A un día del cambio de mando entre Sebastián Piñera y Gabriel Boric, vemos como este último ha comenzado a resolver una serie de acciones en distintas materias, entre ellas el nombramiento de la primera mujer edecán en la historia de nuestro país, y de Carabineros ¿Pueda acaso pensarse en esta iniciativa como algo progresivo?
Miércoles 9 de marzo de 2022
A días de asumir Gabriel Boric, junto con su gobierno, se van dando a conocer una serie decisiones tomadas, en perspectiva de lo que será la nueva administración, después de Piñera.
Así, durante este lunes, el nuevo presidente dio a conocer a sus próximos edecanes militares y de Carabineros, quienes le acompañarán durante su mandato, causando sorpresa el nombramiento de una mujer por parte de la rama policial.
Cecilia Navarro es el nombre de la primera mujer edecán en la historia del país, en representación de Carabineros, quien a su vez, ocupará el grado de Comandante.
Sin duda, estos son guiños tienen como propósito sentar un clima de diálogo entre el nuevo gobierno y diversas instituciones, incluso aquellas que se encuentran marcadas por la represión, y la vulneración sistemática de los derechos humanos del pueblo trabajador, como es el caso de Fuerzas Armadas y Carabineros.
Las reuniones previas con el actual General Director de Carabineros, Ricardo Yañez, también forma parte de este sello de impunidad y revalidación de esta clase de instituciones, donde frente a la idea de disolución que se planteó en el contexto de la rebelión de octubre del 2019, ahora se habla de refundación, o incluso reformación de Carabineros.
Por otra parte este guiño de “gobierno feminista” nombrando a una mujer como edecán, ocupando cargos de mayor poder, en ningún sentido resulta una decisión progresiva, sino por el contrario, una medida hipócrita que reoxigena el régimen, en nombre de la paridad de género y de la inclusión.
Tales iniciativas sólo dejan en evidencia, la continua derechización que ha tenido el gobierno de Boric desde el periodo de elecciones hasta ahora, dotado de acciones simbólicas, pero que en lo concreto, se ha mostrado incapaz de cuestionar y accionar sobre aquellas problemáticas más estructurales, y demandas exigidas desde el “estallido social” hasta el día de hoy, como es la liberación de las y los presos políticos de la revuelta, y la desmilitarización del Wallmapu, entre otros aspectos
Y en este sentido, queda claro con quien colinda la política de Boric y la nueva administración desde La Moneda. Con la ex concertación y sus partidos herederos de los 30 años de democracia pactada, y al servicio de los intereses de los grandes empresarios.
Es totalmente contradictorio e incongruente el fijar mujeres en espacios de poder de mayor relevancia, cuando estos tienen que ver con reprimir al pueblo trabajador, velar por la propiedad privada de los grandes magnates, y sostener instituciones que muestran su estado crítico, con un Milicogate, un Pacogate, y un historial de violaciones a los derechos del pueblo.
¡Ninguna confianza en instituciones podridas y manchadas con la sangre del pueblo trabajador!
¡Disolución de Carabineros!
¡Ni un peso más para financiar la represión!
