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Red Internacional
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ELECCIONES 2019: ENCUESTA AUMENTA DIFERENCIA ENTRE EVO MORALES Y CARLOS MESA EN CASI 18 PUNTOS. Bolivia: oficialismo y oposición se disputan el voto por el “mal menor”

La encuesta de Viaciencia estableció una intención de voto a Evo Morales del 39,1 % y para Carlos Mesa, referente del partido Comunidad Ciudadana, de 22%. Sin entusiasmo, el periodo electoral transcurre con amenazas de paro y movilización de la CONADE (Comité Nacional de Defensa de la Democracia) junto a los comité cívicos departamentales, y judicialización de la oposición.

Miércoles 14 de agosto de 2019 00:00

Foto: Intensión de voto de la empresa encuestadora Viaciencia publicado por UNITEL

La publicación de la última encuesta electoral realizada por la empresa colombiana Viaciencia aumenta la diferencia entre la intensión de voto a Evo Morales y Carlos Mesa en 17% y coloca a Morales a un punto de obtener el triunfo en una primera vuelta. Sin considerar la eventual manipulación a la que todos los sondeos de opinión están expuestos, como lo evidenciaron las recientes primarias en Argentina en la que ninguna encuesta anticipó el resultado que se dio el pasado 11 de agosto, esta encuesta profundiza una tendencia que ya se había expresado en dos encuestas anteriores en las que Mesa, favorito entre otras 8 fórmulas de oposición, no logra remontar la intensión de voto, sino que más bien tiende a seguir bajando.

En la misma encuesta, la fórmula de Ortiz [1], “Bolivia dijo NO”, muestra una tendencia a elevarse en las encuestas llegando a un 9,5% seguido por Félix Patzi, actual gobernador de la ciudad de La Paz, con 2,5% y en cuarto lugar, Víctor Hugo Cárdenas (ex vicepresidente de Gonzalo de Sánchez de Lozada de 1993-1997) con 1,2%. Estas noticias han tenido el efecto de restar entusiasmo a sectores de la oposición que, de confirmarse estas tendencias, ven con preocupación que la fragmentación de este voto puede conducir al cuarto gobierno de Evo Morales y el MAS. Así mismo, otros sectores vinculados a la oposición al gobierno de Morales como los comités cívicos de varios departamentos junto a la CONADE y algunas plataformas ciudadanas, semanas atrás optaron por convocar para el próximo 21 de agosto a un paro nacional con bloqueo de caminos exigiendo se respete la voluntad popular expresada en las urnas el referéndum del 21 de febrero (21F) del 2016 y se anule la candidatura de Morales y García Linera.

La unidad que no fue y las estrategias electorales en juego

Si a mediados del 2018 Carlos Mesa aparecía como un potencial articulador de todas las expresiones de oposición política de derecha y de centro, permitiendo el despliegue de ilusiones de franjas de la población de terminar con el Gobierno de Evo Morales, el adelantamiento del calendario electoral con motivo de las primarias de enero y el fortalecimiento relativo de algunas fracciones muy de derecha por el fenómeno de Bolsonaro, terminó provocando la imposibilidad de que la oposición política de derecha pudiera presentar una fórmula electoral unificada, que al llegar a una eventual segunda vuelta podría provocar la derrota de Evo Morales.

La fragmentación del voto en diversas fórmulas opositoras le permite al MAS acariciar la posibilidad de una victoria en primera vuelta si obtiene menos de un 50% pero con una diferencia igual o superior al 10% con respecto al segundo, en este caso Carlos Mesa. Esta situación es la que ha determinado las diversas estrategias electorales en curso, donde el oficialismo viene alentando esta dispersión del electorado opositor mediante una campaña de judicialización a Carlos Mesa -siete procesos penales- por sus responsabilidades durante su Gobierno del 2003 al 2005 y que aunque no puedan prosperar desde un punto de vista jurídico, logran desprestigiar al candidato opositor, ventilando por ejemplo, supuestos sobre sueldos que el ex presidente habría recibido de los gastos reservados y el jugoso pago por parte del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) para su candidatura en las elecciones del 2002 como vicepresidente de Sánchez de Lozada. Por su parte, la oposición pareciera no tener una estrategia para competir con Morales y ha reducido su acción a clamorosos pedidos de personalidades, plataformas y algunos partidos para que logren alcanzar la unidad antes de los comicios de octubre, perspectiva que aún no parece poder prosperar.

La estabilidad y el relativo crecimiento económico empujan hacia el centro a todas las fuerzas políticas

La favorable situación económica de la última década y que aún se mantiene debido fundamentalmente al endeudamiento externo para el financiamiento de obras públicas y al bajísimo nivel de industrialización nacional que amortigua los impactos de la crisis y la recesión regional, ha provocado que ninguna de las fuerzas políticas en pugna tengan una propuesta alternativa al modelo económico neo-desarrollista impulsado desde el gobierno. Mientras los cañones de campaña electoral se han centrado en la corrupción, la gestión transparente de la función pública, el respeto a las normas legales y constitucionales, la economía ha quedado cerrada bajo 7 llaves.

Es más, Carlos Mesa aseguró que si llega a ser gobierno mantendrá los bonos y rentas impulsados desde el gobierno del MAS, lo mismo que Ortiz y otros candidatos. Que el PBI se haya cuadruplicado en estos años o que el salario mínimo nacional haya subido nominalmente aproximadamente a 300 dólares, es el hándicap de Morales en la campaña, ya que el modelo económico que todas las fuerzas políticas afirman mantener es el impulsado y dirigido por Morales. Los últimos años el gobierno ha tejido importantes alianzas económicas y políticas con sectores concentrados del empresariado, particularmente el agroindustrial que se ha beneficiado de la Ley de Biodiesel, de los contratos de exportación de carne vacuna a China y la consiguiente autorización para el desmonte de bosques con fines ganaderos así como créditos y facilidades económicas para aumentar la producción y exportación agroindustrial y energética. En el mismo sentido se pueden interpretar los acuerdos recientes con empresas alemanas para la explotación del litio en el salar de Uyuni y que el Comité Cívico de Potosí ha calificado de “vende patria” e iniciado acciones de protesta reclamando el pago de regalías para la región. Ninguna de las fuerzas de oposición, vinculadas a diversos empresarios regionales y nacionales puede ir en contra de estas medidas impulsadas por el MAS.

Apatía electoral, conservadurismo electoral y la inclinación por el “mal menor”

Es indudable que Evo Morales y el MAS continúan siendo la principal fuerza política en el país, manteniendo una importante hegemonía en diversos sectores, fundamentalmente en las áreas rurales, con un voto cautivo que según diversos analistas, alcanza a un 30% del electorado, pero que ya evidencia importantes síntomas de un desgaste inevitable luego de casi 14 años de gobierno. Sin embargo, a diferencia de los primeros años de su gobierno en que el electorado se inclinaba por una alternativa que prometía refundar el país y llevar adelante cambios estructurales en la economía y en la política, hoy el sentido del voto es conservar la favorable situación económica aunque eso no se traduzca en mejoras sustanciales desde el punto de los derechos laborales y sociales. El impacto en Argentina del resultado electoral y el voto negativo de los mercados disparando una corrida cambiaria con atisbos de hiper inflación es un espejo en el que nadie quiere mirarse, y en este sentido Evo Morales y su partido se benefician de lo que viene sucediendo con el gobierno de Macri y también de las brutales políticas de Bolsonaro en Brasil, que incluso al centro y parte de la derecha boliviana le cuesta no sonrojarse.

Estos elementos como ser el eventual triunfo de Morales, la inexistencia de propuestas alternativas en el terreno económico, los resonados casos de corrupción del actual gobierno que no tienen nada que envidiar a los que sucedían durante el ciclo neoliberal como lo recuerdan las campañas del MAS contra Mesa y la creencia en sectores de las clases medias de que si el MAS perdiera la elección tampoco habría certeza de que ese voto sea respetado, alimentan la apatía electoral reinante y alimentan el voto conservador.

Importantes franjas de la población y de sectores populares, pese a la discrecionalidad con que el gobierno maneja las reglas y las normas de la democracia representativa, burguesa, y los casos cada vez mayores de persecución sindical o política [2], optarán por la estabilidad económica y Morales que se presenta como garante de la misma. Por su parte en la oposición, pese al pasado de la gran mayoría de los representantes opositores prominentes miembros del ciclo neoliberal, diversos sectores de clase media apostarán como mal menor a Mesa y la búsqueda de alternancia política y el respeto a las formalidades democráticas que Evo estaría violentando.

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Los trabajadores nuevamente sin alternativas políticas independientes

Nuevamente, en esta contienda electoral las y los trabajadores no contarán con una alternativa política propia. La lucha contra la ley anti obrera y anti derechos del Estatuto del Funcionario Público que prohíbe la organización sindical en la reparticiones estatales, las leyes que precarizan el empleo, la defensa de las fuentes de trabajo, la lucha contra la ocupación de los territorios por parte de empresas petroleras, mineras o hidroeléctricas, o la lucha del movimiento de mujeres, no tendrán expresión en estas elecciones. Todas las opciones políticas han manifestado su disposición de mantener los lineamientos macroeconómicos del actual Gobierno, todas las opciones políticas se limitan a hacer demagogia electoral con respecto a las luchas de las mujeres contra los feminicidios y por sus derechos llegando en algunos casos a barbaridades como las que propone el candidato Félix Patzi para terminar con los feminicidios, afirmando que los hombres deberían acompañar a sus esposas a sus trabajos para “evitar celos”. O, Víctor Hugo Cárdenas quien propone la libre portación de armas para las mujeres. Es decir, propuestas reaccionarias y punitivisatas.

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La responsabilidad fundamental está en el papel de las burocracias sindicales que liquidaron el intento del Partido de los Trabajadores el 2013 y en una izquierda radical, como el POR, que disimula su impotencia y debilidad en un lenguaje antiparlamentario y de corte sindicalista magisteril pero incapaz de ofrecer una alternativa política e independiente de todas las formaciones políticas dispuestas a defender este sistema económico capitalista. Ante este escenario, desde la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional (LOR-CI) nos vemos en la obligación de llamar a votar blanco o nulo para expresar las peleas que hoy están ausentes en estas elecciones.


[1Expresión política del sector agroindustrial y de los ganaderos del Oriente de Bolivia con influencia electoral concentrada en el Departamento de Santa Cruz.

[2Casi 280 afiliados de ADEPCOCA (Asociación Departamental de Productores de Coca) están procesados y 9 de sus dirigentes encarcelados, 11 dirigentes aeroportuarios procesados penalmente por haber exigido el pago del incremento salarial, dirigentes del Sindicato Yanacahi de Luz y Fuerza están procesados y encarcelados. Todo esto mientras el Gobierno garantiza la impunidad a los policías en los casos de estudiantes asesinados en la UPEA o campesinos en los Yungas, etc.

Javo Ferreira

Javo Ferreira nació en La Paz en 1967, es fundador de la LOR-CI en Bolivia. Autor del libro Comunidad, indigenismo y marxismo y parte del consejo editorial de La Izquierda Diario Bolivia. Fue docente de la Universidad Obrera de Siglo XX en Potosí e impulsor del PT de la COB el 2013.

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