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Red Internacional
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Bolivia. Bolivia: el Gobierno y la oposición se disputan la calle

Jueves 22 de febrero de 2018 14:43

La jornada de este #21F en Bolivia amaneció con bloqueos. Cientos de estudiantes, profesionales, comerciantes, artistas, intelectuales, colectivos ciudadanos, comités cívicos, activistas ecologistas, colectivos feministas como el de Mujeres Creando, coordinadoras y representantes de partidos políticos se movilizaron reivindicando el resultado del Referéndum del 2016 cuando ganó el NO a una nueva reelección de Evo Morales. Seguido a los bloqueos, se llevaron adelante dos concentraciones, una por quiénes a viva voz gritaban “Bolivia dijo NO” y otra que apoyaba el sí a la reelección de Morales.

Mientras varios medios de comunicación calificaron la jornada del #21F como una masiva movilización ciudadana que estaría abriendo una nueva fase de lucha democrática, desde el Gobierno, el ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, en conferencia de prensa calificó la jornada como un fracaso arguyendo que en los puntos de bloqueo se veían más objetos que personas y que las actividades económicas en el país funcionaron con normalidad.

Lo cierto es que en un escenario cada vez más electoralizado, la jornada de hoy comienza a vislumbrar un nuevo intento de unidad opositora. Ya desde las movilizaciones por la abrogación del Código del Sistema Penal surgió -con el auspicio de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y de la COB-, La Coordinadora Nacional por la Democracia (CONADE). Un agrupamiento que retrotrae aquel bloque de los años 80, frente a la dictadura de García Mesa, formado por partidos políticos, iglesias y sindicatos. Hoy este es un actor que estaría cobijando los descontentos de quiénes empezaron a rechazar con más notoriedad las ya varias medidas arbitrarias y cada vez más reaccionarias por parte del MAS. Se abre así un escenario donde se esperan más espacios donde esta oposición y el Gobierno continuarán midiendo fuerzas.

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La derecha cada vez más envalentonada

Se puede discutir mucho acerca del rol que juegan sectores como el de las clases medias en la lucha de clases. Lo cierto es que frente a un escenario cada vez más reaccionario su sentido común los lleva a girar a la derecha. Este giro en el escenario político nacional es gracias al propio MAS que ha venido allanando el camino para que viejos y nuevos representantes de la derecha tradicional vayan perfilándose rumbo a las elecciones del 2019. El cómo se han venido canalizando las movilizaciones de los últimos meses es una muestra de ello. Agarrados de un argumento absolutamente legítimo como es el rechazo al reaccionario fallo 84/2017 del Tribunal Constitucional Plurinacional que de la manera más arbitraria y violentando el resultado del voto popular emitido en el referéndum del 2016, habilita a Evo Morales a una nueva re-reelección, la derecha hoy va sumando fuerzas.

Sin embargo, en esta jornada del #21F ¿cuántos puntos de bloqueo vimos en sectores populares de trabajadores?, ¿en las comunidades campesinas?, ¿en los pueblos indígenas?.

Vimos a Félix Patzi que comienza a promocionar su propuesta del tercer sistema, vimos a Juan del Granado que no descuidó la oportunidad para hacerse ver, vimos a Luis Revilla que flameando la bandera boliviana pedía el respeto a las reglas democráticas cuando el sin dudar un segundo viola los derechos de los trabajadores como sucedió con los despidos en La Paz Limpia. Vimos también en diferentes departamentos del país, representantes de comités cívicos con discursos vacíos de recuperar la democracia.

Del lado del MAS, vimos una nutrida marcha que bajó desde tempranas horas de la mañana desde la ciudad de El Alto a la sede de Gobierno y que a su paso, con la ayuda de la policía, hacía levantar los puntos de bloqueo, para luego concentrarse en la plaza de San Francisco. En un acto bastante deslucido, las palabras de Eugenio Rojas, ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, no lograron despertar entusiasmo quedando algunas intervenciones de burócratas sindicales de sectores aliados al Gobierno que al grito de “Evo de nuevo” intentaban agitar la jornada. Lo que ha movilizado el MAS son funcionarios públicos, burócratas sindicales, dirigentes campesinos que acatan órdenes. El desgaste del gobierno en las que eran sus propias bases, no olvidemos, también es resultado de sus propias medidas. La precarización del trabajo es una continuidad de la herencia de los pasados gobiernos neoliberales, el estatuto del funcionario público que atenta contra los derechos laborales más básicos da cuento de ello.

Defensa de la democracia ¿qué democracia?

Tanto el MAS como la CONADE se rasgan las vestiduras con lenguaje democrático pero ninguno va más allá del discurso. En los hechos se niegan a impulsar tareas democráticas hasta el final. Si realmente pelearían por la democracia, entonces deberíamos exigir que las elecciones se realicen en una circunscripción única nacional, donde se refleje directamente la voluntad de los y las electores. Deberían hacer desaparecer la figura presidencial, herencia del pasado monárquico de la humanidad; también debería desaparecer la cámara de senadores, y el parlamento debería tener funciones ejecutivas y legislativas. Para hablar enserio de la libertad de expresión, todos los medios de comunicación deberían estar bajo control obrero colectivo y de las organizaciones populares. Los jueces deberían ser elegidos por voto popular pero no al estilo del MAS que los elige de antemano, éstos deberían ser elegidos pero sin pasar por el tamiz parlamentario.