación directa con lo ocurrido en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias que significaron un golpe de knock out para el Gobierno Nacional. La derrota de Macri impactó en el seno oficialista del club de La Ribera y alentó a las agrupaciones alternativas, entre ellas las de Jorge Amor Ameal, José Beraldi, y Royco Ferrari (ex vice de Angelici), a romper la hegemonía iniciada a mediados de la década del noventa. Cabe aclarar que los apellidos mencionados formaron parte del proyecto macrista en los últimos veintitrés años. Ninguno de ellos emerge como una opción genuina, más allá de alguna declaración en la que señalan que “a Boca lo convirtieron en una empresa”; ni siquiera Amor Ameal, sucesor del fallecido Pedro Pompilio en la presidencia, quien está ligado al kirchnerismo.
En el plano deportivo, la preocupación pasa por la cantidad de años pasados desde el último logro internacional, caballo de batalla en la campaña oficialista allá por el 2011, donde el lema era “que el socio tenga preparado el pasaporte, que del resto nos encargamos nosotros”. La realidad es que Boca ganó su última Copa Libertadores en el año 2007, y desde entonces el Xeneize sumó tres campeonatos de liga y tres copas nacionales, quedando en deuda en el plano continental, perdiendo las finales de la Libertadores 2012 contra Corinthians de San Pablo, y la más reciente, en 2018, con su clásico rival en Madrid. Si sumamos a estos traspiés las derrotas con Tigre en la final de la Copa de la Superliga, la eliminación con Almagro en Copa Argentina, y la caída ante River en la final de la Super Copa Argentina (también en 2018), el malestar del pueblo boquense es aún mayor, teniendo en cuenta la fortuna que se invirtió en figuras como Daniele De Rossi, Eduardo Salvio, y Mauro Zárate, solo por nombrar a algunos en los últimos tiempos.
Es importante mencionar el papel que juegan los actores dentro de la contienda electoral azul y oro. Uno de los nombres más resonantes es el de Juan Román Riquelme, para muchos el máximo ídolo de la historia del club. A pesar de no haberse pronunciado de forma contundente con respecto a su participación política, el ex diez es una pieza clave: cuenta con el apoyo de los hinchas, y tanto desde el oficialismo como los diferentes sectores de la oposición lo están tentando para que participe de sus espacios. Saben que con él, tienen en sus manos una posibilidad clara de vencer en los comicios. Desde el lado de Angelici lo quieren como dirigente, Beraldi reconoció que gustaría contar con él en un posible gobierno, y Ameal declaró a comienzos del 2019, que estaría dispuesto a ceder su candidatura si Román tomaba la decisión de presentarse. Esta última posibilidad quedó trunca, ya que la gloria xeneize no se decidió y el ex presidente de Boca confirmó su fórmula junto a Mario Pergolini como vice.
El clima electoral en la institución de la calle Brandsen está cada vez más caldeado y no es para menos. El macrismo, con muchas chances de dejar el poder a nivel nacional a partir del 10 de diciembre, estaría por primera vez contra las cuerdas en el club en el que germinó. Santa María, junto al presidente de la Agrupación La Bombonera Pablo Abbatángelo, vieron una posibilidad concreta y a través de un comunicado expresaron que “la oposición solo tendrá chances concretas de ganar la elección si presenta un único candidato”. De esta manera, buscan que los tres aspirantes a la presidencia coincidan en una lista única para competir contra un Gribaudo que cuenta con el apoyo del aparato político del Pro (con Francisco Quintana, vicepresidente primero de la Legislatura y Secretario General del Pro, como responsable de la campaña), además de las agrupaciones que en la actualidad están al frente.
Las próximas semanas serán decisivas: la suerte de Boca está ligada a lo que pueda ocurrir a nivel nacional con Cambiemos casi al borde del abismo. Sin embargo, surge una incógnita a partir de los diferentes escenarios políticos que ofrecen las agrupaciones que están en pugna por el poder: ¿habrá un cambio real o el macrismo seguirá manejando los destinos del Xeneize, gane quien gane, a partir del 8 de diciembre?