Las políticas anti-migrantes cada vez se vuelven más duras y reforzadas por el gobierno estadounidense y por el mexicano. Este lunes, un responsable de la Patrulla Fronteriza (mejor conocida como Border Patrol), informó que detuvieron 182 migrantes que habían cruzado a Arizona.
Emilia Macías @EmiliaMacas1
Martes 9 de noviembre de 2021
El jefe de la agencia, John R. Modin, publicó un tweet en el que informaba que 124 integrantes de la caravana eran menores de edad.
Three Points Station encountered 182 migrants west of Sasabe, #Arizona. Of the 182 migrants, 124 were unaccompanied migrant children.
Tucson Sector agents continue to rise above the many challenges they face with the mission of securing our borders. pic.twitter.com/zQx74km2Y4
— John R. Modlin (@USBPChiefTCA) November 8, 2021
“La estación Three Points encontró a 182 migrantes al oeste de Sasabe, #Arizona. De los 182 migrantes, 124 eran niños migrantes no acompañados.
Los agentes del sector de Tucson continúan superando los muchos desafíos que enfrentan con la misión de proteger nuestras fronteras.”
Como bien se demuestra, la policía racista y xenófoba que caracteriza las fronteras Estados Unidos-México, actúa con el discurso de “proteger a la ciudadanía” de los “criminales” o “narcotraficantes” migrantes. Las y los pintan como si fueran un peligro y así justifican las tortuosas condiciones por las que tienen que pasar cuando son detenidos o a la hora de perseguirlos.
En los centros donde se encuentran -que parecen cárceles fronterizas-, pasan por frío, hambre, sufren hacinamiento, son vigilados y controlados por elementos policiales y además no hay -ni hubo- higiene ni medidas sanitarias en plena pandemia. De hecho, en California, recientemente hicieron una huelga de hambre exigiendo condiciones dignas.
Pero esto no es sólo responsabilidad de la Patrulla; la orden viene de arriba. Después de la política de Trump de “tolerancia cero”, en la que los migrantes que buscaban asilo o estatus de refugiados eran separados de sus familias, deportados u obligados a esperar en México, Joe Biden llegó a la presidencia con la promesa de cambiar esto y con un discurso de apoyo a las y los que cruzan el continente.
Revirtió algunas de las peores políticas de migración de Trump, pero podemos ver cómo siguen exigiendo la deportación inmediata a los que hayan cruzado “ilegalmente”, sigue la “espera en México”, donde son obligados a esperar la evaluación de sus solicitudes de asilo sin audiencia garantizada, hay familias que continúan separadas y la crisis sanitaria continúa haciendo más difícil el proceso.
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Desde que Biden asumió el cargo, el número de menores no acompañados que ingresan a Estados Unidos se ha disparado. Además, muchos quedan atrapados en México, pues se les niega la posibilidad de solicitar asilo en la frontera. Aproximadamente, el 80% de los y las niñas no acompañadas intentan llegar al "gabacho" para reunirse con sus familiares; los y las niñas representan uno de cada tres migrantes y solicitantes de asilo en la región.
La alianza que ha mantenido con el gobierno mexicano le ha facilitado las cosas. En ambas fronteras del territorio mexicano, la Guardia Nacional ha imitado el trabajo de la Patrulla Fronteriza, agrediendo, separando y deteniendo a los y las centroamericanas y caribeñas que salen de sus países buscando mejores condiciones de vida.
124 jóvenes migraron a Estados Unidos no por ser criminales, ni para “robarse empleos”; las condiciones en las que vivían previamente eran tales, que hasta arriesgar sus vidas cruzando medio continente era mejor idea que quedarse.
Es inaceptable que las fronteras sigan en pie y que además estén cercadas de militares en ambos lados que reprimen a la clase trabajadora migrante. Nadie merece atravesar un infierno en busca de una vida que merezca ser vivida.
¡Abajo las políticas anti-migrantes, ningún ser humano es ilegal!