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Red Internacional
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Brasil. Bolsonaro no pudo mostrar apoyo masivo en las calles

Los actos de este domingo 26, convocados para apoyar a Bolsonaro y en particular a la reforma previsional, fueron mucho más chicos que la marcha contra los recortes a la educación del 15 de mayo.

Lunes 27 de mayo de 2019 09:11

Los actos que se realizaron en algunas ciudades de Brasil este domingo con el objetivo de dar respaldo político a Bolsonaro y sus reformas, en particular la jubilatoria, no lograron el impacto querido.

La suma de todas las movilizaciones de este domingo estuvieron muy lejos de las multitudinarias marchas del 15 de mayo contra los recortes a la educación, que juntaron a cerca de un millón y medio de personas el más de 250 ciudades del país.

Bolsonaro logró entonces este domingo mostrar algo de apoyo, pero no el suficiente como para evitar que de aquí en adelante su margen de maniobra política sea precario.

El objetivo del presidente era mostrar capacidad de movilización de una base social amplia para salir del aislamiento en el que se encontraba durante las últimas semanas frente al Congreso, el Supremo Tribunal y la cúpula militar.

Bolsonaro había apuntado directamente contra el presidente del Congreso, Rodrigo Maia, y la Corte Suprema diciendo que no lo estaban dejando gobernar, y las primeras convocatorias a la movilización pedían directamente el "cierre del Congreso" y la destitución de miembros de la Corte. Ante la crítica de los principales medios, la mayoría de los partidos (incluidos sectores del propio PSL del presidente) y la cúpula militar, Bolsonaro anunció que no iba a participar de las marchas e hizo girar el contenido de las mismas hacia un apoyo general a su gobierno y la reforma previsional.

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En Brasilia, capital del país, a pesar del esfuerzo de los principales medios por mostrar marchas masivas, las imágenes no dejan lugar a dudas. En las tomas aéreas se puede ver que los manifestantes pro Bolsonaro eran un pequeño puñado de remeras amarillas en medio de la enorme Explanada de los Ministerios, que hace tan solo unos pocos días atrás había sido tomado por los miles de manifestantes que luchan contra el recorte a la educación y las reformas de Bolsonaro.

A la izquierda la imagen de las marchas a favor de Bolsonaro de este domingo y a la derecha las marchas educativas del 15 de mayo

En San Pablo este domingo era posible ver entre el mar de personas varios espacios vacíos a lo largo de la avenida Paulista. Una imagen bastante diferente al del 15M, que inundó la avenida y, vista desde arriba, era interminable:

En Belo Horizonte, los manifestantes a favor de Bolsonaro pudieron acomodasre todos en la pequeña Plaza de la Libertad, mientras que en los actos contra el presidente del 15 de mayo había sido la ciudad con las movilizaciones más grandes del país.

Si bien las movilizaciones en Río de Janeiro y San Pablo fueron las más relevantes, no alcanzaron para revertir la escasa participación en los actos a nivel nacional para mostrar un apoyo masivo a Bolsonaro.

Incluso aunque en los días previos la retórica de confrontación abierta contra las principales instituciones se fue apaciguando y el propio Bolsonaro le bajó el tono al enfrentamiento, las marchas no alcanzaron para mostrar la fortaleza que el presidente pretendía.

A modo de ejemplo, en Río de Janeiro donde los organizadores y la composición social era muy favorable a Bolsonaro, con un peso político enorme de militares, fuerzas de seguridad, iglesias evangélicas, todos actores que convocaron fuertemente, aún así no lograron una movilización masiva que supere a las del 15 de mayo.

¿Bolsonaro sale de los actos peor de lo que entró?

Los actos, aunque menores a lo esperado, ciertamente ayudan a Bolsonaro a mostrarse menos aislado de lo que parecía durante las últimas semanas. Sin embargo, la fortaleza que estas marchas le pueden dar es pequeña y precaria, al costo de tener que bajar algunas pretensiones. Se pudo ver manifestaciones de apoyo al ala del vicepresidente Mourão, como un muñeco gigante con la banda presidencial.

En la red social Twitter, Bolsonaro claramente retrocedió de su retórica inicial. Si en los días previos sus mensajes estaban plagados de desafíos al poder del Congreso y separándose de los políticos, durante la jornada se fue aggiornando para buscar caminos de negociación con esos mismos políticos que denostaba.

En este tuit muestra abiertamente el retroceso parcial en su discurso belicoso. En el mismo señala que los brasileños que salieron este domingo a las calles dan "Una señal de que la sociedad no ha perdido las esperanzas de que nosotros, los políticos, escuchemos su voz. No podemos ignorar eso. Es hora de recompensar ese sentimiento. ¡ Todos estamos en el mismo barco y juntos podemos cambiar Brasil!".
Es decir un coqueteo para que el Congreso vuelva a la mesa de negociación, después de las amenazas de Maia de crear un nuevo texto de Reforma de la previsión. Eso no significa que Bolsonaro no vaya a seguir con su discurso de "nueva política", que fue la base de su elección, y en base al que sigue movilizando a su base social.

La clave de la jornada fue intentar mostrar una unidad por arriba que apoya la reforma jubilatoria esclavista en contra de los trabajadores, la juventud y los sectores populares. El hecho de que las movilizaciones hayan sido menores que las de la jornada de rebelión educativa, le ponen límites a este intento del Gobierno. Sin embargo al ser esta reforma el punto de acuerdo que existe entre los bolsonaristas y el estáblishment político y económico del país, significan un importante desafío para los sectores sociales que la enfrentan. Esto hace necesario que los próximos actos que se organizan por todos aquellos que rechazan los recortes en la educación y la reforma de la seguridad social, necesiten demostrar una enorme fuerza organizada y unificada en las próximas acciones: la nueva jornada de lucha educativa del 30 de mayo y el paro contra la reforma previsional del 14 de junio.

Las movilizaciones del 15M demostraron que ya existe disposición de lucha para enfrentar las medidas más reaccionarias del gobierno con movilizaciones de masas en las calles. Para potenciar esa perspectiva, es necesario organizar asambleas de base que construyan una gran paralización nacional, que ponga a millones de estudiantes y trabajadores en las calles uniendo la lucha contra los recortes a la educación con la lucha contra la reforma previsional.

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