¿Qué pasa cuando un grupo de chicos y chicas le hace una visita a Jorge Luis Borges? Basándose en su experiencia infantil, Matías Alinovi relata la escena en su libro “El secreto de Borges”. Aquí entrevistamos al autor.
Viernes 23 de agosto de 2019 20:43
Imagen: edición en base a ilustraciones y tapa del libro
Conocemos en distintos tiempos y de diversas maneras a escritores y escritoras.
Borges es un escritor muy conocido, sin embrago lo leí por primera vez un día del año 2017. Vivía en ese entonces en un edificio. Una mañana caminando hacia la cocina, encuentro un sobre en el piso, entre las facturas de luz y gas. Sólo decía mi nombre, y el número del departamento, no tenía firma. Al abrirlo, me encontré con un cuento de Borges “Funes el memorioso”.
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Hace unos meses, vuelvo a encontrarme con una historia y un escritor, Matías Alinovi y su libro El secreto de Borges.
Matías y sus compañeros de colegio conocieron a Borges en el año 1981. Para los niños, un adulto siempre es grande y vive muchos años. Borges, ese día les contó su secreto.
Hoy en este año 2019, que se cumplen los 120 años del nacimiento de Jorge Luis Borges, Matías nos relata cómo fue ese encuentro y qué significó para él.
¿Cómo fue el encuentro con Borges en ese 1981?
Los niños viven los acontecimientos importantes bajo el principio de autoridad de los adultos, es decir, con probabilidad, sin certeza. Los aceptan como se aceptan los hechos decididamente contingentes. Les faltan todas las jerarquías de mediación, y aun las representaciones mismas. De Borges, por ejemplo, se podrá decir cualquier cosa, salvo que no sabemos quién es. Y sin embargo, en ese entonces yo no sabía quién era.
Cuando mi amigo José Manuel, a la salida del colegio, me dijo que iría a jugar a la Plaza San Martín, como solíamos hacerlo, pero que esa tarde él debía ir con Borges, yo lo viví como una contrariedad, la que expresaba el gesto y el tono de mi amigo. Entendí que aquella tarde los juegos iban a estar interrumpidos, mitigados de algún modo por ese significante vacío: Borges. Se lo dije a mi madre, y al decírselo reproduje miméticamente la contrariedad de José Manuel. Pero ella me aseguró que mi amigo me había mentido. Que Borges era un escritor famoso, y que difícilmente acompañaría a la plaza a José Manuel, un niño. Después ensayó una explicación sin forma, salvo la de la suspicacia: "habrá oído el nombre por ahí".
Esa tarde fui a la plaza con mi madre, y José Manuel fue con Borges. Todo aquello se supo, al día siguiente, en el colegio. José Manuel vivía con su abuela y con Borges. La maestra le pidió entonces que le preguntara al escritor si podíamos ir a visitarlo. Borges dijo que sí y fuimos todos los alumnos de cuarto grado. El encuentro fue importante en el sentido de que así nos lo hicieron vivir los adultos que lo impulsaron. Debimos preparar preguntar, llevamos cámaras de fotos y, algunos, grabadores. Borges nos pareció una reliquia, alguien muy viejo, remoto, valioso, sentado en su sillón. Nos abalanzamos sobre unos caramelos importados que estaban en una fuente sobre una mesa, y luego escuchamos lo que nos dijo sentados en el piso.
¿Qué significó o qué significado le encontraste como adulto o niño, para luego dar nacimiento al cuento?
En la ocasión, Borges improvisó un cuento, una explicación de su longevidad. Nunca lo olvidé, y es el cuento del libro. Pero con el tiempo fui viviendo la visita de aquel día como una extraordinaria manifestación de su modesta grandeza. Era, por entonces, el escritor que todos los años estaba a punto de ganar el Nobel. Era, tal vez, la figura pública más destacada. Era mundialmente famoso. En aquellas circunstancias aceptó que lo visitaran los compañeros de colegio del nieto de su mucama y pensó en cómo entretenerlos con un cuento.
Más de una vez imaginé que aquel día, un rato antes de la visita, Fanny, la abuela de José Manuel, le habrá recordado el compromiso, y él habrá pensado que los niños lo encontrarían increíblemente viejo y que podía aprovechar el hecho para dar alguna explicación literaria sobre el punto. Fue lo que hizo, con maestría natural. Nunca olvidé las imágenes que el relato me evocó entonces.
¿Por qué elegiste contar esa historia desde la mirada de niño?
No podría haber hecho otra cosa. Porque entonces lo era, porque no hacerlo así habría sido tergiversar la historia, porque Borges improvisó su cuento ante la inminencia de la insólita visita de unos niños. –
Sobre el escritor y sus libros
Matias Alinovi: Nació en Buenos Aires en el año 1972. Estudio Física y publico tres libros sobre la ciencia: Historia de la energía (Capital intelectual), Historia de las epidemias (Capital intelectual), Historia universal de la infamia científica (Siglo XXI). Escribió una obra de teatro “La paradoja de los gemelos”, dos novelas La Reja (Alfaguara), París y el odio (Entropía).
El secreto de Borges, texto de Matias Alinovi. Ilustraciones de Diego Alterleib. Este libro fue publicado en el año 2017 por la editorial Pequeño Editor. Para conocer más sobre sus proyectos literarios para las infancias visitar la página Pequeño Editor